Lo que no debe dejar de conocer si visita La Paz Maravillosa

Diversión, actividades culturales, incomparables paisajes, gastronomía y una serie de únicos parajes: es parte de lo que ofrece la Ciudad Maravillosa a sus visitantes.

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Diversión, actividades culturales, incomparables paisajes, gastronomía y una serie de únicos parajes: es parte de lo que ofrece la Ciudad Maravillosa a sus visitantes.

La Paz es una de las ciudades más bellas del mundo, ya que en ella se puede encuentrar de todo: deliciosa gastronomía, gran vida nocturna, diversos climas, joyas de la arquitectura y la arqueología, una riqueza inigualable en cuanto a flora y fauna, tesoros naturales, paisajes que parecen de otros planetas y, por supuesto, la calidez y grandeza de sus habitantes.

En cada esquina hay algo que conocer o degustar y los cinco sentidos de los visitantes pueden incluso vivir una “explosión sensorial”. Para que la experiencia sea mejor y placentera, la Agencia Municipal de Desarrollo Turístico La Paz Maravillosa realizó un listado de 50 recomendaciones que no debe dejar pasar si usted se encuentra en esta ciudad.

La noche paceña seduce a propios y extraños y los paisajes naturales de las montañas y de los parques emocionan a los visitantes. La culinaria no se queda atrás. Los sabores engríen los paladares, incluso a los más refinados. La historia también tiene un punto alto en esta ciudad fundada en 1548. Los edificios de la Colonia y los templos se fusionan con un paisaje citadino, con altos edificios y plazas emblemáticas.

Gastronomía de altura

En La Paz puede encontrar desde alimentos y bebidas tradicionales como el anticucho, api o chairo, entre muchos otros manjares típicos, hasta restaurantes de alta cocina que fusionan productos bolivianos con la comida gourmet.

Una de las facetas más reconocidas del municipio de La Paz es su gastronomía tradicional declarada patrimonio. Fueron reconocidos por la Comuna 22 alimentos y bebidas tradicionales vigentes como el anticucho, api, apthapi, chairo paceño, chicha morada, chocolate, fricasé de cerdo, helado de canela, huminta, k’isitas, llajwa, picana de Navidad, pito de cañahua, plato paceño, puchero de Carnaval, k’ispiña, queso humacha, salteña, sándwich de chola y el thimpu de cordero y el pan “marraqueta”. La marraqueta fue declarada patrimonio cultural e histórico de La Paz por la Gobernación en 2006.

Otras delicias paceñas son la llaucha, una empanada rellenada con queso; y bebidas como el mate de coca que se la bebe como estimulante, energizante y como alivio casero al mal de altura y el té con té, antiguamente preparada con sultana, clavo de olor, canela y pisco. Es servida durante la tradicional verbena de La Paz.

La Paz también cuenta con restaurantes de primera como Gustu, que está situado en el puesto 14 de los mejores restaurantes de Latinoamérica y Ali Pacha, que propone una experiencia de cocina de autor basada en productos vegetales propios de Bolivia.

Referente del turismo cultural

La Paz ofrece una infinidad de festividades culturales, según la época de año. Por ejemplo, cada 24 de enero se celebra la fiesta de la Alasita que consiste en comprar miniaturas de todo lo que se desea conseguir en el año. Y entre febrero y marzo se celebra el carnaval paceño que ofrece farándulas, corsos y entradas folklóricas. Sus personajes centrales son el pepino y el ch’uta.

El último sábado de mayo se celebra la entrada del Señor Jesús del Gran Poder, también denominada Fiesta Mayor de los Andes. Es una celebración religiosa en la que más de 35 mil bailarines y músicos, danzan al compás de diversos ritmos folklóricos, entre morenda, diablada, caporales y kullawada.

Cada 21 de junio, se celebra también el Año Nuevo Andino Amazónico que coincide con el comienzo del ciclo agrícola. Se festeja con rituales, mesas o altares, entradas de danzas autóctonas, cánticos y bailes, para recibir los primeros rayos del sol. Otra festividad es la de Todos Santos que se extiende por todo el territorio boliviano cada 2 de noviembre. Su esencia está marcada por la llegada de los ajayus o almas de los difuntos. Posteriormente, cada 8 de noviembre se realiza la fiesta de las Ñatitas. Una práctica conocida como el culto y veneración a las calaveras.

Si no coincides con estas fechas, también puede ver como se hace la lectura de coca, un método adivinatorio milenario y de práctica extendida en toda Bolivia, o un ritual a la Pachamama (Madre Tierra). Generalmente, se la realiza el primer viernes de cada mes, el martes de Carnaval y en agosto, con el fin de pedir protección y bendición para la familia, el amor, el trabajo y los negocios.

La ciudad cuenta también con museos que son una reliquia histórica como el Museo Casa de Murillo ubicado en la calle Jaén que guarda la memoria del cabecilla de la revolución paceña de julio de 1809, Pedro Domingo Murillo; o el Museo de Etnografía y Folklore de Bolivia situado en la calle Ingavi. En sus salas se exhiben piezas arqueológicas de las culturas Chipaya y Uru, textiles, arte plumario, máscaras de danzas bolivianas y una videoteca con trabajos de investigación especializada.

También puede visitar el Museo de la Coca, ubicado en la calle Linares, para conocer la historia de la planta de coca en Bolivia.

Lugares para convivir con la naturaleza

A sólo un par de horas de La Paz, se encuentran lugares donde se puede hacer alpinismo, senderismo, natación y otras actividades más, para aprovechar la naturaleza.

Los más cercanos son el Valle de la Luna, ubicado en Mallasa, ofrece al visitante un espectáculo incomparable, debido a formaciones rocosas de arcilla grisácea que simulan un paisaje lunar; y la Muela del Diablo, un mirador natural que posee una elevación rocosa monolítica natural de 150 metros de altura.

Elementos únicos

La identidad del pueblo paceño se traduce en la herencia del mestizaje, representada en la chola paceña.

Otro elemento único de la ciudad son los educadores urbanos conocidos como Cebras, unos personajes encargados de llevar tareas de educación vial y cultura ciudadana a la población.

Al listado se suma el imponente Illimani, un nevado que forma parte de la Cordillera Real, a 6.462 metros sobre el nivel del mar.

Sin duda, la ciudad vista de noche es un espectáculo distinto y esta emoción se refleja en la vida nocturna en las tradicionales zonas de Sopocachi, Centro y Sur.

Planifica actividades turísticas en el área urbana de La Paz

Una actividad infaltable en la ciudad es transportarse en un bus Pumakatari, y sin duda también, en el teleférico que une las ciudades de La Paz y El Alto.

Olvide las prisas y las preocupaciones. Le proponemos un recorrido a dos principales miradores. El del Montículo, ubicado en Sopocachi y el mirador de Killi Killi, ubicado en el barrio de Villa Pabón desde donde se puede apreciar la ciudad con un alcance de casi 360°.

Si a usted le gusta la adrenalina y el vértigo, entonces debería hacer rapel urbano desde el piso 17 del Hotel Presidente, ubicado en la calle Genaro Sanjinés, esquina Potosí.

AMN