Yvaga Guazu, un “paraíso grande” para Santa Cruz

(La Razón)

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El parque abrirá sus puertas el 7 de septiembre. Está a 12 kilómetros de la ciudad. La flora se combinará con un restaurante y la venta de artesanías.

Hace 25 años era un bosque cerrado. Amantes de la naturaleza, el ingeniero agrónomo Francisco Hubsch y su esposa, la paisajista Rebeca Rozenman, comenzaron a construir su “paraíso grande”. Respetaron los viejos árboles, pero fueron limpiando la zona y sumando nuevas especies. Hoy existen más de 520 y sumando las variedades, superan las 800, distribuidas en 14 hectáreas.

En pocos días, probablemente el 7 de septiembre, será la apertura del parque Yvaga Guazu, un espacio ecológico que pretende convertirse un referente entre los atractivos turísticos de la región. Las hermosas sendas, entre las que se encuentran las avenidas de Los Mangos y de Los Tamarindos, permitirán a los visitantes descubrir decenas de variedades de flora, de las cuales el 40 por ciento son nativas y el resto exóticas, es decir que se han ido introduciendo a través de los años. Si a esto se suma la posibilidad de apreciar una muestra de bonsais y la compra de plantines, para llevarse un pedazo de este paraíso a casa, se entiende cuando Hubsch afirma entusiasmado que “estamos creando un espacio único en la región y el país”.

Mientras se alistan los diferentes espacios para la apertura, ya han avanzado los contactos con las agencias y operadores de turismo. Incluso, es probable que Ivaga Guazu forme parte del itinerario de los participantes en el congreso de avicultores que se realizará en octubre en la ciudad, y no se descarta que sea parte del recorrido de las Primeras Damas durante la Cumbre Iberoamericana.

Los visitantes caminarán bajo la sombra de árboles y palmeras que cubren los senderos de interpretación. Un guía conducirá a grupos de diez personas, en un recorrido que durará entre dos y dos horas y media. Tiempo suficiente para conocer girasoles nacionales y otros que han llegado desde Israel, disfrutar del aroma de la menta, albahaca y otras hierbas para la aromaterapia,

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descubrir las innumerables variedades de los tradicionales “chinos” o encontrarse con más de 40 variedades de palmera, como la real de casi 20 metros y la Fénix, que apenas supera los 1,5. Esto, sin dejar de lado algunas plantas muy especiales, como la Lengua de Suegra, caracterizada por las pequeñas espinas de sus bordes.

Los visitantes podrán disfrutar de una pausa en el recorrido y al final tendrán la opción de ingresar a un restaurante y comprar algunas artesanías en un local que en estos días se pone a punto en lo que fue un viejo pahuichi que data de hace más de 80 años. Hoy está remozado y exhibe algunos detalles de Las Misiones, pero sus viejas paredes y techo muestran la resistencia al paso del tiempo.

”Creemos en el país, en la región y ahora se le está dando mayor importancia al ecoturismo”, asegura Hubsch y agrega que “estamos apuntando a que esto sea un buen negocio. Estamos llenando una expectativa muy alta, pues este parque es una necesidad para ofrecer una opción”. El ingeniero considera que en Santa Cruz no hay mucho que ver. A esto se suma la falta de infraestructura y medios para consolidar el Jardín Botánico.

Los turistas no son el único objetivo, sino toda la población que debe aprender “a convivir con la naturaleza. Debemos conocerla para preservarla”, asegura Hubsch, quien tiene planeado organizar visitas para los estudiantes.

Y los planes aumentan. Ya se vislumbran algunos festivales donde se pueda mostrar lo mejor de la producción, como por ejemplo, de manga.


La flora expone toda su belleza al interior de las 14 hectáreas

BOSQUE

El bosque de tres hectáreas tiene numerosas variedades de árboles, como el serebó, la mara y el toborochi. Francisco Hubsch asegura que uno de sus objetivos es que los niños conozcan estas variedades y entiendan la importancia de preservarlas.

Frutales

Las especies frutales no pueden faltar en el lugar. Hay naranjos, limoneros, achachairú, totaí, sinini -una chirimoya tropical- y mandarinas de

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diversos tipos. Entre las flores, se puede encontrar el hermoso “Bastón del Emperador”, que ya se comercializa en la zona del Chapare, como parte del desarrollo alternativo, o diversos tipos de girasol, como uno híbrido que ha sido importado desde Israel y que combina los tradicionales pétalos de esta flor con las características de las dalias.

Los bonsais

Los bonsais serán protagonistas en los próximos días en este parque, pues a partir del 7 de septiembre se alista una exposición de 200 ejemplares, la mayoría de los cuales tiene más de 25 años. En este grupo sorprenden los pequeños ejemplares de toborochi, naranjos -incluso con sus diminutas flores de azahar-, siraricillos y otros que adornan las calles de la ciudad.

Preservación

Los ficus son un grupo aparte. Entre ellos se encuentran los gomeros, uno de los cuales llega fácilmente a los 40 metros y apenas tiene 20 años. También encontrará aquellos adecuados para el interior de su hogar, junto a una infinidad de palmeras, como la Real que adorna la Plaza Principal de la ciudad, o la Fénix que no supera los 1,5 metros.

25 años de experiencia en el desarrollo de las plantas

Viveros • El lugar cuenta con viveros y fabrica su propio humus. Habrá más animales.

Trópica Jardines marcó el inicio del Parque Ecológico Yvaga Guazu. Es una empresa de paisajismo, donde -con el paso de los años- se han establecido numerosas técnicas para el desarrollo de las plantas. Por ejemplo, hay sectores con palmeras que pueden ser trasladadas en cualquier momento al jardín de una vivienda, si así lo pide el cliente.

Al interior de las 14 hectáreas, ubicadas sobre el kilómetro 12 y medio de la Doble Vía a La Guardia, se han preservado tres hectáreas de bosques, donde los monos y pájaros reinan y los visitantes disfrutan de un lugar muy apacible, a pocos kilómetros de la ciudad. No obstante, también se ha construido un invernadero de reproducción, donde miles de plantines comienzan su desarrollo bajo temperaturas y cuidados

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especiales. La reproducción se realiza por gajos en ambientes controlados, donde por ejemplo, se pueden encontrar estufas. Dependiendo de la especie, el período de reproducción puede durar entre 30 y 60 días, momento en el cual se coloca en las pequeñas bolsas para su venta. Además, la empresa fabrica su propio humus con los desechos de la propia naturaleza, a lo que se suman las cantidades adecuadas de arena y tierra negra.

También se han creado espacios de semisombra para las variedades que no pueden tener un contacto permanente con el Sol, como las jacobinas. Existen zonas de huerto, donde hay lechugas, apio, cebollas, pimentones y zapallos. Junto a ellos, los visitantes podrán descubrir numerosas variedades de girasol, algunas de las cuales han sido introducidas desde el Japón.

Pero lo más importante son las especies nativas. Hace algunas semanas, un botánico de Nueva York visitó el lugar y descubrió tres variedades que aún no han sido clasificadas. En este momento, buscan un nombre para ellas.

Los detalles del parque

Ingreso • El parque ecológico está ubicado en el kilómetro 12 y medio de la Doble Vía a La Guardia, a mano izquierda. La visita será pagada, aunque por ahora no se ha fijado el precio de la entrada. Se formarán grupos de aproximadamente 10 personas, los que ingresarán junto a un guía que explicará en detalle qué especies se encuentran en cada sector del parque, que abarca 14 hectáreas.

Personal • Actualmente hay 23 personas, las que se dedican fundamentalmente al cuidado y desarrollo de las plantas. No obstante, cuando comience a funcionar el parque, se adicionará personal para realizar el control de los visitantes, que no podrán ingresar con alcohol y bebidas, entre otras cosas.

Venta • Hay invernaderos y espacios para la creación de plantines de las diferentes especies, los que estarán a la venta. Además, los visitantes podrán disfrutar de una maravillosa muestra de bonsais, donde se encontrará con tajibos y siraricillos de aproximadamente medio metro.