En la historia del Palacio todo muda, menos el altar a Maria

Cultura - Martes, 10 / May / 2005
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
El edificio, en el que Pedro Domingo Murillo pasó sus últimas horas de vida, tiene un helipuerto que no sirve y un garaje más amplio que las caballerizas.

Cada Presidente que llegó a ocupar el Palacio de Gobierno lo acomodó a sus necesidades. Por eso la historia de todos los cambios que se efectuaron en el inmueble es inacabable y las modificaciones incontables. Sin embargo, hay una imagen de la Virgen de Copacabana, que está encima de la puerta del segundo piso, que ningún Mandatario se animó a cambiar de lugar.

Según información proporcionada por el responsable de las visitas guiadas al Palacio y por el portal de internet del mismo, los destrozos que causó el tiempo en la estructura fueron atendidos por todos los jefes de Estado que pasaron por esas oficinas.

Algunos se dedicaron a mejorar el sistema eléctrico, otros el machimbre carcomido por la humedad, etc. Nunca faltaron cosas por arreglar en un edificio tan antiguo, cuya construcción se inició en 1551 —por indígenas de Tiahuanaco y Callapa— con 12.000 pesos enviados en préstamo por el Virrey de Lima además de contribuciones extraordinarias. La edificación fue entregada en 1562 pero, junto con la Catedral se vino abajo antes de 1830 y sólo fue repuesta hasta 1845. 30 años después, durante el gobierno de Tomas Frías el Palacio fue incendiado y se destruyó casi por completo.

Durante el último siglo, se hizo desaparecer del inmueble una peluquería, un basurero interno, el comedor y los dormitorios de los edecanes, las caballerizas, un depósito de basura y tres carceletas para condenados a muerte conocidas como “Santa Bárbara”, “San Simón” y “El Infiernillo”. En ellas esperaban la horca quienes eran ajusticiados en la plaza Murillo. Una ironía del destino ocasionó que el principal héroe de la revolución paceña, Pedro Domingo Murillo, pasara sus últimas horas de vida encerrado en "El Infiernillo", que actualmente es parte del Palacio Quemado.

En esos 100 años también se aumentó el sistema de electricidad y el de sonido, todas las conexiones informáticas para que funcionen las redes de computación y se adquirió un inmueble para construir un garaje más amplio para los vehículos.

El arte dentro del Palacio de Gobierno también fue valorado por algunos presidentes y, por ejemplo, durante las modificaciones que se hicieron en la gestión de Jaime Paz se convocó a un concurso de pintores para crear el Salón de los Retratos, donde están los rostros de todos los presidentes de Bolivia.
También Gonzalo Sánchez de Lozada le dio importancia al tema y, a mediados de su primer gobierno, mandó a pintar dos cuadros de los libertadores, realizado por Gastón Ugalde.

Estos fueron puestos en la pared del ala oeste del hall en dos oportunidades. La primera vez que el artista los llevó, según el responsable de las visitas guiadas del edificio, los cuellos de los caballos eran demasiado largos y una pierna del Mariscal Antonio José de Sucre, muy corta, por eso Ugalde tuvo que llevárselos y arreglarlos. Cada cuadro costó alrededor de 2.000 dólares.
Casi diez años después de su colocación, el presidente Carlos Mesa ordenó que las dos pinturas sean recogidas de su lugar para recibir un retoque de su autor, mientras los albañiles que trabajan en Palacio terminan de arreglar los espacios en los que estaban situadas.

El inmueble cuenta con cinco marcos de diferentes dimensiones. Los del ala oeste (donde estaban Bolívar y Sucre) tenían 2.80 metros de alto, mientras que los del ala este, 2.60. Ahora se uniformará el tamaño de los marcos para que los cuadros de los padres de la patria estén al mismo nivel.
En abril de este año, Mesa decidió aumentar una pintura más a las paredes del Palacio: el cuadro del Mariscal Andrés de Santa Cruz, que también fue elaborado por Ugalde. La pintura fue presentada al público el mismo día que se entregó el libro Santa Cruz, el cóndor indio.

El Palacio Quemado según cinco ex presidentes y el actual mandatario

1960
Víctor Paz Estenssoro


En su primer mandato, en 1952, puso un mural en el centro del Palacio y también mármol a los pisos. Mantuvo el Salón de Gabinete en el tercer piso, detrás de éste funcionaba el Despacho Presidencial. Esta disposición fue respetada por sus sucesores demócratas, Hernán Siles Suazo y Juan José Torres, porque les permitía salir del despacho directamente a las reuniones que tenían programadas con sus ministros. En su último mandato no ordenó cambios de magnitud.

1970
Hugo Banzer Suárez


Durante su gobierno de facto, Banzer mandó armar una estructura en base a dos pilares que van desde la planta baja del Palacio hasta el tercer piso del edificio, pues, entre 1976 y 1977, pretendió hacer un helipuerto en el techo de la construcción. La idea fracasó porque las dos cúpulas de la Catedral impiden el aterrizaje de helicópteros. La estructura fue convertida en una simple terraza que sirve sólo para el uso del personal de servicio que trabaja en la casa presidencial.

1990
Jaime Paz Zamora


Hizo desaparecer tres dormitorios que estaban a lado del despacho del Presidente y los convirtió en el Salón Dorado. También quitó el comedor y los dormitorios de los edecanes y los convirtió en el despacho de su secretario privado. Luego convocó a un concurso de pintores para retratar a 66 ex mandatarios y, en 1992, hizo el Salón de los Retratos. Cambió de lugar el Despacho Presidencial, del tercer piso al segundo y mudó de sitio el salón donde se reunía con sus ministros.

1995
Gonzalo Sánchez de Lozada


Durante su primer gobierno, el Presidente Sánchez de Lozada mandó a colocar en la pared del ala oeste de la planta baja del Palacio Quemado, flanqueando la puerta principal, las pinturas con las imágenes de los libertadores Simón Bolívar y Antonio José de Sucre, montados en caballos y con sus uniformes militares. Estas tuvieron un costo aproximado de 2.000 dólares cada una y el pintor que las realizó fue Gastón Ugalde. En su segunda gestión no hizo más retoques dentro del Palacio.

2000
Jorge Quiroga Ramírez


Durante el año que le tocó asumir la presidencia, arregló el cableado de electricidad y de los sistemas telefónicos e informáticos. Ordenó abrir un ingreso para las personas por la calle Ayacucho, en un espacio que antes era utilizado como depósito. También dispuso la construcción de oficinas en el garaje, y llevó la Galería de Presidentes a la planta baja, para devolverle su tradicional ubicación, en el tercer piso, al Salón de Gabinete y, detrás, al Despacho Presidencial.

2005
Carlos Mesa Gisbert


Reorganizó los salones de la planta baja y está uniendo las oficinas de la Dirección de Comunicación con la Sala de Conferencias en el ala norte; mientras que en el ala sur se construirá un salón de reuniones para recibir a más de 15 personas que necesiten hablar con el Presidente o con el Ministro de la Presidencia. Además puso al Mariscal Andrés de Santa Cruz en la pared del ala este del Palacio Quemado, vestido con ropa de civil y frente a Bolívar y Sucre.
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