La Escuela de Teatro forma actores con espíritu "guerrillero"

Desde su creación en 2004 en la ciudad boliviana de Santa Cruz (este), la Escuela Nacional de Teatro (ENT) ha formado a más de cien técnicos superiores y a decenas de licenciados en artes dramáticas, que reciben un título de la Universidad Católica Boliviana.

"La mayoría (de los titulados) hace un trabajo guerrillero, como compañías de teatro, enseñando; muchos trabajan como docentes y hacen talleres en colegios y en universidades. La gente que está saliendo de la escuela está creando un movimiento teatral", afirmó a Efe el coordinador pedagógico de la ENT, Antonio Peredo.

La idea del espíritu "guerrillero" marcó a Peredo desde que era estudiante en 2004, cuando le subrayaron en la escuela que no iban a ser formados para ser "divas o celebridades", sino "guerrilleros del teatro", que con el arte "le hablen a su sociedad".

Desde hace cuatro años Peredo se hizo cargo de la coordinación pedagógica y es docente y actor del elenco permanente del teatro.

La escuela está ubicada en la populosa y pobre barriada periférica Plan 3.000 de Santa Cruz, donde el edificio destaca por haber sido construido para enseñar teatro y tiene una capacidad para albergar medio millar de butacas, algo excepcional en Bolivia.

La creación de la escuela fue el resultado del sueño del artista boliviano Marcos Malavia y el apoyo económico del sacerdote español y obispo emérito de Palencia, Nicolás Castellanos, por medio de la fundación Hombres Nuevos, financiada por la cooperación valenciana.

Peredo subrayó que la fundación hizo posible la "titánica" tarea de crear la escuela de teatro en un contexto en el que la cultura no era valorada por las autoridades, ni por el sector privado.

La escuela ya no recibe apoyo de la fundación Hombres Nuevos y ahora encara un proceso de sostenibilidad para financiar sus actividades y ha enfrentado presiones económicas que se aliviaron un poco con un reciente aporte del municipio de Santa Cruz, relató.

La ubicación de la escuela de teatro en un barrio periférico con mucha pobreza se explica por la necesidad de llevar educación al lugar, pero también para transmitir un mensaje sobre el teatro.

"No vamos a llevar la cultura del centro de la ciudad a todos los lugares, sino que vamos a ir de la periferia hacia el centro. Lo que nos importa no es la cultura oficial, no es la idea de las personas que detentan la voz pública, sino que la cultura tiene que hacerse desde el lugar donde los que no tienen voz puedan hablar", enfatizó.

Ahora, el actor y la directora del Centro Cultural de España en Bolivia, María Pérez, están embarcados en un proceso de cooperación para la presentación de la inconclusa obra lorquiana "Comedia sin título" en el Festival de Teatro de Santa Cruz, en abril próximo.

Según Peredo, García Lorca tenía la misma idea que ellos "de llevar el teatro a donde no se hace y tejer lazos con la sociedad".

El actor valoró que este proyecto con el centro cultural permita "tejer lazos de interculturalidad" con la presentación de la obra del dramaturgo español, pero interpretada por el elenco Vértigo, formada por una generación nueva de actores de la escuela de teatro.

"Es una obra que habla de la memoria y habla de la realidad y de la ilusión. ¿Qué es lo real en este tiempo y qué es lo virtual en este tiempo? Y vamos a hablar de lo que nosotros pensamos que en Bolivia es lo real y qué es lo virtual", sostuvo Peredo.

Pérez enfatizó, también en declaraciones a Efe, que al Centro Cultural le interesa ver la mirada de los actores bolivianos sobre la obra de Federico García Lorca y considera que el proyecto actual será "un punto de partida" para desarrollar otros a futuro.

La directora destacó la calidad de los proyectos que desarrollan los actores y su deseo de que la obra, después del Festival de Santa Cruz, pueda ser representada en otras ciudades bolivianas

Agregó que el Centro Cultural siempre que puede impulsa proyectos con la escuela de teatro con un enfoque de cooperación en una relación horizontal a favor de impulsar el acceso a la cultura. EFE