Aguas Termales de Oruro amenazadas por desmontes, actividad minera y mal uso

Miércoles, 15 / Feb / 2012
Bolivia.com
 
(PIEB)
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El estudio denominado: “Junt’uma. Aguas termales en el departamento de Oruro”, revela que la mayoría de las 35 fuentes termales distribuidas en 24 zonas se encuentran en estado natural, pero al menos en tres de ellas corren el riesgo de desaparecer por completo debido a la actividad minera, desmontes y al mal uso del recurso por parte de los comunarios.

El trabajo realizado por los investigadores Verónica Llanque, Limberth Taquichiri, Maira Cayetano y Marco Zabala auspiciado por el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA) ubica a las aguas termales en su importante sitial dentro de la realidad ecológica, cultural y turística. Fue recientemente publicado y Latina Editores.

“Las aguas termales han sido soslayadas por las autoridades de turno, ignorando –por completo- sus bondades y beneficios, los cuales desde un punto de vista económico pueden reproducir y multiplicar ingentes beneficios para la jurisdicción, desde el trazo enteramente turístico hasta el plano concretamente cultural”, señala el estudio.

La antropóloga Verónica Llanque señala que la mayoría de las fuentes de aguas termales se encuentran en estado natural, pero aquellos ojos ubicados por ejemplo, en Aguas Calientes y K’ara Baños en la provincia Pantaleón Dalence corren serio riesgo de desaparecer al igual que aquellas fuentes de agua ubicadas en la provincia Poopó.

En el caso de la provincia Poopó dice la investigadora, que la amenaza principal es que las aguas termales desaparezcan principalmente por la actividad minera, ya que varios ojos se encuentran situados cerca de las minas o dentro de ellas, y en su contacto con los minerales y los residuos “las aguas salen calientes pero contaminadas”.

El uso de dinamitas sin estudios técnicos previos por parte de los comunarios de Aguas Calientes en Challapata también provocó el taponamiento de los ojos de las aguas termales, en lugar de aumentar el caudal de las aguas, como pretendían.

Los desmontes cerca de las fuentes de las aguas termales también se constituyen en una amenaza seria debido a que toneladas de tierras van a parar en los ojos de agua y terminan por tapar los pozos naturales.

“Pero también hay contaminación por el lavado de ropa que realizan los comunarios en los ojos de agua cercanos”, señala la investigadora.

“Existen otros sitios amenazados; hay varios para nombrar que incluso tienen infraestructura y una actividad muy importante, como las aguas termales de Sajama que cuenta con piscina, vestidores y todo. La mayoría son pozas naturales y los únicos que aprovechan son los comunarios del lugar para lavar ropa o para la medicina natural”, señala.

Oruro es el único departamento del país que realizó la inventariación de sus aguas termales y se estima cuenta con la mayor cantidad y variedad de ellas. Entre los balnearios más conocidos se encuentran los de Obrajes, Capachos y Urmiri. Seis de sus balnearios se encuentran dentro de circuitos turísticos.

A las aguas termales se les atribuye un sinnúmero de propiedades. En cuanto a los efectos físicos, por encima de la temperatura “indiferente” 34º a 36º, el agua termal aplicada sobre el cuerpo en forma de baño, sauna de vapor, fomentos, lodos, chorros o piscina, provoca una acción vasodilatadora que ejerce efectos sedantes y analgésicos inmediatos con aumento del trofismo muscular. En la piscina, la movilidad del cuerpo es más fácil, produce reacciones de presión y masaje.

Acerca de los efectos químicos y biológicos, el agua termal contiene sales minerales en disolución; algas en suspensión e incluso en algunos manantiales radioactividad, que por mecanismos desconocidos pueden provocar reacciones químicas y biológicas favorables.

Como función social, la cura balnearia puede servir además en otras circunstancias, para comenzar un programa de fisioterapia para recuperarse después de la cirugía.

Contacto: verinelia@hotmail.com
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