La media luna se alinea a la tendencia nacional

(La Paz - La Razón)

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Entre los habitantes del resto del país el respaldo y el rechazo a esa propuesta se dividió casi en el mismo rango, pero el gas será vendido.

Y la polarización no se hizo realidad. Frente a los augurios de que los departamentos de la media luna, Santa Cruz, Tarija, Pando y Beni votarían de manera distinta, la votación demostró que existe una visión de país uniforme, respecto a la política energética puesta a consideración en el referéndum realizado ayer.

Ésa no fue la única pregunta en la que se refleja la alineación de la media luna a la política planteada por el Gobierno en las preguntas del referéndum. Mientras para la mayoría de los habitantes del occidente la segunda pregunta, que plantea la recuperación de los hidrocarburos fue aceptada abrumadoramente, en la media luna esta respuesta también fue respaldada de manera más tenue.

Ambas situaciones fueron previstas por los líderes políticos y de opinión desde el conflicto de octubre que casi dividió a los dos grandes sectores nacionales.

En esa época, los pobladores de El Alto y La Paz protagonizaron la revuelta que derrocó al gobierno del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada porque pretendía impulsar la exportación de gas por un puerto chileno.

Al otro lado del país los ciudadanos del oriente y sur apoyaron la posición del ex mandatario enarbolando la bandera de exportación y desarrollo, unidos en un bloque que forma geográficamente una media luna en el mapa político del país.

Ambas regiones asumieron posiciones para lograr que sus visiones de país se materialicen y eso hizo que en el Congreso se vieran las peores peleas entre parlamentarios de uno y otro lugar. Éstas empezaron por la intención de cambiar la sede del Legislativo a la capital del país, lo que causó el rechazo de la población paceña que incluso amenazó con un paro cívico.

Luego los problemas se incrementaron cuando los legisladores de Santa Cruz, Beni, Pando y Chuquisaca apoyaron a Tarija en el pedido que hicieron para que el referéndum se lleve a cabo a través de una votación departamental y no por la de circunscripción nacional, que fue propuesta por el Gobierno.

Ellos consideraban que las capitales del occidente contaban con mayor cantidad de habitantes que las de la media luna y que esa desventaja los llevaría a perder el referéndum y por ende a no poder exportar el gas. Los dirigentes cívicos tarijeños estaban seguros de que El Alto jamás apoyaría esa posibilidad y que no era justo que los alteños (por ser más de medio millón) pudieran decidir sobre los tarijeños (que no pasan los 300 mil) pero que tienen bajo sus pies las mayores reservas de gas natural en el país.

Pese a los malos augurios, el presidente Carlos Mesa decidió asumir el riesgo y planteó entre sus cinco preguntas la que consultaba sobre la exportación del energético después de industrializarlo y todo el país le dijo que sí. Así como también se admitió la recuperación de la propiedad de los hidrocarburos en boca de pozo, incluso en las ciudades que forman parte de la media luna.

Otra pregunta que mostró las diferencias en la votación fue la pregunta cuatro, que busca saber si están de acuerdo con la política emprendida por el presidente Mesa de buscar la soberanía utilizando el gas como su principal recurso estratégico.
En el oriente del país casi el 70 por ciento de los votantes está de acuerdo con esa propuesta mientras que en el resto del país sólo el 55 por ciento la apoya.