YouTube: Novena a la Madre Laura Montoya, día 5
Colombia tiene Santa y es la Madre Laura Montoya de la cual celebraremos su fiesta con la Novena y aquí te la dejamos.
Colombia tiene Santa y es la Madre Laura Montoya de la cual celebraremos su fiesta con la Novena y aquí te la dejamos.
Novena a Santa Laura Montoya
Por la señal de la Santa Cruz, Amén.
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Oración para todos los días:
Padre Eterno que Creaste a Santa Laura de Santa Catalina. Hijo de Dios que la redimiste con tu sangre preciosa.
Espíritu Santo que la enriqueciste con tus preciosos dones. Oh, Augusta Trinidad: Humildemente postrados ante tu divina presencia, te suplicamos por intercesión de Santa Laura, nos concedas el remedio de estas necesidades.
Así mismo te pedimos la gracia de vivir toda nuestra vida a la luz del Evangelio, siguiendo el ejemplo de la Santa Madre Laura. De tal manera que con nuestro testimonio de amor a Dios y de generosidad con nuestros hermanos, atraigamos a muchos a una viva experiencia de Dios, que es Padre de todos.
Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo que vive y reina contigo, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.
DÍA QUINTO
TENGO SED
“Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba cumplido, exclamó. Tengo sed. Había allí una vasija llena de vinagre. Sujetaron a una rama de hisopo, una esponja empapada en vinagre y se la acercaron a la boca".
San Juan 18, 28-29.
La Madre Laura les dio como lema a sus hijas esta queja del Señor en la cruz. Por tal razón había escrito: “Dos sedientos, Jesús mío: Tú de almas y yo de saciar tu sed. ¿Qué nos detiene pues?".
Este deseo ardiente de hacer conocer a Jesucristo, para que todos los amen y orienten su vida según el Evangelio, ha sido comparado por muchos santos a la sed que Jesùs tuvo en la cruz. Sed que la Madre Laura explica en sus escritos.
El amor ha de ser el motivo de todas las tareas de sus religiones. De igual manera los cristianos auténticos han de estar impulsados a todas horas por el amor. Amor a Dios en primer lugar. Cuando le conocemos, cuando sabemos que nos ama infinitamente, que envió a su Hijo a la tierra, no podemos menos de sentir su presencia en nuestra vida. Lo recordamos a todas horas. Pero a la vez, deseamos compartir esta maravillosa experiencia con muchos otros hermanos. Esta sed fue la que ardió en el corazón de la Madre Laura, en su anhelo continuo de llevar a Dios a los indígenas.
Igualmente, a cada uno de nosotros, si empieza a descubrir en el corazón su condición de hijo del Padre de los cielos, se le vuelve indispensable contarlo, compartirlo, trabajar para que Cristo sea conocido por todos. Y esto lo realizamos con el ejemplo, la palabra y esa confianza en Dios que podemos compartir con muchos otros, mientras vamos de camino.
GOZOS
Al presentarte nuestros ruegos, venimos llenos de confianza:
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.
I
Madre y maestra de los indios de nuestra selva americana: Vuelve a enseñarnos los caminos de tus intrépidas andanzas.
Y Así la luz del Evangelio llegue por cerros y cañadas, a redimir a los cautivos de la pobreza y la ignorancia.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura.
II
Ante el asombre de tus ojos, la turba inquieta y afanada de las hormigas un secreto de amor, te dijo sin palabras.
Y desde entonces la ternura de Dios, inmensa y desbordada sobre los buenos y los malos, con suaves ardor te abrasó el alma.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
III
Tú que supiste de pobreza y también fuiste desplazada, mira el dolor de tus hermanos en esta patria colombiana.
Haz que florezca entre nosotros aquella paz tan anhelada, en la justicia y el progreso que como hermanos nos igualan.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
IV
Un acendrado y fiel cariño a la señora Inmaculada, marcó tus días y noches, le dio certeza a tu esperanza.
Su amor fue siempre el santo y seña de tus empresas arriesgadas, su nombre dulce y melodioso entre los tambos se escuchaba.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
V
Si las serpientes y las fieras por el poder de tu plegaria, como predijo el evangelio, pacificaron su acechanza: Líbranos hoy de los peligros que por doquier nos amenazan a quienes vamos de camino hacia la fiesta de la patria.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
VI
Tu corazón en carne viva, porque “los indios son mi llaga", contagie a todos tu angustia por tanta gente marginada.
Haznos sentir la sed de Cristo que dio vigor a tu constancia, en las tareas de su Reino de amor y bienaventuranza.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
VII
A los discípulos de Cristo, tu gesta heroica nos señala la ruta audaz del evangelio hacia regiones muy lejanas.
Transforma nuestro continente que ya es iglesia misionada, en una iglesia misionera de leve alforja y sandalias.
Tu celo ardiente y generoso danos a todos, Madre Laura
Oración final
Dios, Padre misericordioso, que elegiste a la Santa Laura Montoya para despertar en la iglesia el sentido misionero, especialmente hacia las comunidades marginadas de la sociedad.
Concédenos que podamos imitarla en su actitud contemplativa y en la búsqueda constante de la salvación de los hermanos.
Danos la gracia de una conversión sincera al Evangelio y así un día florezca entre nosotros una paz justa y duradera, por el progreso de todos, especialmente de los más necesitados.
Además, rogamos por los méritos de la Santa Madre Laura, el remedio de estas necesidades…. si es para tu mayor gloria y nuestra salvación.
Por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
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