Los malabarismos políticos y religiosos de Evo Morales ante la visita del papa

El presidente Evo Morales, es un confeso admirador del papa Francisco pero se ha enfrentado siempre por razones políticas con la cúpula católica boliviana; también se ha declarado católico de base y, a la vez, ha revalorado el ancestral culto politeísta indígena andino, que también practica.

Encuentro del papa Francisco con el presidente Evo Morales en la Ciudad del Vaticano en septiembre de 2013. Foto: EFE
Encuentro del papa Francisco con el presidente Evo Morales en la Ciudad del Vaticano en septiembre de 2013. Foto: EFE

El presidente Evo Morales, es un confeso admirador del papa Francisco pero se ha enfrentado siempre por razones políticas con la cúpula católica boliviana; también se ha declarado católico de base y, a la vez, ha revalorado el ancestral culto politeísta indígena andino, que también practica.

Por Javier Aliaga

Desde que llegó al poder en 2006, Morales ha polemizado y ha sido hiriente con la jerarquía católica local, a la que ha acusado de derechista, aliada de oligarquías, de medieval, de actuar como la inquisición e incluso de estar vinculada a robos en los templos.

La abierta confrontación ha sido motivada por la mirada crítica con la que los obispos han analizado problemas como el crecimiento del narcotráfico, el autoritarismo y la persecución judicial a opositores.

Cada vez que la disputa se ha calentado, el Gobierno ha espetado a los obispos que deben ocuparse de "la salvación de las almas" y no inmiscuirse en la política, a lo que la jerarquía católica ha replicado que no dejará de decir lo que piensa sobre el país.

 Pero a pesar de estas tensiones, el anuncio de la visita del papa a Bolivia del 8 al 10 de julio ha permitido que el Gobierno dialogue por primera vez en mucho tiempo con la cúpula católica para coordinar la bienvenida, aunque sin tocar los temas controvertidos.

 Se trata del primer acercamiento en cinco años entre la Iglesia y el Gobierno, destacó el secretario general adjunto de la Conferencia Episcopal Boliviana, el sacerdote español José Fuentes, coordinador para la visita papal.

 El sacerdote consideró que los acercamientos con el Gobierno se han desarrollado de forma muy positiva y que "ojalá fuese una real reconciliación" acompañada de una renovación para ambas partes.

 No obstante, las tensiones reflotaron recientemente por la confrontación del Gobierno con el sacerdote español Mateo Bautista, a quien Morales y sus ministros han descalificado por pedir con movilizaciones mayor presupuesto para la sanidad.

 Morales, que es indígena aimara, también reprocha habitualmente que la iglesia Católica haya acompañado con la cruz "la dominación y sometimiento" de indios del continente durante la conquista española.

 Pese a su visión crítica con la iglesia de Roma, el gobernante visitó al papa Benedicto XVI en 2010 y se ha reunido en el Vaticano en 2013 y 2014 con Francisco, con quien también se encontró en Brasil durante una cita mundial de la juventud.

 A Benedicto XVI le pidió abolir el celibato y aprobar el acceso de la mujer al sacerdocio, mientras que de Bergoglio opinó que es un papa "comprometido con su pueblo, con pensamiento revolucionario".

 Antes del Gobierno de Morales, la Iglesia Católica jugaba un papel central como mediadora en la conflictividad política y social, pero ahora ha perdido influencia política ante el Estado.

 En 2009, Morales promulgó la Constitución de "refundación" de Bolivia, en la que el catolicismo dejó de ser el culto oficial del país y se declaró que el Estado es "independiente de la religión", pero garantiza la libertad de todas las creencias.

 Según ha defendido el mandatario indígena, "el Estado laico es la mejor garantía de la democracia religiosa".

 Una reciente encuesta publicada en la prensa señaló que un 74 % de los bolivianos es católico y un 22 % cristiano no católico.

 Sin embargo, en Bolivia también hay una fuerte presencia de los cultos ancestrales prehispánicos mezclados con el catolicismo, debido a la importancia demográfica de las culturas indígenas.

 A primera vista, parece contradictorio que Morales se declare católico y practique los rituales que reconocen como deidades a la Tierra, el Sol y las montañas, y asista a ceremonias de sacrificios de llamas, que son habituales en el área rural boliviana.

 Sin embargo, Morales y en general los bolivianos de la zona andina tienen "incorporadas de forma muy natural las prácticas religiosas antiguas de raigambre indígena y el catolicismo", opinó la investigadora en temas culturales Carmen Beatriz Loza.

 "Parecería esquizofrénico pasar de una práctica a la otra, pero no es contradictorio porque a lo largo de 500 años han sido ensamblándose las dos prácticas", refirió Loza en declaraciones a Efe.

 El Gobierno organiza regularmente actos oficiales religiosos con representantes de varios cultos, entre ellos los dedicados a la Pachamama o Madre Tierra, y que son actos encabezados por Morales y en los que no siempre ha participado la iglesia Católica. EFE

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