Declaran rebelde ante la ley al exfiscal Marcelo Soza

El exfiscal Soza fue declarado "rebelde" por el juez Hugo Michel, por no haberse presentado a declarar a una audiencia en la ciudad de Sucre, capital constitucional de Bolivia, sobre una denuncia por los delitos de "incumplimiento de deberes y abandono de cargo", informó la Fiscalía General del Estado en un comunicado.

"Ahora ni bien nos notifiquen con la orden judicial, iniciaremos los trámites para la 'notificación roja' ante la Interpol para que la Policía Internacional aprehenda al exfiscal Marcelo Soza y se someta a la justicia boliviana para responder por las denuncias en su contra", dijo el fiscal general, Ramiro Guerrero.

Guerrero añadió que también se deberán iniciar los trámites para pedir la extradición del exfiscal, que apareció en Brasil el 11 de marzo pasado y pidió refugio en ese país.

Soza dimitió en marzo de 2013, después de que la oposición hiciera públicas grabaciones en las que supuestamente él hacía revelaciones sobre corrupción en el sistema judicial boliviano y aparecieran fotografías suyas con abogados del Gobierno detenidos tras ser acusados de pertenecer a una supuesta red de extorsiones.

En una visita a Bolivia a fines del mes pasado, el canciller brasileño, Luiz Alberto Figueiredo, señaló que el caso del exfiscal boliviano es uno más de muchos que se presentan en su país, de personas que llegan allí y solicitan asilo, y agregó que el mismo está en manos de la Comisión Nacional de Refugiados.

Algunos de los imputados por Soza en el llamado "caso terrorismo" lo acusaron de extorsión, mientras que la Fiscalía General le inició un proceso por incumplimiento de deberes porque el juicio no se ha resuelto hasta ahora, pese a que los hechos datan de hace cinco años.

El caso estalló el 16 de abril de 2009, cuando murieron acribillados a manos de la policía en un hotel de la ciudad oriental de Santa Cruz el boliviano-húngaro-croata Eduardo Rózsa, el irlandés Dwyer Michael Martin y el rumano Árpád Magyarosi, y además fueron detenidos el húngaro Elöd Tóásó y el boliviano-croata Mario Tadic.

Los cinco fueron acusados por el Gobierno de formar una banda terrorista que supuestamente pretendía asesinar al presidente Morales y organizaba milicias separatistas a las órdenes de un grupo de empresarios y políticos autonomistas de Santa Cruz.

Las audiencias del juicio, en el que están acusadas 39 personas, se han celebrado en cinco ciudades y el proceso ha atravesado numerosos problemas, incluida la renuncia de Soza.

El Ejecutivo boliviano ha criticado la lentitud con que el juicio se desarrolla porque asegura que sí hubo un plan de sedición y de magnicidio en 2008 y 2009, apuntalado por los extranjeros y financiado por líderes autonomistas cruceños.

En cambio, los 39 acusados rechazan tales denuncias y sostienen que toda la trama fue un montaje del Gobierno para perseguir a opositores. EFE