Dos muertos en violenta jornada por bloqueos de cooperativistas

La Federación Nacional de Cooperativas Mineras de Bolivia (Fencomin), que agrupa a unos 150.000 asociados, denunció la muerte de Fermín Mamani, de 29 años, y de Severino Ichota, de 45, ambos en diferentes puntos de bloqueo en el departamento de Cochabamba.

"Tenemos dos compañeros asesinados por armas de fuego que ha usado la policía boliviana", acusó el vicepresidente de Fencomin, Agustín Choque, en declaraciones a Efe.

Mamani falleció por el disparo de una bala que ingresó por uno de los brazos y pasó a su pecho durante un enfrentamiento con agentes en la zona de Sayari, situada a unos 100 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, según los dirigentes del sector.

En el lugar, la Policía usó gases lacrimógenos para intentar despejar la ruta entre Cochabamba y la ciudad de Oruro, mientras que los mineros respondieron con cargas de dinamita, palos y piedras.

Los cooperativistas velaban a Mamani en la ruta obstaculizada por piedras, pero los agentes intervinieron el velorio también con gases y se llevaron por la fuerza el cadáver a una morgue para que sea sometido a exámenes forenses y de balística, informaron los medios.

En cambio, los manifestantes se quedaron con el cuerpo de Ichota para velarlo cerca de Kami, donde se produjo su deceso, dijo Choque.

Además, según Fencomin, más de treinta mineros fueron detenidos y hay veinte heridos, pero se niegan a ser internados en los centros médicos por el temor a ser arrestados por la Policía.

El Ministerio de Gobierno (Interior) confirmó en un comunicado la muerte de Mamani por heridas de bala, pero negó que los agentes usaran armas letales en las operaciones de desbloqueo.

Según el ministerio, en Sayari los mineros estaban armados con diez fusiles Máuser y tenían la intención de provocar "una baja" con el propósito de complicar más el conflicto con el Gobierno.

Las autoridades no se pronunciaron sobre el segundo fallecido denunciado por los dirigentes mineros.

El bloqueo de varias carreteras en el oeste y centro del país fue reanudado el martes para rechazar una ley promulgada el pasado viernes por el presidente Evo Morales, que obliga a crear sindicatos en todo tipo cooperativas, salvo en las mineras.

Los líderes de Fencomin insisten en que la norma abre la puerta a la sindicalización en las cooperativas mineras y eso terminará perjudicando su actividad, que se desarrolla sobre todo en minas de La Paz, Potosí, Oruro y Chuquisaca.

A diferencia de las cooperativas de otras áreas donde hay socios en condiciones de igualdad, las mineras son dirigidas por grupos minoritarios que ejercen como patrones ante decenas de miles de trabajadores que son explotados, según diagnósticos sobre el sector.

Hasta ahora las cooperativas mineras, que son un sector con una gran capacidad de protesta y movilización, eran aliadas incondicionales del presidente Morales y su "proceso de cambio".

Sobre el distanciamiento del mandatario, el dirigente Choque opinó que el sector se encuentra ante "un gobierno dictador, que está aprendiendo de Gobiernos como se ve en Venezuela y en Cuba".

El ministro de Gobierno, Carlos Romero, ha denunciado insistentemente que en realidad las cooperativas mineras presionan al Ejecutivo para obtener más beneficios del Estado.

Según Romero, Fencomin quiere autorización para firmar contratos con empresas privadas nacionales y extranjeras sobre concesiones que ha otorgado el Estado a las cooperativas considerando que, en teoría, esas organizaciones no tienen fines de lucro.

Las cooperativas firmaron 31 contratos con firmas privadas sobre yacimientos del Estado, en contra de lo que manda la Constitución que establece la propiedad estatal sobre los recursos naturales, según denunciaron las autoridades.

Estos bloqueos se producen tras las jornadas violentas que tuvieron lugar hace dos semanas, en las que decenas de agentes resultaron heridos y fueron tomados como rehenes por horas, y que derivó en el encarcelamiento de diez mineros.

El Defensor del Pueblo, David Tezanos, se trasladó hoy a los bloqueos del altiplano para mediar entre las partes, pero el Gobierno ha pedido que se suspendan las protestas para dialogar. EFE