Oración para los tiempos difíciles

Si abrimos los ojos del corazón, podemos darnos cuenta de que nuestra fe se fortalece aún más cuando estamos en tiempos fáciles de la vida.

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Si abrimos los ojos del corazón, podemos darnos cuenta de que nuestra fe se fortalece aún más cuando estamos en tiempos fáciles de la vida.

Mi Dios, Señor y Rey de mi vida, son muchas las dificultades y retos que se asoman en la ventana de mi vida, muchos sentimientos grises emergiendo desde las aflicciones que llevo y las cuales me cuesta contener.

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Ven Señor, ayúdame con la fuerza de tu verdad, ilumina cada rincón de mi pensamiento y dale claridad a mis acciones para poder combatir en los momentos difíciles de mi vida. Pongo todas mis ilusiones en Ti. Tú eres mi alegría verdadera, la esperanza guardada que aviva la fe y no me hace desfallecer.

Tú eres mi escudo, mi roca fuerte y salvadora, el eterno descanso de todos mis agobios. Quiero, en todo momento, sentirme protegido y amado a tu lado. Ven y neutraliza todo mal, toda dificultad, toda situación o cosa difícil que esté turbando mi mente, mi corazón y mi alma

Tú eres el que Todo lo puede, eres el Dios de las bendiciones y ninguna situación, por muy complicada que sea, se escapa de tu control. Cualquier cosa es posible para Ti. Nada se te resiste y nada es demasiado complejo difícil para Ti. Tú siempre sales al rescate de tus hijos en los momentos de mayor necesidad

Por eso, te invoco. Ven y toca mi corazón, Señor, hazlo fuerte y capaz para el combate. Te necesito, confío en Ti. Eres el amigo que no falla. Ven y transfórmame con el poder de tu amor y de tu misericordia. Entra a mi vida, toma control de mis preocupaciones, aleja de mí la melancolía y la tristeza, todo sentimiento de culpa y de enojo, de fracaso y depresión, fobias, miedos que no me dejan avanzar

Confío en que sólo Tú puedes llevarme en buena dirección y sacarme de estas circunstancias oscuras que rodean mi vida y me mantienen estancado en situaciones vacías y desesperantes. Ven a mí, oh Padre de bondad, ven a mi hogar, ven a mi corazón. Tócame con la luz del Espíritu Santo y lléname de entendimiento y de consejo para que more en mí la paz y que toda inquietud y temor desaparezca.

Ven Señor, con tu poder renovador y como bálsamo sanador, alivia mis cargas y hazme nueva creatura en tu amor.

Todo mi ser ahora te alaba y te glorifica Señor, sabiéndome rescatado por Ti y sintiendo la poderosa presencia de tu compañía fiel. Te entrego ahora mis problemas, estos tiempos difíciles, traumas, complejos y desalientos, para que vengas con tu luz, ilumines mis acciones y me hagas caminar hacia Ti, confiado y protegido. Amén.

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