El presidente de la República, Carlos Mesa, inició las excavaciones. El proyecto durará cinco años.
“1.502 camiones podrían estacionarse en su superficie y nueve canchas de fútbol podrían ser construidas en ella”. Así, el empresario Samuel Doria Medina daba a conocer las dimensiones de la pirámide de Akapana, cuyas excavaciones fueron iniciadas ayer en el Centro Arqueológico de Tiwanaku y con la presencia del presidente de la República, Carlos Mesa.
Los más entusiastas con el inicio de los trabajos fueron los campesinos de las 23 comunidades que integran el municipio de Tiwanaku, quienes, vestidos con sus mejores galas, fueron los primeros en llegar al lugar.
Con aplausos, éstos dieron la bienvenida al “tata” Presidente, que fue recibido por jilakatas y mallkus, y declarado Huésped Ilustre por el alcalde municipal de Tiwanaku, Lino Quispe.
Pero no todo fueron aplausos. También hubo peticiones. En el acto central, que se desarrolló en la cima de la pirámide de Akapana, el jilir mallku de la Central Agraria Marka Tiwanaku, Pedro Quispe, pidió (en aymara y en español) al Gobierno apoye con más ímpetu los trabajos de excavación. “Ayúdenos, señor Presidente, a descubrir. Hay miles de cosas aquí por descubrir sobre nuestro legado y pasado”, afirmó
la autoridad campesina.
A tono con el uso del idioma andino, Samuel Doria Medina saludó a la concurrencia en aymara, para luego dirigirse a las autoridades de Gobierno: “Señores tata y mama viceministros”. El empresario pidió más celeridad en los desembolsos por parte del Gobierno y recordó cómo, en julio del 2003, se dio inicio al proyecto Cultura para el Desarrollo. “Soboce comprometió 50.000 dólares y la CAF, entonces, decidió poner tres dólares por cada dólar que Soboce pusiera”.
Mientras artesanos de la comunidad regalaban réplicas en miniatura de la pirámide de Akapana, el empresario anunció la firma de un convenio entre Soboce y la Universidad Católica Boliviana de La Paz para abrir una sucursal de la carrera de Turismo en la provincia Ingavi. “El objetivo es que 50 jóvenes originarios de Tiwanaku se gradúen como técnicos en turismo”, dijo.
El ministro de Desarrollo Económico, Horst Grebe, recordó que los trabajos de excavación, que se iniciaron ayer, no solamente generarán fuentes de empleo indirecto, sino que a su vez “formarán capacidades profesionales para que, esa gente que anteriormente se iba a la ciudad, se quede aquí y cuente con una profesión que lo dignifique”.
Por su parte, el director de la Unidad de Arqueología,
Javier Escalante, presentó los más recientes hallazgos realizados por su unidad en la pirámide. Tres grandes piezas de piedra que, según Escalante, formaban parte de los portales principales de la pirámide de Akapana, y que en dimensión serían superiores a las piezas de la Puerta del Sol.
“Sólo un país con raíces fuertes tiene posibilidad de ser un país con futuro”, dijo el Presidente en un discurso en que llamó a la reflexión a los campesinos y comunarios. “Intentemos que las reivindicaciones no se conviertan en una suerte de onda al revés. Si seguimos lanzando hondazos que se transforman en bloqueos contra nosotros mismos, perderemos todos”, señaló Mesa, quien contó una anécdota de una de sus visitas a Akapana. “Bajaba corriendo y me caí rompiéndome la clavícula, probablemente con una piedra esculpida hace más de 1.500 años”.
Las zampoñas y los bombos pusieron fin al acto central y dieron paso a la celebración. Rápidamente, los comunarios instalaron en el suelo los aguayos multicolores, donde papas, chuños, motes, quesos y carnes de llama y oveja formaron parte de una mesa gigante de donde los comensales compartieron.
La montaña sagrada contará su historia
La pirámide de Akapana era una montaña sagrada y usada como templo ceremonial.
En
su historia, la estructura fue víctima de saqueos que despojaron casi por completo la parte central de la pirámide.
Inicialmente, los trabajos de excavación iniciados ayer permitirán exponer algunos sectores de la pirámide que en este momento se encuentran semicubiertos o corresponden a áreas que deben ser expuestas por razones de preservación.
Posteriormente, se realizará una prospección superficial para determinar la presencia de rasgos en el subsuelo que denoten actividad de los habitantes tiwanakotas o que permitan identificar zonas en las que se evidencie la existencia de estructuras asociadas a Akapana.
Las excavaciones demandarán una inversión total de 160.000 dólares, recursos que serán desembolsados en un plazo de cinco años. La Corporación Andina de Fomento aportará con 90.000 dólares, el gobierno municipal de Tiwanaku lo hará con 29.000 dólares. La Sociedad Boliviana de Cemento con 40.000 y el Viceministerio de Cultura con 8.000 dólares.
70 comunarios de Tiwanaku y ocho arqueólogos trabajarán en el proyecto de excavación.
La construcción inicial de la pirámide, que cuenta con una superficie de 194 metros de ancho, 182 metros de largo y 18 metros de alto, dataría del período clásico, entre 45 a.C. al 700 d.C.
