Podrían ser 500 desaparecidos

Política - Martes, 01 / Abr / 2003
 
(Bolivia.com y agencias)

Bolivia.com
Se rescataron 13 cadáveres, se atienden 7 heridos, pero las cifras de desaparecidos son las que pusieron los pelos de punta al pueblo boliviano. El Gobierno habla de 500 desaparecidos y hay pocas esperanzas de hallarlos con vida.


La lentitud de los servicios de rescate y la baja calidad de las edificaciones reducen notablemente las esperanzas de hallar algún superviviente bajo el lodo que el lunes cubrió el pueblo minero de Chima, en el norte de La Paz.

El deslizamiento de la ladera del cerro Pucaloma, en cuya falda se encuentra el pueblo, enterró el lunes a las 10.30 hora local (14.30 GMT), alrededor de 400 casas de la localidad y causó aproximadamente 200 desaparecidos, según cálculos de las autoridades de la zona.

El jefe de bomberos, Rolando Viscarra, indicó a una emisora de radio paceña que las inclemencias del tiempo, especialmente la lluvia y el viento, están dificultando, tanto por tierra como por aire, el desplazamiento al lugar del desastre de las brigadas de emergencia.

A este factor hay que añadir el mal estado de los caminos, de gran sinuosidad y sin asfaltar, que en temporada de lluvias, como la actual, se vuelven prácticamente intransitables, por lo que el desplazamiento de los equipos de rescate desde La Paz, a unos 250 kilómetros del lugar, puede llegar a durar alrededor de quince horas.

Viscarra afirmó además que las casas más sólidas del pueblo afectado, que él conoce personalmente, son de ladrillo, mientras que el resto, que son la gran mayoría, ha sido construido con madera y de forma "improvisada".

Por este motivo, "cuando vienen toneladas de piedra" es muy complicado que las víctimas sobrevivan, porque, al no ser los edificios de "material de construcción, de hormigón armado, que tiene unas estructuras" bajo las cuales se puedan proteger, los cuerpos quedan sepultados bajo el barro.

"Va a ser imposible encontrar personas vivas después de 24 horas", dijo hoy Viscarra, justo un día después de que sucediera la catástrofe.

Desde entonces se han encontrado 13 cadáveres, aún sin identificar, dijo hoy a EFE la directora del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Beatriz Peinado.

Los cadáveres han sido recuperados por la gente de la misma población y entregados al hospital de Tipuani, municipio al que pertenece el pueblo minero afectado por el desastre.

Según Peinado, la gente del lugar ha calculado que, del más de centenar de familias que sufrieron el embate del alud, unas 200 personas están desaparecidas.

Allí se encuentra desde hoy el prefecto de La Paz, Mateo Laura, que instantes después de conocerse el siniestro, ordenó el desplazamiento de maquinaria para ayudar al rescate de las víctimas, todavía en camino.

Por su parte, el gobierno central ha declarado el área "zona de desastre municipal y calamidad púbica" con el fin de destinar recursos del Tesoro General de la Nación para hacer efectiva la ayuda.

Estos fondos se complementarán con los aportes de países como Estados Unidos, España y Chile, que han ofrecido al presidente de Bolivia, Gonzalo Sánchez de Lozada, su colaboración económica y logística.

El ministro de Defensa, Freddy Teodovic, ha dispuesto el envío de efectivos del Ejército y de la Policía y de cinco helicópteros y dos aviones de la Fuerza Aérea, y tiene previsto sobrevolar hoy el área en compañía del titular de Gobierno (Interior), Yerco Kukoc, para evaluar los efectos de esta catástrofe natural.

El pueblo minero de Chima se encuentra en los Yungas del departamento de La Paz, un territorio de bosques frondosos y grandes quebradas en las estribaciones de la cordillera de los Andes, a una altura sobre el nivel del mar que puede variar de 1.000 a 2.000 metros.

La localidad es una de las comunidades creadas en la década de los años sesenta a orillas de los ríos de Yungas por el aliciente de la presencia de oro en el territorio.
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