La calorimetría indirecta “nos aproxima a un tratamiento con éxito” en la pérdida de peso

Con la intención de recuperar la figura tras el verano muchas personas inician “dietas milagro” que pueden poner en peligro su salud. Antes de lanzarse a lo desconocido métodos como la calorimetría indirecta pueden ayudar a perder peso saludablemente en función del gasto calórico

Una paciente realiza la prueba de la calorimetría indirecta en la clínica Sagrada Familia de Barcelona. Foto: EFE
Una paciente realiza la prueba de la calorimetría indirecta en la clínica Sagrada Familia de Barcelona. Foto: EFE

Con la intención de recuperar la figura tras el verano muchas personas inician “dietas milagro” que pueden poner en peligro su salud. Antes de lanzarse a lo desconocido métodos como la calorimetría indirecta pueden ayudar a perder peso saludablemente en función del gasto calórico

Adelgazar es algo más que dieta y ejercicio, ante todo es sentido común. Cualquier pérdida de peso saludable se realiza de forma progresiva, pues es la más estable en el tiempo. Al sentido común y al tiempo, el equipo de endocrinología de la clínica Sagrada Familia de Barcelona incorpora desde 2005 el control médico mediante un tratamiento personalizadoadaptado al metabolismo de cada persona.

¿Qué es la calorimetría indirecta?

Se trata de un procedimiento médico que permite medir las calorías que el cuerpo gasta según la edad, sexo y altura para mantener su peso y funciones.

Esta información proporciona el gasto enérgico de cada persona, es decir, la diferencia entre las calorías que gasta y las que consume, una diferencia que “se transforma en grasas, indicándonos el aumento de peso” según Sonia March, responsable del área de nutrición de la clínica Sagrada Familia de Barcelona. Dependiendo de los resultados una persona puede ser:

Normometabólica, cuando consume lo correcto para su metabolismo.
Hipometabólica, cuando quema menos calorías de las adecuadas a su físico.
Hipermetabólica, cuando utiliza más calorías de las que consume.

“Si una persona quema 1300 calorías, son en esas 1300 en las que me baso para crear un tratamiento dietético”, afirma.

En función de los resultados obtenidos se crea un tratamiento individualizado basado en el ejercicio físico, la dieta y el objetivo que se quiere conseguir.

La finalidad suele ser la pérdida pérdida de peso, pero también se aplica a personas muy delgadas que necesitan engordar, a deportistas de élite o a personas con un peso adecuadoque quieren saber cuántas calorías quema su cuerpo.

La calorimetría indirecta es algo más que una prueba

Para conseguir los resultados deseados hay que seguir un camino de controles médicos y consejos nutricionales individualizados. Lo primero es acudir al médico para conocer el estado de salud previo y al nutricionista para realizar una historia dietética, es decir, un registro de su actividad alimenticia.

“Antes de la prueba yo ya tengo mucha información del paciente, de lo que come, cuándo come, lo que cocina o cuáles son sus costumbres”, señala Sonia March.

Antes de realizar el estudio calorimétrico hay que seguir una serie de indicaciones:

Estar en ayunas entre 6 y 12 horas.
No tomar ninguna medicación el día anterior.
No hacer ejercicio dos días antes.
Desarrollar un registro alimentario de los días previos.

Una vez conocidos los antecedentes médicos y alimenticios del paciente ya se puede realizar la prueba, que consiste por un lado en entregar una muestra de orina y por otro en estar tumbado en una camilla con una pequeña cúpula en la cabeza durante veinte minutos.

El objetivo es recoger el nitrógeno ureico de la orina y el consumo de oxígeno y CO2 de la respiración, lo que permite observar la oxidación de los nutrientes en cada persona.

La importancia del procesamiento de los alimentos recae en su incidencia sobre el aumento de peso, ya que los nutrientes que se oxidan por completo nos aportan energía, pero aquellos que no lo hacen se acumulan en nuestro organismo provocando problemas de sobrepeso.

“Básicamente seguimos un tratamiento multidisciplinar basado en una estrategia de médico, nutricionista y psicólogo”, afirma Sonia March.

El último paso consiste en utilizar los datos obtenidos para configurar una dieta y un programa físico individualizados por un nutricionista y controlados por un coaching nutricional para trabajar el aspecto psicológico, pues “hay pacientes que quieren hacer bien la dieta, pero a lo mejor tienen mucha ansiedad y no lo consiguen”, afirma la responsable del área de nutrición de la clínica Sagrada Familia de Barcelona.

¿Cuáles son los resultados?

Según la nutricionista Sonia March, a pesar de que el éxito depende de factores como el seguimiento de la dieta o la respuesta del metabolismo del paciente, existen “resultados muy positivos en la bajada de peso”.

“Nosotros hacemos dietas parar perder peso de entre 2 y 4 kilos al mes. Eso sería una pérdida de peso correcta, médica y saludable”, afirma.

Lo que se busca con esta prueba es conseguir una reducción de peso progresiva “porque está demostrado que es la que funciona”, indica. EFE

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