Golpe judicial contra cúpula independentista genera protestas en Cataluña

Miles de personas se concentraron con pancartas que decían "Libertad presos políticos" y banderas independentistas, mientras algunos encendían bengalas.

Manifestantes ondeando banderas catalanas independentistas frente a la policía antidisturbios. Foto: AFP
Manifestantes ondeando banderas catalanas independentistas frente a la policía antidisturbios. Foto: AFP

Miles de personas se concentraron con pancartas que decían "Libertad presos políticos" y banderas independentistas, mientras algunos encendían bengalas.

Miles de manifestantes se lanzaron a las calles de Cataluña el viernes luego de que la justicia española encarcelara a cinco líderes independentistas por su papel en el fallido intento de secesión y emitiera órdenes de captura contra otros seis en el extranjero.

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En Barcelona, 24 personas resultaron levemente heridas según los servicios de emergencias médicas cerca de la delegación del gobierno español. Allí, la policía catalana golpeó con sus porras para mantener a raya a un grupo de manifestantes, constató un periodista de la AFP.

Las protestas habían sido convocadas por la importante organización independentista Asamblea Nacional Catalana y por los llamados Comités de Defensa de la República (CDR), más radicales, antes de anunciarse las decisiones de la justicia española.

El juez del Tribunal Supremo que instruye la causa por el intento de secesión unilateral de Cataluña de octubre pasado inculpó formalmente este viernes al núcleo duro separatista por rebelión.

El juez Pablo Llarena presentó ese cargo pasible de hasta 30 años de prisión contra 13 destacados independentistas, entre ellos el expresidente catalán Carles Puigdemont.

Además decretó prisión preventiva alegando "grave riesgo de fuga", para cinco de sus líderes, incluido el candidato a presidente regional Jordi Turull, quien no podrá asistir a un nuevo debate en la cámara regional el sábado donde buscaría convertirse en presidente regional.

Con los nuevos encarcelados, se elevó a nueve el total de independentistas en prisión provisional, donde ya estaban desde hace meses, entre otros, el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y los líderes de la ANC y otra asociación independentista.

- Indignación en las calles -

Llarena también emitió órdenes de captura internacional contra Puigdemont y otros cinco independentistas que se fueron a Bélgica para evadir la justicia, entre ellos Marta Rovira, una diputada regional que rehusó comparecer este viernes ante el Supremo y estaría en Suiza, según medios españoles.

La acción de la justicia española provocó indignación entre los manifestantes.

"Cataluña nunca más volverá a sentirse parte de España, hay un antes y un después de la decisión de hoy, nada volveré a ser igual", dijo Alba Mateu, una pedagoga de 22 años que manifestaba en la Plaza de Cataluña en Barcelona.

Allí, miles de personas se concentraron con pancartas que decían "Libertad presos políticos" y banderas independentistas, mientras algunos encendían bengalas.

"Sentimos indignación, frustración y muchas ganas de irnos de este país, cada vez va a ser mas difícil que nos queramos quedar", expresó Jordi Puig, un jubilado de 71 años.

En la protesta frente a la delegación del gobierno español, donde el ambiente era tenso, fueron quemadas fotos del rey y del juez Llarena, mientras las personas gritaban "ni un paso atrás" y "las calles serán siempre nuestras" cerca del cordón policial.

La televisión catalana difundió imágenes de concentraciones Vic y Tarragona.

El juez Llarena presentó este viernes la macrocausa por rebelión, malversación y desobediencia que gira en torno a los preparativos del referendo unilateral de independencia del 1 de octubre, prohibido por la justicia española.

Su coste fue cifrado por el magistrado en 1,6 millones de euros, una cantidad que el juez exige a los 14 miembros del gobierno de Puigdemont, cesado por Madrid horas después de la declaración unilateral de independencia del 27 de octubre.

El juez justificó el controvertido cargo de rebelión, que contiene la noción de "alzamiento violento", un factor que según algunos juristas no se produjo.

"Basta de decir que hubo violencia en un referéndum que si por algo se caracterizó es por la actitud pacífica del pueblo de Cataluña frente a la provocación de la violencia policial", dijo desde Finlandia Puigdemont, refiriéndose a las cargas policiales destinadas a impedir la consulta ilegal.

- Investidura frustrada -

Los cargos presentados este viernes suponen un nuevo varapalo para el independentismo catalán, que sigue sin sacar adelante un presidente regional, pese a haber renovado su mayoría de escaños en el Parlamento en las elecciones del 21 de diciembre.

Sus dos primeros candidatos, Puigdemont y el preso Jordi Sánchez, no pudieron ser escogidos por su situación judicial y Jordi Turull topó con la falta del apoyo de la CUP, un pequeño partido secesionista de extrema izquierda, cuyos votos eran fundamentales en la primera votación del jueves.

Los independentistas disponen de dos meses para intentar formar un nuevo gobierno y evitar una repetición electoral. Mientras, la región se mantiene bajo control del gobierno central, que intervino la autonomía tras la declaración fallida de la "República Catalana".

AFP

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