“El Censo alimentará debate sobre la redistribución de recursos para las regiones”

¿Una nueva redistribución de los recursos nacionales, después del Censo, debería considerar la cantidad de población y además una especie de fondo de desarrollo que compense esas desventajas?, se pregunta el economista Roberto Vilar, desde Chuquisaca.

El economista e investigador Vilar opina que el gobierno central no ha tomado decisiones respecto de las regiones y su participación en la distribución de recursos, y más bien ha diferido esa tarea para resolverla después de la realización del Censo de Población y Vivienda este 21 de noviembre. La información del Censo no va a permitir tomar decisiones, dice, sino alentará de mayor manera la discusión al respecto. 

Tanto la redistribución del ingreso nacional como la representación (escaños) en la Asamblea Plurinacional están pendientes de un reacomodo sobre la base de la cantidad de población del país y de las regiones autonómicas creadas. 

Vilar dice que el problema de las regiones del sur del país es que son zonas expulsoras de población y con poco dinamismo económico, a pesar de la actividad minera que también concentra fuerza de trabajo coyunturalmente. Lo que se puede prever es que si la lógica es distribuir recursos en función de la cantidad de población, a futuro “se va a agravar la situación de esas regiones porque recibirán menos recursos” y similar camino podrían seguir otras instituciones, como las universidades. 

“La distribución del ingreso nacional vía la coparticipación tributaria es lo más inequitativo que existe, y vamos a dejar que primero venga esto (el censo)”, dice Vidal en alusión a que era mejor definir antes una política clara de redistribución de recursos. Para ello plantea la creación de “fondos de desarrollo regional” o “fondos de compensación regional” porque es probable que la población y la riqueza nacional continúe aumentando en torno a unas regiones en desmedro de la pobreza de otras. 

El tema se torna más complejo si se considera que para la futura distribución tendrá que tomarse en cuenta los niveles nacional, departamental, municipal y de territorio indígena originario campesino. Si la distribución de recursos se hace en función de la población, también estos últimos quedarían relegados. La reflexión llega en el marco de serias protestas, con bloqueos de caminos, estos días previos al censo en municipios de Cochabamba, Tarija, La Paz y en otros puntos con menos intensidad; en todos los casos las demandas tienen apelan a delimitar sus jurisdicciones de manera correcta para que corresponda de manera justa a la asignación de recursos. 

El economista aclara que es posible que el censo refleje que “al sur del país le afectan los procesos de migración” pues los empadronadores preguntarán acerca del lugar de nacimiento y el de residencia. Lo cierto es que los migrantes internos se convierten temporalmente en trabajadores rurales en el oriente boliviano. Vidal dice que esos migrantes temporales podrían entrar en la categoría de personas con “doble residencia”, si se considera que solo es migración permanente cuando una persona tiene más de un año de haber abandonado su lugar de residencia u origen. 

Los datos sobre doble residencia, migración interna y empleo, que señala Vilar para el caso del sur del país, serán captados justamente por el empadronamiento de este 21 de noviembre de 2012. En su criterio se deben definir los roles de las regiones en la política nacional de desarrollo y por tanto políticas de desarrollo regional. PIEB