Principio de apendicitis, última dolencia de Nadal en un año plagado de ellas

Un principio de apendicitis en Shanghai, se ha sumado a las dolencias que el español Rafael Nadal ha sufrido en lo que va de año, una temporada que comenzó con la lesión de espalda en el calentamiento de la final del Abierto de Australia. 

Pincipio de apendicitis, última dolencia de Nadal en un año plagado de ellas. Foto: EFE
Pincipio de apendicitis, última dolencia de Nadal en un año plagado de ellas. Foto: EFE

Un principio de apendicitis en Shanghai, se ha sumado a las dolencias que el español Rafael Nadal ha sufrido en lo que va de año, una temporada que comenzó con la lesión de espalda en el calentamiento de la final del Abierto de Australia. 

En su conferencia de prensa previa del penúltimo Masters 1000 de la temporada, donde está previsto que juegue este miércoles contra su compatriota Feliciano López, Nadal admitió que sufrió un principio de apendicitis este sábado, pero también adelantó que tras probarse hoy durante 45 minutos de entrenamiento en una de las pistas exteriores del estadio Quizhong intentará competir.

El zurdo español explicó que el sábado por la noche, a su llegada a Shanghái, empezó a sentir un fuerte dolor estomacal, por lo que fue al hospital el domingo por la mañana. Ante la opción de los médicos locales de operarse o de intentar aplicar, si no, un fuerte tratamiento de antibióticos, que en ocasiones es efectivo, optó por lo segundo, y desde entonces, tras dos días de recuperación, Nadal ha asegurado hoy que se siente cada vez mejor.

Con todo, Nadal es consciente de que es posible que necesite ser intervenido, tarde o temprano, como le sucedió a su compatriota Guillermo García-López, que retrasó esta intervención varios meses hasta que se operó en marzo del año pasado, pues confiarse podría ser arriesgado y el problema podría resurgir en un futuro, "por ejemplo en Australia", dijo.

"Por el momento no he podido pensar mucho en eso todavía, sólo que aún estoy en Shanghái, y que quiero intentarlo", aunque por supuesto, aclaró que en cuanto regrese a España y le vean sus médicos discutirá con ellos cuál es la mejor opción para tratar el problema.

Nadal ha confirmado que está todavía bastante débil, tras pasar prácticamente 48 horas en cama y con una dieta muy ligera, pero ya que se encuentra en Shanghai, prefiere intentar competir, aunque esperará, poco antes del partido de mañana, a ver cómo se encuentra en las próximas horas, para decidir del todo si jugará o no.

Nadal explicó que ayer una enfermera acudió a su habitación a suministrarle el tratamiento de antibióticos, pero que hoy regresó él mismo al hospital de nuevo, y que los médicos, que en un principio no veían lo más aconsejable que jugara, ahora "están más positivos", ante su progresiva mejoría de estos dos últimos días.

El español dijo no sentirse frustrado por encontrarse con este problema después de haberse recuperado de su última lesión. "Ha sido un accidente", afirmó, una "mala suerte" que, dentro de la situación, al final ha resultado evolucionar hacia cierta "buena suerte", dijo, dado que no ha tenido que pasar por el quirófano por el momento.

"Después de más de 60 horas desde que tuve los primeros dolores, el riesgo de que empeore es cada vez menor", afirmó Nadal, aunque "todo puede pasar". A pesar de que "obviamente la situación no es la ideal, quiero intentarlo", reiteró.

"No es que esté bien, porque al final llevo más de 48 horas en cama y sin poderme mover, y encima con los antibióticos un poquito agresivos, así que me siento un poco bajo de defensas, un poquito flojo, pero he mejorado un poquito cada día, y espero seguir mejorando para mañana", dijo.

"Sé que no voy a estar en las condiciones ideales, pero también sé que a estas alturas y estando aquí en Shanghái, el único riesgo es lesionarse: perder o no jugar es exactamente lo mismo a día de hoy, y no es que estemos en un momento en el que vaya a afectar a la confianza el perder un partido o no perderlo", concluyó.

"Sé cómo estoy, sé lo que ha ocurrido, voy a intentar dar el máximo de lo que tenga, y después si va mal, me voy a casa, y si va bien, tengo la posibilidad al menos de intentar seguir mejorando un poquito cada día y darme una oportunidad, al menos, de poder competir, y pasar días aquí jugando, que es el objetivo", zanjó.

De hecho, Nadal ha pasado brevemente esta tarde por la pista de entrenamiento durante 45 minutos.

"Las sensaciones (en la pista) no son las mejores, pero me siento mejor que ayer y que antes de ayer", aclaró.

"Todo está un poquito removido y no está perfecto, me duele aquí abajo (señaló en el abdomen), lo que pasa es que me duele menos", insistió.

En el entrenamiento de hoy no forzó mucho ningún movimiento para no correr riesgos innecesarios, explicó, pero reconoció que todavía esta tarde, se va moviendo más, le duele "un poquito más", aunque "cada día la evolución ha sido un poquito mejor, y espero que para mañana sea un poquito mejor aún".

"Vamos a intentarlo, y si no se puede, no se puede, hay que ser honesto con uno mismo y yo normalmente lo soy, así que lo voy a intentar, pero sin ningún drama y sin intentar ir más allá, que lo más importante al fin y al cabo es la salud", indicó.

Además, recordó que ya había dicho en el Abierto de China en Pekín, la semana pasada, que tras su reciente lesión tampoco esperaba ningún resultado en especial para los dos torneos de China, aparte de jugar y llegar lo más lejos posible.

"Lo bueno es que lo localizamos al principio y tuvimos la suerte de evitar el quirófano", comentó. EFE.

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