Entre
tumbas y epitafios
Escriben:
Fernando Cabezas y Juan Manuel Miranda
De
la tierra fuiste y a ella volvereis, reza en una de las paredes
de un cementerio clandestino en El Alto y esa frase que resuena
como una sentencia, es tan cierta como lo son cientos de poemas
que hablan de la vida y que nos recuerdan que los seres humanos
no llevaremos nada, ni soberbia ni riqueza; ni penas ni pobreza...
nada, al más allá. Los actos humanos son un asunto
exclusivo de vida; sin embargo y fuera de todo precepto, recorrer
un cementerio es una invitación permanente para hurgar en
la historia, y es que a través de los epitafios percibimos
detalles, frases o fechas que parecieran haber sido dejados por
los muertos, para que los recordemos.
Es
así que al pasear por los panteones, surgen comentarios tales
como " Acá está enterrado fulanito de tal, que
murió tan joven. O, Mira, aquel murió justo cuando
cumplía 52 años. O, Acá está el ex presidente
de la República... Las paredes de los cementerios encierran
historia y los muertos necesitan que los vivos los recuerden para
recobrar vigencia.
A propósito
de la celebración de la festividad pagano religiosa "Todos
Santos", Bolivia.com recorrió los cementerios de La
Paz y allí, entre otras, encontramos tumbas y epitafios de
escritores, poetas, políticos, y artistas de otrora. Los
invitamos a que nos acompañen en el recorrido entre tumbas
y epitafios.
UNA
GALERÍA PECULIAR
Cerca
del portón de entrada del Cementerio General, caminando por
un sendero situado a mano izquierda, se encuentra la Galería
de Notables, un cuartel donde yacen los cuerpos de 128 ilustres
personajes, unos más recordados que otros, cuyo paso por
esta vida fue brillante y significativo.
EDUARDO
PACIERI
"Fue un militar valiente que el Chaco defendió, su patria
en noche oscura sin ley lo asesinó". Esa es la frase
que sobresale en la lápida del soldado Eduardo Pacieri.
DANIEL
SANCHEZ BUSTAMANTE
En
su lápida se puede leer esta frase: "Maestro de la juventud
boliviana, hijo predilecto de La Paz".
FERNANDO
GUACHALLA
Un
muchacho limpia y le coloca un nuevo vitral a la tumba de Fernando
Guachalla, connotado político que estuvo a un paso de ser
presidente del país pero el destino se le interpuso 13 días
antes de ser posesionado el 6 de agosto de 1908. Con la mirada fijas
en los trabajos que realiza el muchacho, doña Elena Guachalla,
nieta de don Fernanado, recuerda cómo fue su abuelo, un hombre
que era querido por todo el pueblo y que por una enfermedad extraña
falleció a poco de asumir el mando de la nación.
"Dicen
que le dio pulmonía, a lo que le acompañó una
tos aguda. Muchos rumorearon por aquel entonces que fue envenenado",
señala doña Elena Guachalla, quien junto a su marido
Carlos Prado, visitan con regularidad la tumba del diplomático
que fue embajador de Bolivia en Washington, México e Inglaterra.
Abel
Iturralde, Nestor Cueto Vidaurre, José Carrasco, Juan Misael
Saracho, Belisario Salinas, Carlos Tejada Sorzano, José Rosendo
Gutiérrez, Evaristo Valle, Víctor Muñoz Reyes,
Agustín Morales, Manuel Vicente Ballivián, Rosendo
Villalobos y Porfirio Díaz Machicado, entre otros, también
se destacan dentro de la galería.
GREGORIO
REINOLDS
Después
de recorrer el cuartel de los notables, subiendo por un sendero
estrecho se puede ver la tumba de Gregorio Reynolds, hombre destacado
de las letras por cuyo trabajo se hizo acreedor al título
de "Príncipe de la Lírica", denominativo
que precisamente se encuentra colocado sobre una plaqueta de reconocimiento
situada en su lecho de granito como parte del homenaje que sus seres
queridos quisieron brindarle. "Vivir sin hacer daño,
morirse de repente, son la envidiable vida y la envidiable muerte"
reza la frase esculpida sobre la superficie del feretro.
GERMAN
BUSCH.
"Que
Bolivia sea lo que debe ser, fuerte y poderosa. He medido la magnitud
del paso que doy y sé que me acechan peligros de todo orden.
Afronto sereno la situación
", esa es parte de
la frase que se puede leer en la lápida del expresidente.
Una fotografía de su retrato cubre la otra parte del mensaje
que, por el tenor de la misma, parece que la escribió en
un momento difícil de su carrera militar y política.
CARLOS PALENQUE
La
tumba fue colocada bajo un árbol, la imagen de la Vírgen
de Urkupiña vela el sueño de quien en vida adoptó
el pseudónimo de "compadre", su nombre era Carlos
Palenque. Sus seguidores colocaron una serie de fotografías.
Las
flores en torno a su lecho suelen ser cambiadas todo el tiempo.
Y es que el amor que gran parte del pueblo le profesó no
se perdió con el tiempo. Considerado el defensor de los pobres
y los oprimidos, Palenque tiene un lugar privilegiado dentro del
cementerio. A la cabeza de su tumba se puede leer "En homenaje
a la memoria del líder perpetuo, defensor de los pobres y
mentor de la nueva nación". Sin lugar a dudas, la muerte
del compadre fue una de las más lloradas de los últimos
tiempos.
EN
EL CEMENTERIO JARDIN
15
kilómetros separan al Cementerio General del Cementerio Jardín,
el primero de los panteones privados. Hay quienes sostienen que
no existe un cementerio lindo, pero el Cementerio Jardín
se ha convertido en uno de los campos verdes más grandes
y mejor cuidados de la ciudad. Allí también pueden
encontrarse las tumbas de gente recordada.
RAMIRO
CASTILLO
Cuando
los amantes del fútbol recuerdan aquel 18 de octubre de 1997
no pueden más que sentir tristeza e impotencia por lo acontecido.
Ramiro Castillo falleció esa fecha y dejó un gran
hueco en el deporte nacional. Sus restos se encuentran enterrados
en el Cementerio Jardín en el sector denominado Cristo; José
Manuel, su pequeño hijo, lo acompaña y una frase resume
el sentimiento de dolor de la familia Castillo Salinas: "Hijito
amado por siempre".
RAUL
SALMON Y ELVIRA DE A LLOZA
Los
esposos Raúl Salmón de la Barra y Elvira Llosa de
Salmón también están reunidos en un sólo
ataúd. "Dos ciudadanos ejemplares", esa es la frase
corta y concisa que resume el sentir de la gente que los conoció
e imitó sus legados dejados a la ciudad de La Paz.
HERNAN
SILES ZUAZO
"Bolivia
debe ser tierra de hombres libres". El mensaje de el hombre
más importante de la Revolución de Abril perdura a
través de su epitafio. Esa frase esculpida en su lápida
en el sector denominado Eucaliptus en el cementerio Jardín,
se suma a otra que hace referencia a sus mandatos contitucionales:
"9 de abril de 1952, líder de la revolución nacional,
1956-1960, Presidente Constitucional de la República y 1982-1985,
Presidente Constitucional de la República".
CELSO
TORRELIO
Otro
expresidente enterrado en el Cementerio Jardín es el General
de División, Celso Torrelio Villa, cuya familia inscribió
el siguiente texto en su lápida: "Te amábamos
tanto, pero Dios te había amado más. Tu esposa, hijos
y nietos".
YOLANDA
BEDREGAL
En
la tumba de Yolanda Bedregal, connotada poetisa nacional, se puede
leer: "A la noche eterna devolví mi rostro, no lloró
mi ángel, acunó mi sueño". Un Cristo tallado
en una sola pieza de piedra comanche, cuya altura es de 7 metros
de altura y peso de 5 toneladas, se encarga de velar el sueño
eterno de los restos de los difuntos que descansan ahí.
MARIO
MERCADO VACA GUZMAN
Y
a las tumbas de las personalidades de otrora, se suma la de quien
fuera carismático empresario, político y hombre de
fútbol; quizás el mecenas número uno para el
balompié boliviano: Mario Mercado Vaca Guzmán. Decir
Mario Mercado es hablar del legendario Bolívar y de su camiseta
celeste. Su tumba está en la entrada misma del cementerio
Jardín. Una escultura del Arcángel Gabriel, notoria
y bien trabajada adorna el sitio.
VICTOR
AGUSTIN UGARTE
Era
tupiceño, no terminó la primaria, llegó a La
Paz montado en vagones de categoría segunda del tren Tupiza
- La Paz, nadie lo conocía hasta que pisó el césped
del Estadio Hernando Siles con la camiseta de su Bolívar
amado. De Víctor Agustín Ugarte se asegura que fue
el mejor jugador boliviano de fútbol de todos los tiempos.
La lápida en su tumba en el cementerio Los Angeles fue pagada
por 2 amigos, las flores son una muestra que alguien no se olvida
de él. Su epitafio solo dice " Maestro del fútbol
boliviano"
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