Por: Mary Mora Escamilla - EFE • Bolivia.com

Menor contagio a gran altitud, la ventaja de la zona andina boliviana

Los especialistas comienzan a conocer las causas del evidente menor impacto que hasta ahora muestra la enfermedad en la altura andina.

Actualización
Santa Cruz ha sido una de las regiones más afectadas por la pandemia. Foto: EFE
Santa Cruz ha sido una de las regiones más afectadas por la pandemia. Foto: EFE

Los especialistas comienzan a conocer las causas del evidente menor impacto que hasta ahora muestra la enfermedad en la altura andina.

En medio de la rápida propagación de la pandemia de COVID-19 en Bolivia, los especialistas comienzan a conocer las causas del evidente menor impacto que hasta ahora muestra la enfermedad en la altura andina.

Mientras la epidemia ha golpeado duramente al departamento de Beni, Santa Cruz y la Amazonía, en La Paz o en la ciudad vecina de El Alto, situada a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar, sin escapar de la enfermedad, ha sido menos afectada y concentra una menor cifra de contagios.

Según esta teoría, hay menos virus en el ambiente pero además a más de 3.600 metros sobre el nivel del mar se producen más glóbulos rojos para aumentar las defensas y menos de la enzima AC 2, puerta de entrada del COVID-19, reduciendo las posibilidades de que la enfermedad ingrese al pulmón.

Un especialista en medicina interna y enfermedades infecciosas y tropicales, manifestó que "aparentemente hay hasta cuatro razones por las que la gente en altura no desarrolla formas graves de la enfermedad", entre ellas la menor presencia de oxígeno en la sangre y la mayor capacidad pulmonar de sus habitantes.

Hay otra razón, "poco menos aceptada", según expertos, que sostiene que en la altura hay "una gran cantidad de luz ultravioleta, la cual es uno de los grandes desinfectantes del mundo", lo que haría que se tenga "menos exposición frente al virus".

Sobre la radiación ultravioleta, investigadores de Australia, Bolivia, Canadá y Suiza publicaron a mediados de mayo pasado un estudio que asegura que puede ser un factor clave para que la COVID-19 sea menos virulenta en regiones a 3.000 metros de altitud.

"La radiación ultravioleta es una gran ventaja en la altura, porque es un esterilizador natural y nos puede proteger", afirmó el director del Instituto Pulmonar y Patología de la Altura, Gustavo Zubieta-Calleja, quien añadió otros factores que reducirían los contagios, como el ambiente seco, la presión atmosférica, la mayor distancia entre moléculas o los drásticos cambios del tiempo.

De acuerdo con esa investigación, las tasas de infección en zonas de gran altitud en Bolivia son tres veces menores que en las tierras bajas del mismo país.

El jefe de la Unidad de Inteligencia y Análisis de Datos de Essalud, Dante Cersso, detalla que "en estas regiones hay unas condiciones que favorecen la recuperación de las personas y que también dificultan la propagación del virus".

A la mejor oxigenación del cuerpo, se suma la extensa geografía, la dificultad de acceso y lejanía entre los pueblos, a diferencia de las grandes ciudades, donde el hacinamiento es uno de los principales factores que favorecen el contagio.

El debate sobre si los habitantes de mayor altura tienen mejores condiciones ambientales y pulmonares para resistir la pandemia, es parte de la polémica científica que agita al país y al mundo para combatir al coronavirus