La música guatemalteca y ecuatoriana irrumpe en la Opera de El Cairo

El director de orquesta guatemalteco Igor Sarmientos y el violinista ecuatoriano Jorge Saade tiñeron la Orquesta Nacional Sinfónica de Egipto de música de sus respectivos países, en un concierto celebrado en la Ópera de El Cairo.  

La música guatemalteca y ecuatoriana irrumpe en la Opera de El Cairo. Foto: EFE
La música guatemalteca y ecuatoriana irrumpe en la Opera de El Cairo. Foto: EFE

El director de orquesta guatemalteco Igor Sarmientos y el violinista ecuatoriano Jorge Saade tiñeron la Orquesta Nacional Sinfónica de Egipto de música de sus respectivos países, en un concierto celebrado en la Ópera de El Cairo.  

El "Preludio y Danza Orgiástica" de Jorge Sarmientos, padre de Igor, abrió la velada ante el público egipcio, ansioso por celebrar con calurosos aplausos cada interpretación dirigida por el compositor de Guatemala.

Los ritmos guatemaltecos de la Danza Orgiástica dieron paso a la entrada del violinista Jorge Saade, para interpretar el "Concierto para Violín y Orquesta" de su compatriota Jorge Oviedo. La música latinoamericana continuó colmando la sala central de la Ópera cairota con la pieza "Danzante para Violín y Orquesta", que el compositor Luis Torres Gomez dedicó al propio Saade.

El Concierto, "lleno de primeras veces", como indicó Saade a Efe en referencia a que por primera vez ambos artistas tocaban en El Cairo y dichas composiciones ecuatorianas y guatemaltecas sonaban en la Casa de la Ópera egipcio, se celebró hoy después de una primera cancelación. Programado en un primer momento para el pasado sábado, tuvo que ser suspendido debido a los tres días de luto decretados por las autoridades egipcias tras un mortal atentado contra las fuerzas de seguridad, ocurrido la víspera en la península del Sinaí y que causó la muerte de 31 soldados.

Sin embargo, gracias al empeño de Saade y Sarmientos, así como de las delegaciones diplomáticas de sus respectivos países en la capital egipcia y el compromiso de los responsables de la Ópera, el concierto pudo celebrarse hoy a la misma hora y en la misma sala. En la segunda parte del espectáculo, los compases latinoamericanos dejaron paso al clasicismo europeo de Johannes Brahms.

Dirigidos por Sarmientos y ya sin la presencia de Saade, los músicos de la Sinfónica egipcia concluyeron el concierto con la interpretación de los cuatro movimientos de la Sinfonía número 1 en do menor del romántico alemán. EFE