Adelgazar y aprender a comer, Método por intercambios

 El “Método por intercambios”, una fórmula que emplean destacados especialistas en nutrición, ofrece una dieta mediterránea equilibrada y nos enseña hábitos de vida saludables. 

 El “Método por intercambios”, una fórmula que emplean destacados especialistas en nutrición, ofrece una dieta mediterránea equilibrada y nos enseña hábitos de vida saludables. 

Los productos o suplementos de adelgazamiento no forman parte del “Método por intercambios”. Tan solo la dieta mediterránea basada en alimentos como frutas, verduras, pescado, frutos secos o aceite de oliva, y complementada con ejercicio físico y motivación psicológica.

Pero esta dieta no ofrece menús cerrados, sino en un intercambio entre seis grandes grupos de alimentos sin prohibir ninguno de ellos:

  • Hidratos de carbono: pan, pasta, arroz, legumbres, patata..pero también bebidas azucaradas y alcohólicas y bollería.
  • Proteínas: carnes, pescados, huevos..y se incluyen los frutos secos y el queso.
  • Grasas: aceites, mantequillas, mayonesa e, incluso, frutos más grasos como el aguacate.
  • Lácteos: leche, yogur, queso fresco, cuajada…
  • Verduras y hortalizas.
  • Frutas.

“El método permite a la persona establecer sus propios menús pero con un aprendizaje previo del sistema que le ayude a gestionar sus hábitos alimentarios, siempre en relación con el tipo de ejercicio y el modelo de vida”, explica la doctora Joima Panisello, vicepresidenta segunda de la Asociación Método por Intercambios que nació en septiembre de 2014.

Esta asociación, presidida por Clotilde Vázquez, jefa de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid, está integrada por reconocidos endocrinos, nutricionistas, internistas, psicólogos y profesionales de la actividad física.

¿Cómo funciona este método?

Este programa de alimentación es un sistema abierto que permite elegir los alimentos según los gustos de cada persona y adaptándose con flexibilidad a cada momento: un restaurante, el almuerzo en el trabajo o en casa.

“A la persona le damos la posibilidad de ser autónoma, tras pasar por una época de aprendizaje. Puede aplicarlo tanto en su vida diaria como en actos sociales. Le enseñamos a comer. El objetivo es acompañarle para luego dejarle volar solo”, apunta Panisello.

El método consiste en planificar intercambios o unidades de alimentos equilibrando los hidratos de carbono, proteínas, grasas, lácteos, verduras y frutas a lo largo del día y en función de las necesidades calóricas de cada persona.

El primer paso es que el especialista realice una historia clínica del paciente con sobrepeso u obesidad; conocer si sus impulsos para comer son una respuesta a factores psicológicos; cómo es su actividad física y otros hábitos de vida con el fin de fijar un gasto calórico ajustado y planificar su dieta repartida, en general, en cinco comidas al día y combinada con un ejercicio físico reglado.

El paciente se regirá por una tabla de alimentos donde se muestran las equivalencias de los “intercambios” en alimentos, una elección visual sin necesidad de pesar.

Por ejemplo: si debe tomar en el desayuno 1 ración de lácteos, otra de hidratos de carbono y otra fruta podrá escoger los alimentos y cantidad correspondientes de la tabla.

Además, puede controlar su dieta a través de una plataforma digital donde hace un seguimiento de los alimentos ingeridos y recomendados. El sistema determina qué alimentos de un mismo grupo, en cantidades proporcionales, tienen el mismo valor nutricional.

La compensación

 

Una de las características del Método por Intercambios es la compensación. Si en la comida o la cena se ha cometido algún exceso como, por ejemplo, tomar más raciones de hidratos de carbono de las recomendadas, siempre se puede compensar reduciendo, no eliminando, las siguientes tomas de alimentos de esos grupos.

Y para eso el paciente debe tener claro a qué grupo pertenecen los distintos alimentos que consume.

“Esto es lo de toda la vida, pero antes se hacía más fácilmente porque en casa de las abuelas se sabía que se iba a comer cada día: un día legumbres, otro pescado, otro carne…Qué plato tocaba con los alimentos de temporada. Era un estilo de vida más regular que el actual”, señala Joima Panisello, también doctora del Servicio de Medicina Interna del Policlínico San Carlos.

 

 

 

Ejercicio y apoyo psicológico

 

La actividad física es un pilar fundamental en este método. Ayuda a quemar las calorías consumidas además de ser un hábito de vida saludable.

El ejercicio físico en este método también se mide por intercambios en función de la intensidad y características de cada actividad física y deportiva.

Pero si la actividad física es importante, la motivación psicológica también lo es. “Es necesario ayudar a reconocer y gestionar las emociones. Hay personas que no saben que comen por nerviosismo o por aburrimiento”, explica la doctora.

Pero también es importante situar a la persona en la fase en la que se encuentra dentro de esa “rueda del cambio” de su vida. No es lo mismo si está en la fase contemplativa, donde se plantea adelgazar pero no ha empezada a actuar, que en la fase de acción o incluso en la de recaída donde necesita apoyo para volver a la senda. 

Principios del “Método por intercambios”

  1. El objetivo de un tratamiento nutricional es mejorar la salud del paciente.
  2. Una dieta que mejore la salud, tiene que ser equilibrada, variada y suficiente.
  3. Las dietas deben diseñarse por profesionales de la salud y deben contar con la participación y la capacidad de decisión del paciente.
  4. Una dieta no debe tener carencias ni excesos de nutrientes, ni debe prohibir grupos de alimentos.
  5. Si una dieta es equilibrada, no necesita productos, pastillas o suplementos.
  6. Adelgazar no es sólo perder peso: debe reducir el exceso de grasa y no de masa muscular.
  7. Una dieta adecuada se puede mantener durante toda la vida, porque es sencilla, flexible y te enseña a compensar las excepciones e imprevistos.
  8. Una dieta que te hace pasar hambre no es adecuada.
  9. Es objetivo de un nutricionista es que sus pacientes no tengan que volver.
  10. Un tratamiento de adelgazamiento siempre incluye ejercicio físico personalizado.
  11. Un plan de ejercicio físico debe ser motivador para el que lo realiza.
  12. Un programa de adelgazamiento precisa de apoyo psicológico. EFE