La selección de Bolivia busca el milagro para salir del desastre

El viernes pasado, en el amistoso ante Argentina, Bolivia fue prácticamente invisible en la cancha, se rindió demasiado pronto y sus jugadores no dieron batalla ni lograron conectarse.

Messi anota en el partido amistoso entre las selecciones de Bolivia y Argentina. Foto: EFE
Messi anota en el partido amistoso entre las selecciones de Bolivia y Argentina. Foto: EFE

El viernes pasado, en el amistoso ante Argentina, Bolivia fue prácticamente invisible en la cancha, se rindió demasiado pronto y sus jugadores no dieron batalla ni lograron conectarse.

Un cambio de mentalidad radical o un milagro es lo que le hará falta a la selección boliviana para salir del coma en que quedó tras la paliza sufrida ante Argentina, que dejó aún más patente la crisis que atraviesa el fútbol del país a un mes del inicio de las eliminatorias del Mundial de Rusia 2018.

Cuando asumió la conducción del equipo nacional hace poco más de una semana, el exfutbolista boliviano Julio César Baldivieso anticipó que hubiera preferido no disputar el partido amistoso con la Albiceleste, dirigida por su excompañero en el Newell's Old Boys, Gerardo 'Tata' Martino.

El estratega y la hinchada boliviana sabían que iba a ser difícil lograr un buen resultado ante un "monstruo del fútbol" y todas sus estrellas, sobre todo porque Bolivia apenas tuvo dos entrenamientos con equipo completo, pero ni aún en la perspectiva más pesimista se imaginaban una goleada de 7-0.

Tras el partido, un avergonzado Baldivieso pidió disculpas al país y se comprometió a revertir la situación, una tarea que parece titánica si se tiene en cuenta que el fútbol boliviano está sumido en una grave crisis dentro y fuera de las canchas, con sus principales dirigentes encarcelados por supuesta corrupción.

Con todo, creer en que un milagro es posible de la mano de Baldivieso no resulta tan descabellado, ya que cuando se estrenó como técnico en 2008, no sólo salvó al Aurora de su país de un inminente descenso, sino que logró que el 'equipo del pueblo' fuera campeón en esa temporada.

Pero los milagros no se trabajan solos. Por ello, 'el Emperador', como le llaman sus seguidores, anticipó que requerirá que los clubes cedan a los futbolistas convocados a la selección con al menos tres semanas de anticipación al partido de eliminatorias contra Uruguay, previsto para el 8 de octubre en La Paz.

Para el exfutbolista, la Verde tiene que volver a ser fuerte en el estadio Hernando Siles, su bastión situado a 3.600 metros sobre el nivel del mar, y los jugadores tienen que estar lo suficientemente preparados para desempeñarse en cualquier clima.

Baldivieso también ha pedido que los partidos en La Paz se disputen al mediodía o a las tres de la tarde porque, según dijo, "científicamente está comprobado" que a quienes están aclimatados a la altitud les conviene jugar en esos horarios.

Además, anunció que establecerá reglas estrictas para que sus dirigidos estén concentrados al cien por cien en el desafío que tienen y lleguen en buenas condiciones a los partidos.

"Si están de acuerdo en respetar las reglas de juego que vamos a poner, como en su momento puso (Pep) Guardiola en el Bayern Múnich, que es uno de los mejores equipos del mundo, seguramente serán tenidos en cuenta", afirmó.

Aunque inicialmente aseguró que se considera a sí mismo "más amigo del nacional que del extranjero", el seleccionador no descarta convocar a futbolistas naturalizados. Ya llamó al argentino Damián Lizio, del Bolívar, para el amistoso con Argentina y manifestó su interés en el brasileño Luis Fernando Martelli, del The Strongest.

Baldivieso, de 43 años, hizo historia con la selección al mando del español Xabier Azkargorta que clasificó al Mundial de Estados Unidos en 1994 y ahora tiene el reto de levantar a Bolivia, por ahora en el puesto 67 del ránking FIFA. EFE/Gina Baldivieso