Premio de Novela critica mundo "ultratecnificado" por afianzar la soledad

El escritor Oswaldo Calatayud, ganador del XVII Premio Nacional de Novela con la obra epistolar "La Guerra del papel", critica que el mundo "ultratecnificado" ha reafirmado la soledad de las personas.

Escritor boliviano Oswaldo Calatayud. Foto: EFE
Escritor boliviano Oswaldo Calatayud. Foto: EFE

El escritor Oswaldo Calatayud, ganador del XVII Premio Nacional de Novela con la obra epistolar "La Guerra del papel", critica que el mundo "ultratecnificado" ha reafirmado la soledad de las personas.

En una entrevista con Efe, el autor explica que en el mundo "hay poco contacto entre las personas porque la tecnología media en todo. Estar todo el tiempo con el celular, con las máquinas, hace que se afiancen las soledades".

Calatayud explora ese tema en su novela, que será su primera obra en ser publicada, desde un futuro indeterminado y en la que el protagonista es "un atleta que se está deformando, que se está transmutando por una enfermedad que sufre".

El deportista, que ni siquiera puede escribir por sí mismo, envía misivas a una atleta de élite "que es como una obsesión que él tiene". Sin embargo, "las cartas sólo van de un lado al otro: nunca vuelven, nunca hay una respuesta", adelanta Calatayud sobre su novela, que publicará la Editorial 3600.

"Entonces se van afirmando soledades: el hecho de que alguien escribe, que alguien transcribe las cartas, una persona que le ayuda a escribir porque tampoco puede hacer él ese ejercicio, y que las transporta hasta esa persona que está ausente", hilvana el autor.

Además de cartas, su obra incluye monólogos, fragmentos en braille y recortes de periódico inventados "para contextualizar ese futuro que pone en tensión el hecho de que sea epistolar", apunta.

Y ese futuro es parecido a nuestro presente por la dependencia de la tecnología, sostiene.

Un mundo "ultratecnificado" desde el que el autor también describe una ciencia "a la que no le interesa ni la vida humana" y que hace experimentos con el atleta que se transmuta entre una misiva sin respuesta y la siguiente.

Por otra parte, opina que "la gente está más tiempo escribiendo o leyendo cosas en una red social que tomando un libro. La idea de que tenemos más libros a disposición en PDF o en espacios virtuales es una mentira, son como espejos que simplemente te rebotan a nada. Estás leyendo todo y nada al mismo tiempo".

"Toda esa mentira es mundial y afecta más a un país (Bolivia) que de todos modos hace rato que no leía y que tampoco escribía mucho", sentencia.

Sobre sus referentes en Bolivia, Calatayud explica que muchos hasta ahora no han sido publicados y hay mucha gente que subterráneamente está difundiendo sus cuadernos, sus obras.

"Yo mismo he entrado mucho en ese juego al ver que no tenía chance de publicar en ningún lugar", relata.

Calatayud realiza diversos trabajos al margen de la literatura como el diseño gráfico, la fotografía, la edición y la gestión cultural o la arquitectura y decidió invertir el dinero del premio literario (15.000 dólares) en la construcción de su casa.

"Yo creo mucho en esta idea del libro objeto". Por eso en "La guerra de papel" hay "huecos, hay troquelados, hay braille... el libro mismo trae una serie de collages...", insiste.

Tal vez ese perfil polifacético del que habla hace que Oswaldo Calatayud conciba la creación literaria como un proceso integral del que la escritura convencional es sólo una parte. La importancia física del objeto de papel le viene de la infancia familiar.

"Mi padre tenía una multicopiadora, hacía unos textos escolares, él trabajaba en secundaria, era profesor de historia. Y a falta de tener los textos que él quería enseñar, él los redactaba. Iba tomando textos de uno y otro lugar y al mismo tiempo él iba añadiendo cosas de su cosecha", rememora.

Con su hermano mayor, el niño que luego se hizo escritor juntaba las páginas "con la lengua" en un trabajo que ocupaba el salón y el comedor de la casa familiar para enviar miles de copias a todo el país.

"Viví mucho tiempo entre esas pilas de papeles, tal vez de ahí viene algo, me vienen mucho estos sueños entre papeles", reflexiona.

El premio anunciado a fines de junio cuenta con el patrocinio del Gobierno boliviano, la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo, la empresa hispana BBVA y la boliviana Entel. EFE