Dos lenguas desaparecen cada semana

Cultura - Jueves, 23 / Feb / 2006
 
(Santa Cruz - El Nuevo Día)
Bolivia.com
En Bolivia, los desplazamientos físicos y el escaso número de integrantes de un grupo cultural, son algunas causas de la extinción de las lenguas.

El último informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Unesco, presentado en el marco de la sexta celebración del Día Internacional de la Lengua Materna, da cuenta del peligro de extinción que corren más de la mitad de las 6.000 lenguas que se hablan en el mundo.
Koichiri Matsuura, director general de la Unesco, indicó que en el mundo desaparecen dos lenguas por semana, en una conferencia sobre diversidad lingüística y las dificultades que tienen minorías de las Américas, Asia y África para preservar sus lenguas. “Cuando se extingue una lengua, desaparece con ella un concepto del mundo”, comentó Matsuura.

En Bolivia, la situación de las lenguas no está ajena a lo que sucede con el resto del mundo. En este caso, el castellano como lengua dominante, va limitando el espacio de conocimiento de las lenguas nativas.

Un estudio realizado por el antropólogo jesuita Xavier Albó, publicado en su obra "Bolivia plurilingüe. Guía para planificadores y educadores", de 1996, da cuenta clara de esta situación. Mientras se produce un descenso en el habla de las lenguas originarias, la difusión y aprendizaje del castellano se viene incrementando entre la población indígena. El estudio refleja que entre 1976 y 1996, aumentó en un 8.6 % el número de personas que saben hablar castellano, mientras que aquellos que están en condiciones de hablar quechua o aymara descendió en el lapso citado, entre un 5.4 por ciento y 5.8 por ciento.

Por su parte, el responsable del Museo Etno-Folclórico de Santa Cruz, Damián Vaca, basa las causas de estos resultados en la necesidad que tienen muchos integrantes de los diferentes grupos étnico-culturales que existen en Bolivia, de integrarse a las zonas urbanas en búsqueda de subsistencia, por lo que van incorporando el español en detrimento de su lengua materna originaria.

Asimismo, los programas educativos no contemplan la diversidad de lenguas e, incluso, los maestros que son destinados a las comunidades donde realizan su año de provincia, son de origen urbano y desconocen, en su mayoría, las lenguas locales.

También hay que tener en cuenta que algunos grupos culturales son integrados por un mínimo número de personas, como los pauserna o pacahuara, que habitan en el norte de Beni, motivo por el cual con esas pocas familias que quedan se acaba la lengua.

En otros casos, como el de los urus del occidente, su lengua uru original fue absorbida por lenguas dominantes como el quechua o el aymara.
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