(Santa Cruz - El Nuevo Día)
La magia de Floricienta envolvió a Santa Cruz. Cuando el “Tic Tac” del reloj marcó las 20.30 horas, el cuento de la “Cenicienta” moderna, Floricienta, se empezó a descubrir.
Luego de una intensa jornada de espera, los más de 25 mil espectadores -la mayoría niños-que se dieron cita al estadio “Tahuichi” vieron cómo la magia y la fuerza del grito “Floricienta, Floricienta” dio inicio al relato de la historia de amor entre Flor y su príncipe azul.
Para entonces la amenaza de lluvia, la mojazón que sufrieron algunos en horas de la tarde y los rostros agotados por la espera se habían cambiado por enormes sonrisas y miradas cómplices entre padres e hijos.
La ídolo de los niños llegó al escenario en un tren cargado con toda su banda y el ritmo de la canción que lleva su nombre.
Y mientras Greta (la niñera en la novela) le contaba el cuento de Flor a Tomás (hermano de Federico en historia), el gigantesco escenario instalado con una semana de anticipación cambiaba de rostros. Trapecistas, bailarines y actores subieron y bajaron del techo del castillo de Floricienta demostrando la versatilidad y la calidad del espectáculo argentino.
Una fuente de agua sorprendió al público, principalmente al del área VIP, cuando dejó caer enormes chorros de agua en medio de la canción “Pobre los ricos”. El final llegó cuando Flor logró cumplir su sueño: casarse con su príncipe azul. Luces, papeles picados y fuegos artificiales brindaron en el cielo por la pareja y el público boliviano, “divino”, según dijo Flor al decir adiós.
Una jornada de cuentos con un final feliz
Conferencia con restricciones. El jefe de comunicación del espectáculo argentino dijo que estaba prohibido el ingreso de niños a la conferencia de prensa; de a una pregunta por periodista, prohibido pedir saludos y autógrafos y todos los periodistas debían ingresar al recinto mostrando la credencial de su respectivo medio de comunicación.
En el cuarto de la productora. La pieza de Cris Morena, productora y creadora de Floricienta, fue acondicionada para la conferencia de prensa que primero estaba fijada para realizarse en el salón Cabildo del hotel Los Tajibos.
Susto para los niños. Uno de los guardias de seguridad de Floricienta asustó a los niños que llegaron hasta el hotel Los Tajibos para ver a su ídolo. Luego de conocerse que uno de los requisitos para realizarse la conferencia de prensa era “no niños” y ante el movimiento de estos uno de los guardias -el más grande de todos- grito “dije que sin chicos”, por lo cual muchas madres y periodistas se molestaron argumentando de que el personaje argentino se debe a los niños por lo cual no era justo que se les grite de esa forma.
El privilegio de la prensa. Algunos periodistas fueron a cubrir la conferencia de prensa de Floricienta con sus hijos. Pero como la orden fue “no niños” el privilegio sólo lo ganó la hija del periodista Pedro García, quien preguntó a Florencia Bertotti “si podía recibir a unos niños que eran sus fans y que le iban a bailar una canción”, al tener una respuesta positiva y entusiasta de la actriz llamó a su hija, acompañada de un amiguito. “Flor” se dio cuenta del parecido físico con el padre y descubrió que era su hija. Pero el periodista no se coloreó.
Seguridad. Se dispusieron más de 600 efectivos policiales, entre guardias privados y la Policía Militar. Muchos de estos se olvidaron de que estaban trabajando y simplemente disfrutaron del espectáculo. Afortunadamente no hubo problemas.
Revendedores hasta el final. Minutos antes de que terminara el show los revendedores seguían afuera del “Tahuichi” intentando vender sus boletos al doble a la gente que aún tenía las esperanzas de entrar a ver a Floricienta.
No todos aguantaron hasta el final. Algunos padres de familia se llevaron a sus niños antes del final del cuento porque sus hijos ya estaban con sueño y cansados.
La magia de Floricienta envolvió a Santa Cruz. Cuando el “Tic Tac” del reloj marcó las 20.30 horas, el cuento de la “Cenicienta” moderna, Floricienta, se empezó a descubrir.
Luego de una intensa jornada de espera, los más de 25 mil espectadores -la mayoría niños-que se dieron cita al estadio “Tahuichi” vieron cómo la magia y la fuerza del grito “Floricienta, Floricienta” dio inicio al relato de la historia de amor entre Flor y su príncipe azul.
Para entonces la amenaza de lluvia, la mojazón que sufrieron algunos en horas de la tarde y los rostros agotados por la espera se habían cambiado por enormes sonrisas y miradas cómplices entre padres e hijos.
La ídolo de los niños llegó al escenario en un tren cargado con toda su banda y el ritmo de la canción que lleva su nombre.
Y mientras Greta (la niñera en la novela) le contaba el cuento de Flor a Tomás (hermano de Federico en historia), el gigantesco escenario instalado con una semana de anticipación cambiaba de rostros. Trapecistas, bailarines y actores subieron y bajaron del techo del castillo de Floricienta demostrando la versatilidad y la calidad del espectáculo argentino.
Una fuente de agua sorprendió al público, principalmente al del área VIP, cuando dejó caer enormes chorros de agua en medio de la canción “Pobre los ricos”. El final llegó cuando Flor logró cumplir su sueño: casarse con su príncipe azul. Luces, papeles picados y fuegos artificiales brindaron en el cielo por la pareja y el público boliviano, “divino”, según dijo Flor al decir adiós.
Una jornada de cuentos con un final feliz
Conferencia con restricciones. El jefe de comunicación del espectáculo argentino dijo que estaba prohibido el ingreso de niños a la conferencia de prensa; de a una pregunta por periodista, prohibido pedir saludos y autógrafos y todos los periodistas debían ingresar al recinto mostrando la credencial de su respectivo medio de comunicación.
En el cuarto de la productora. La pieza de Cris Morena, productora y creadora de Floricienta, fue acondicionada para la conferencia de prensa que primero estaba fijada para realizarse en el salón Cabildo del hotel Los Tajibos.
Susto para los niños. Uno de los guardias de seguridad de Floricienta asustó a los niños que llegaron hasta el hotel Los Tajibos para ver a su ídolo. Luego de conocerse que uno de los requisitos para realizarse la conferencia de prensa era “no niños” y ante el movimiento de estos uno de los guardias -el más grande de todos- grito “dije que sin chicos”, por lo cual muchas madres y periodistas se molestaron argumentando de que el personaje argentino se debe a los niños por lo cual no era justo que se les grite de esa forma.
El privilegio de la prensa. Algunos periodistas fueron a cubrir la conferencia de prensa de Floricienta con sus hijos. Pero como la orden fue “no niños” el privilegio sólo lo ganó la hija del periodista Pedro García, quien preguntó a Florencia Bertotti “si podía recibir a unos niños que eran sus fans y que le iban a bailar una canción”, al tener una respuesta positiva y entusiasta de la actriz llamó a su hija, acompañada de un amiguito. “Flor” se dio cuenta del parecido físico con el padre y descubrió que era su hija. Pero el periodista no se coloreó.
Seguridad. Se dispusieron más de 600 efectivos policiales, entre guardias privados y la Policía Militar. Muchos de estos se olvidaron de que estaban trabajando y simplemente disfrutaron del espectáculo. Afortunadamente no hubo problemas.
Revendedores hasta el final. Minutos antes de que terminara el show los revendedores seguían afuera del “Tahuichi” intentando vender sus boletos al doble a la gente que aún tenía las esperanzas de entrar a ver a Floricienta.
No todos aguantaron hasta el final. Algunos padres de familia se llevaron a sus niños antes del final del cuento porque sus hijos ya estaban con sueño y cansados.
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