Nobel de la Paz: Dos héroes de la lucha contra la violencia sexual

Denis Mukwege y Nadia Murad encarnan un movimiento planetario que supera el marco de los conflictos, como evidencia la ola mundial #MeToo.

Actualización
El ginecólogo congoleño Denis Mukwege el 24 de octubre de 2016 en París y a la activista y exesclava sexual yazidí Nadia Murad el 21 de junio de 2016 en Washington. Foto: AFP
El ginecólogo congoleño Denis Mukwege el 24 de octubre de 2016 en París y a la activista y exesclava sexual yazidí Nadia Murad el 21 de junio de 2016 en Washington. Foto: AFP

Denis Mukwege y Nadia Murad encarnan un movimiento planetario que supera el marco de los conflictos, como evidencia la ola mundial #MeToo.

El Premio Nobel de la Paz fue atribuido este viernes al médico congoleño Denis Mukwege y a la exesclava sexual del grupo Estado Islámico (EI), la yazidí Nadia Murad, dos héroes de la lucha contra la violencia sexual utilizada como "arma de guerra" en los conflictos.

También te puede interesar: Nobel de la Paz 2018: Donald Trump entre los candidatos para el galardón

Denis Mukwege, ginecólogo de 63 años, y Nadia Murad, víctima de 25 y convertida en portavoz de una causa, encarnan un movimiento planetario que supera el marco de los conflictos, como evidencia la ola mundial #MeToo, desatada hace exactamente un año por unas revelaciones de prensa.

Escucha acá las principales emisoras informativas de Colombia

Ambos fueron recompensados "por sus esfuerzos para poner fin al uso de la violencia sexual como arma de guerra", indicó la presidenta del Comité Nobel, Berit Reiss-Andersen.

El hombre que "repara" a mujeres

Denis Mukwege ha tratado a 50.000 víctimas de violaciones en el hospital de Panzi que fundó en 1999 en Bukavu, en el este de la República Democrática del Congo (RDC).

"El hombre que repara mujeres" -título de un documental que se le dedica- estaba en plena operación cuando la información sobre el Nobel llegó. "Estaba en el quirófano (...) de repente entró gente y me informaron sobre la noticia", dijo Mukwege al periódico noruego VG.

Para este médico congoleño, las violencias sexuales son "armas de destrucción masiva".

"Tenemos que trazar una línea roja contra el arma química, biológica, nuclear. Hoy tenemos que trazar una línea roja contra la violación como arma de guerra" declaró a la AFP en 2016.

La iraquí Nadia Murad, de la minoría yazidí, ha vivido en carne propia estos horrores.

Como miles de niñas y mujeres de su comunidad, la joven fue esclava sexual del EI en 2014, antes de lograr huir.

Nadia Murad, tras recibir el premio Sájarov del Parlamento Europeo el 13 de diciembre de 2016, en Estrasburgo (Francia). Foto: AFP.

"Lo primero que hicieron fue obligarnos a convertirnos al Islam", relataba a la AFP hace dos años. "Luego, hicieron todo lo que quisieron".

Embajadora de la ONU para la dignidad de las víctimas de tráfico humano desde 2016, Nadia Murad -cuya madre y seis hermanos fueron asesinados por el grupo EI- milita para que las persecuciones cometidas contra los yazidíes sean consideradas un genocidio.

"Nunca se acostumbra una a contar su historia, porque se revive cada vez" confiaba en su libro "Para que yo sea la última". Pero "mi historia, relatada honesta y prosaicamente, es el arma más eficaz que tengo para luchar contra el terrorismo, y tengo la intención de hacerlo hasta que estos criminales sean juzgados".

Tras el anuncio por el Comité Nobel, la ONU se congratuló por este "fantástico" anuncio que "ayudará a hacer avanzar el combate contra la violencia sexual como arma de guerra en los conflictos".

El presidente de Irak, Barham Saleh, declaró que la atribución del Nobel a Nadia Murad era "un honor para todos los iraquíes que combatieron el terrorismo"

A su vez, la canciller alemana Angela Merkel saludó por su parte a "dos excelentes premiados que lanzan un grito de humanidad en medio de inimaginables horrores".

La Alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, la chilena Michelle Bachelet, aseguró: "Es difícil imaginar a dos laureados más dignos".

Arma "barata y eficaz"

En todos los continentes, la violación causa centenares de miles de víctimas en los conflictos o en las campañas de opresión de las minorías.

Esta arma "barata y eficaz" destruye no solamente a las mujeres físicamente y psicológicamente, también las estigmatiza, igual que a los niños que son producto de esos actos, subraya Denis Mukwege.

"Las víctimas son condenadas a perpetuidad. Pero ¿y sus verdugos?" se indigna.

Pero la toma de conciencia internacional está progresando.

El ginecólogo congoleño Denis Mukwege en Estrasburgo, donde recibió el premio Sajarov, el 26 de noviembre de 2014. Foto: AFP.

Adoptada en 2008 por el Consejo de Seguridad de la ONU, la resolución 1820 estipula que la violencia sexual "puede constituir un crimen de guerra, un crimen contra la humanidad o un elemento constitutivo de crimen de genocidio".

"#MeToo y los crímenes de guerra no son lo mismo", puntualizó Reiss-Andersen. "Pero tienen en cambio un punto en común: es importante ver el sufrimiento de las mujeres, ver los abusos y permitir que las mujeres renuncien a la vergüenza y se atrevan a hablar".

La onda expansiva ha alcanzado hasta la Institución Nobel pues un escándalo de violación condujo a la Academia Sueca a postergar un año el Nobel de Literatura 2018.

Puedes leer: ONU: Duque rechaza tener un debate con Maduro 

Denis Mukwege y Nadia Murad se repartirán el Nobel, que consiste en un diploma, una medalla de oro y un cheque de 9 millones de coronas suecas (unos 865.000 euros, 990.000 dólares), que se les entregará en Oslo el 10 de diciembre.

Puedes ver:

Nadia Murad y Denis Mukwege premio Nobel de la Paz 2018: 

AFP – Colombia.com