LIDEMA advierte de una débil gestión ambiental estatal en Bolivia

En una evaluación de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), se adivirtó de una debilidad crónica del país en su gestión ambiental estatal.

Bolivia.com - Actualidad
Bolivia.com - Actualidad

En una evaluación de la Liga de Defensa del Medio Ambiente (LIDEMA), se adivirtó de una debilidad crónica del país en su gestión ambiental estatal.

Bolivia padece de una debilidad crónica en su gestión ambiental estatal debido a que desde la aprobación de la Ley 1333 de Medio Ambiente, el Estado boliviano nunca relevó el estado ambiental del país que debía actualizarse cada cuatro años, ni tampoco cuenta con un Reglamento de Vida Silvestre, constituyéndose en el único país del continente en no contar con esta herramienta, evalúa la Liga de Defensa del Medio Ambiente.

"Es una debilidad crónica del Estado, y no es de los últimos seis años -viene de mucho antes- pero lastimosamente en la actual gestión ambiental no ha sido subsanada ni en lo económico ni en lo técnico ni operativo", afirmó el coordinador Nacional del Programa de Investigación de LIDEMA, Marco Octavio Rivera.

El biólogo afirmó en un encuentro con periodistas de La Paz, que a partir de la aprobación de la Ley 1333, el Estado boliviano estaba obligado a elaborar cada cuatro años un informe sobre el estado ambiental del país, pero que independientemente de los gobiernos de turno, nunca se cumplió con esta parte de la ley.

Ante ese vacío de información relevante que sirve entre otros aspectos para monitorear los avances o retrocesos en materia ambiental, dijo que LIDEMA se planteó en sus planes estratégicos a partir de 2006 elaborar el Estado Ambiental de Bolivia 2007-2008, que fue posible gracias al soporte económico internacional.

"Lo que hizo LIDEMA fue un contra-informe o llamado informe sombra, que se suele contrastarse o enfrentarse con el informe oficial, pero como en este caso no había ningún informe oficial es que a partir de 2008 se hizo un informe sombra que se suele hacer desde la sociedad civil, sobre la nada", explicó.

Según el ambientalista el libro "Estado Ambiental de Bolivia 2007-2008" de más de 600 páginas fue un aporte muy importante porque fue el resultado del trabajo de más de 40 expertos de diversas especialidades que cubrieron los nueve departamentos del país, quienes aportaron desde lo local con información valiosa sobre diversas temáticas como: cambio climático, vida silvestre, extractivismo, entre otras.

El año 2010 -dijo Rivera- LIDEMA replicó el informe "Estado Ambiental de Bolivia 2009-2010" con las complementaciones del caso, además de elaborar otro libro denominado: "La situación ambiental desde las percepciones locales", un producto que reflejaba la situación ambiental del país a partir de los testimonios de personas de las poblaciones, que hablaron desde sus vivencias los problemas ambientales que enfrentaban.

Los datos muestran según el investigador y coordinador de ambos trabajos, una retrospectiva de la cobertura de las áreas amenazadas, pero también la confrontación de información de expertos y actores locales con los datos oficiales de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT), la Dirección General de Biodiversidad y Áreas Protegidas, y otras. "Se trata de información académica y técnica y trató de llegar a la mayor cantidad de personas".

"Uno de los elementos fuertemente criticados es el tema de la vida silvestre. Bolivia no cuenta hasta la fecha con un Reglamento de Vida Silvestre,; hay un reglamento que data del año 2000 y sigue en revisión. Somos el único país de la región que no cuenta con esta herramienta", señaló.

En cuanto a los presupuestos asignados por el Estado nacional para el tema ambiental dijo que también reflejan la marginalidad con la que se aborda esta temática desde el Gobierno.

"En lo que es el presupuesto de la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) en términos operativos, el monto asignado para temas ambientales no supera el 0.3 por ciento (%) y Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en su presupuesto anual de 2012-2013 apenas asignó el 0.01% de todo su presupuesto, ese un indicativo de cuál es la importancia que se le está dando desde el Estado al tema ambiental", subrayó.

Al referirse a la situación ambiental actual del país, Marco Octavio Rivera señaló que es crítica, debido a la expansión acelerada de la frontera agrícola, las presiones que enfrentan las Áreas Protegidas por los megaproyectos, actividades extractivistas, exploraciones hidrocarburíferas y deforestación indiscriminada entre otros aspectos.

"El riesgo de los ambientes territoriales más vulnerables como el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) por la carretera, el avance de las fronteras agropecuarias, la deforestación y quemas son fuertes amenazas contra las Áreas Protegidas. Puede ser que el interior del (Parque) Amboró o Carrasco tengan una buena superficie de ecosistemas naturales, pero todo el entorno están bajo una intensa dinámica de cambio de uso del suelo y avance de fronteras agropecuarias que estas áreas se vayan quedando como islas en el mosaico de los paisajes", señaló.

Bolivia cuenta actualmente con un tercio de su superficie en estado degradado; es decir, 34 millones de hectáreas (has); otras 40 millones de has se encuentran en estado intermedio o regular y 35 millones de has en óptimo estado.

Fuente: PIEB

Artículos Relacionados

+ Artículos

Actualidad • ABR 18 / 2024
Un "frío intenso" afectará a todo el país

Lo más leído en Actualidad

Lo más leído en Bolivia.com