Una cultura hidráulica dominó las antiguas tierras de Moxos
Viernes, 18 / Nov / 2005
(La Paz - La Razón)
En el departamento hay 20.000 lomas de cultivo con sus respectivos canales que posibilitaban una gran producción de maíz y yuca y sustentaban a una numerosa población.
En tiempos precolombinos, una gran parte del departamento del Beni albergó a una de las culturas hidráulicas más importantes en el mundo, señala el viceministro de Cultura y arqueólogo, Oswaldo Rivera.
Dicha cultura se caracteriza por 20.000 lomas artificiales de 20 hectáreas cada una, que están unidas entre sí por grandes terraplenes de entre 15 y 30 kilómetros de largo cada uno, sobre los que se podía caminar y a cuyos lados hay canales en los que podían navegar canoas transportando materiales.
Aunque todavía no tiene una datación exacta, dicha cultura, denominada como beniana o de las tierras bajas, habría sido paralela a la culminación
del período de Tiwanaku en el altiplano, es decir, estaría ubicada entre los años 700 a 1200 de nuestra era, señala el arqueólogo.
Su importancia radica en que mediante ingeniería hidráulica, logró manejar a una gran cantidad de ríos y posibilitó una importante producción agrícola evitando las inundaciones propias de las tierras bajas. "Si multiplicamos 20 hectáreas por las 20.000 lomas, tenemos 400.000 hectáreas de tierras cultivadas en las tierras bajas y es lógico decir que Beni, en esos tiempos, era una cultura hidráulica, una de las más importantes del mundo. Egipto se basa en un solo río, el Nilo y sus inundaciones, aquí estamos hablando de muchos ríos".
El hallazgo fue realizado hacia el año 1964 por el geógrafo William Denevan, quien se interesó por las huellas de las lomas que se podían observar desde
aviones y mediante fotografías aéreas, por lo que fue el primero en indagar su significado.
Los cultivos que se realizaban en aquel tiempo eran de maíz y yuca fundamentalmente, aunque también habían otras especies. Su enorme producción estaba orientada a sostener una alta población cuya economía era agrícola y estaba complementada por la caza y la pesca.
Los habitantes de aquellos tiempos desarrollaron, además, tecnología para conservar los alimentos durante todo el año. En el caso de la yuca, se la envolvía con un poco de goma formando las conocidas "bolachas" que duraban mucho tiempo.
La lomas ocupan casi todo el Beni central, desde Yacuma hasta Baures, conformando una gran faja en la que están comprendiendo los camellones.
Dichos campos agrícolas se han conservado en alguna medida; aunque los canales
se rellenaron, conservan sus entrantes y salientes, la parte elevada de las plataformas, así como la parte hundida de los canales.
Este sistema agrícola e hidráulico posibilitaba un buen manejo de las inundaciones y tenía la capacidad de drenar las aguas cuando había demasiada lluvia desviándolas hacia otros ríos. Ese exceso de agua avanzaba siempre cubriendo todos los canales, pero no así los camellones que permanecían con sus sembradíos intactos.
Los conquistadores españoles no se percataron de la existencia de las lomas e introdujeron en el área el ganado vacuno —que frecuentemente padece por las inundaciones—, sin darse cuenta que la producción agrícola en base al sistema de camellones podría ser rehabilitado y generar una gran producción.
Rivera opina que aún podrían ser rehabilitadas y producir.