En música, el balance entre lo complejo y lo predecible invita a la danza

Los patrones de percusión en los que la complejidad musical se balancea con un ritmo predecible influyen en el disfrute de la música y el deseo de bailarla, según una investigación difundida en Public Library of Sciences ONE.

Bolivia.com
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Los patrones de percusión en los que la complejidad musical se balancea con un ritmo predecible influyen en el disfrute de la música y el deseo de bailarla, según una investigación difundida en Public Library of Sciences ONE.

El moverse al compás de la música "es un placer humano esencial relacionado particularmente con el 'groove' musical", según el equipo investigador encabezado por Maria A. G. Witek de la Facultad de Música en la Universidad de Oxford, Reino Unido.

"Groove" es la sensación que a la música aporta la sección rítmica de una orquesta o banda, incluidos la batería, el bajo o contrabajo, la guitarra y los teclados, y que incita al movimiento.

Desde el punto de vista estructural la música asociada con el 'groove' se caracteriza a menudo por la complejidad rítmica en forma de la síncopa que se observa en estilos como el funk, hiphop y la música electrónica bailable", agregó el estudio en el cual colaboraron investigadores de la Universidad Aarhus y la Academia Real de Música de Dinamarca.

Muchos estudios han indicado que la complejidad estructural se relaciona con el efecto positivo de la música en términos más amplios pero, añadieron los investigadores, "la función de la síncopa que causa el placer y el movimiento corporal en el 'groove" no se conoce".

En otros términos ¿qué hay en algunos tipos de música que hace que queramos movernos y por qué el moverse causa gozo?

Los investigadores hicieron una encuesta por internet con más de sesenta participantes de todas partes del mundo que escucharon cincuenta secciones de percusión de música funk con grados diversos de síncopa y luego calificaron el grado en que esos ritmos les incitaron a bailar y fueron placenteros.

Los participantes, contactados en países de Europa, Oceanía, África, América y Asia, tenían edades entre los 17 y los 63 años.

Cada sección de 16 segundos consistió de una frase de dos barras repetidas cuatro veces a un compás de cuatro por cuatro a 120 pulsaciones por minuto.

Las síncopas ocurrieron en configuraciones variadas.

"El placer y las respuestas emocionales a la música se han vinculado con la expectativa y la anticipación", explicaron los autores, añadiendo que "por ejemplo, la capacidad de la música para causar escalofríos es resultado de la violación de las expectativas estructurales".

Asimismo, la capacidad de los humanos para percibir la regularidad en el ritmo, aún cuando el ritmo mismo no sea uniformemente reglar, se apoya en el mecanismo de la percepción de medidas, añadió el estudio.

La síncopa "es una de las formas más estudiadas de la complejidad rítmica en la música, y puede definirse como un acontecimiento rítmico que viola las expectativas métricas de quien la escucha", según el artículo.

Sobre la base de los resultados de su encuesta los autores indican que el escuchar patrones de percusión rítmica con un grado medio de síncopa causa un deseo de moverse mayor y más placer, particularmente entre los participantes que de todos modos disfrutan bailando. EFE