Directores bolivianos hablan de su cine y sus condiciones

(La Paz - Bolivia.com) La Plataforma de Coproducción los reúne. La nueva generación se apodera de este espacio

Los cineastas nacionales presentes en la VI Plataforma de Coproducción del Festival de Santa Cruz, coinciden en muchos aspectos respecto a la realidad cinematográfica del país. El uso del digital, nuevos rumbos en temáticas que reflejen la cotidianidad de los bolivianos para captar su interés y profundizar en la narrativa, son aspectos que analizan.

El protagonismo actual del formato digital, que permite realizar producciones con menos recursos económicos, es uno de los puntos que sienten que beneficia sobre todo a las nuevas generaciones que comienzan y experimentan en el campo de la imagen.

Para el orureño Demetrio Nina, por ejemplo, la tecnología barata permite que las buenas ideas se plasmen. "Ya no sólo el que tiene plata produce", afirma el creador de “Autonomía”. Mientras que el cochabambino Tonchi Antezana ve al digital como el futuro del cine boliviano y el cineasta Hugo Ara recalca que más allá de la tecnología lo importante es la historia y el cómo será contada.

El darle al público historias que reflejen su realidad es otro de los compromisos que debe asumir el cine boliviano, así lo creen. No sólo el cine social-político que marcó la producción boliviana recreando y reflexionando acerca de procesos históricos, sino ahora un cine social y comprometido sí, pero más con el ser humano y su día a día, los temas que le preocupan y le afectan. En ello coinciden la productora cochabambina Alba Balderrama y el paceño Angelino Jaimes. “Temas de la gente”, dice el actor Jorge Ortiz.

“El cine tiene que ser un espejo de nuestra realidad” sostiene Ara cuando reconoce que a las carencias económicas, se suman la falta de políticas cinematográficas y espacios de formación profesional. Aunque en ambos campos se vislumbran logros.

La falta de valoración del público a las obras nacionales, también preocupa al cruceño Rodrigo Bellott. Considera que el cine boliviano necesita “más apoyo, menos crítica, más cineastas mujeres y realizadores de todo el país”.

Ven a Santa Cruz como el lugar donde puede emerger la industria cinematográfica del país.

Antezana procura que su próxima cinta se realice en Santa Cruz; Bellott, rodará “Domingos de fútbol” en esta ciudad y Nina señala que aquí están las condiciones “es productiva y concentra la economía”, dice.

Miradas: pasado, presente y futuro

Tonchi Antezana • “Con la creación del instituto cinematográfico boliviano, se trató de cambiar ese carácter de propaganda que tenía antes el cine boliviano. Gracias a los nuevos realizadores, como Sanjinés, se empiezan a hacer películas; cambiando el lado político por el social”.

Hugo Ara • “En la época de Sanjinés se ha hecho un buen intento por hacer cine más latinoamericano. Creo que estamos tratando de salir de nuestro círculo para abrirnos a las narrativas y valoro las producciones que se han hecho porque están intentando ser un reflejo de nuestra realidad”.

Demetrio Nina • “El cine boliviano de antes ha contado, sobre todo, realidades del occidente boliviano. Pero con el paso del tiempo esto ha cambiado. Obviamente, la realidad de ahora es otra, por lo tanto las historias de los filmes deben readecuarse a la actualidad en que vivimos”.

Rodrigo Bellott • “Antes se hacía muy poco cine y era sobre lo urgente, sin tiempo, con menos recursos. Ahora seguimos en un proceso de crisis terrible, pero ya se pueden ver otras temáticas”.

Angelino Jaimes • Cada cineasta está marcado por la época que vive. Sanjinés y Ruiz en su momento han tenido grandes propuestas El proceso histórico de la sociedad ha cambiado, también las condiciones de hacer cine. Ahora todo debe ser más ágil, la comunicación, el cine, la televisión tienen un ritmo más rápido. En el cine a eso ayuda la tecnología”.

Alba Balderrama • “Hasta Sanjinés y Ruiz es un cine real, contundente, obra cinematográfica. Luego, vino un grupo de cineastas que son la vieja guardia que han tropezado con dificultades económicas, institucionales, censuras. El cine contemporáneo se ha liberado de eso, también con el digital. Está creando con libertad”.