Liga Boliviana

The Strongest supera a Petrolero y corta diferencias

En el encuentro reprogramado por la fecha 6 del Clausura, Petrolero no fue el rival fácil que muchos atigrados esperaban, The Strongest venció por 4-2, en un partido en el que los visitantes bien pudieron empatar sobre el final.

Alejandro Chumacero, jugador de The Strongest. Foto: ABI
Alejandro Chumacero, jugador de The Strongest. Foto: ABI

En el encuentro reprogramado por la fecha 6 del Clausura, Petrolero no fue el rival fácil que muchos atigrados esperaban, The Strongest venció por 4-2, en un partido en el que los visitantes bien pudieron empatar sobre el final.

The Strongest mostró todas las variantes que un partido de fútbol puede ofrecer: muchos goles, momentos de superioridad e instantes de sufrimiento por la posibilidad de que la anotaran el empate. El cuatro a dos con el cual se impuso a Petrolero es el resumen de lo sucedido.

Los atigrados comenzaron el encuentro dominando el medio terreno y la respuesta de los “Refineros” sólo fue defensiva, pero cuando un equipo propone defenderse a ultranza algo puede salir mal, o como en el primer gol de Tigre, algo se puede hacer bien en el otro lado.

Cristaldo, la figura del partido, anotó el primero de los tantos a los 18 minutos y hasta allí aguantó la fortaleza anímica de los visitantes. Ríos, tras otra buena intervención de parte de Cristaldo, puso el dos a cero, tanto en contra, cuando corrían los 35 minutos.

El segundo tiempo dio la sensación de que el partido tenía un solo equipo en la cancha: los yacuibeños no podían pasar a terreno contrario. Cabrera, a los  11 minutos, puso el tres a cero y pareció que todo terminaba allí.

Sin embargo, el fútbol tiene variantes dentro de un mismo partido. Petrolero salió al ataque. El único y mejor toque de Pontons encontró a Gallardo dentro del área, a las espaldas de los defensores atigrados, para descontar y anotar el tres a uno. Era el minuto 16.

A los 34, Ríos le ganó a todos los defensores del Tigre y ante la sorpresa del público puso el tres a dos. En una jugada posterior, Cabrera y Vaca no leyeron bien la llegada del balón, que fue tocada por el defensor con la punta del botín y se fue por arriba de las posibilidades del arquero; el balón comenzó a rebotar ante el arco vacío: una, dos y tres veces ante la desesperación de jugadores en la cancha, entrenadores en el banco y la gente en las gradas. Como si el esférico tuviera vida propia decidió rebotar en el palo y evitar de esa forma el empate de Petrolero. El alma volvió al cuerpo de los hinchas.

A los 45, Soliz anotó el cuarto para el Tigre y de esa manera evitar un sufrimiento posterior. Ganó el Tigre y fue merecido, pero como es habitual, terminó con los nervios de punta.

Fuente: ERBOL