China llama a la unidad de un G77 embalado contra la pobreza

Por Coco Cuba

Con llamados a la unidad por China, la Cumbre del G77, que implica a dos tercios de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se puso en escena internacional el domingo en la ciudad boliviana de Santa Cruz, donde se alzaron voces en pro de un modelo de desarrollo contrario al hambre que padecen 1.200 millones de personas, la pobreza y el capital.

"Nuestro grupo del G77 debe constituir la agencia de desarrollo post 2015, para conformar una posición única y común, insistiendo en los objetivos de la reducción de la pobreza y la realización de desarrollo", subrayó. En la sesión plenaria que congregó en esta ciudad del oriente boliviano a una veintena de presidentes, 4 vicepresidentes, otros tantos premieres y ministros de 118 países de Africa, América, Oceanía y Asia.

El representante del gigante asiático urgió que sólo como grupo colectivo se escucharán las voces del sur emergente.

Sólo así "se respetarán nuestras aspiraciones y se protegen nuestros intereses comunes", instó en el marco de un foro que propugna la cooperación sur-sur, como ecuación de desarrollo con el norte industrializado.

Los 133 países del G77 reúnen un Producto Interno Bruto total de 23 billones de dólares, es decir 23.341.931 millones de millones.

La lucha contra la pobreza, objetivo crucial del milenio y piedra miliar el nuevo orden proyectado de desarrollo post 2015, la patenta la Declaración de Santa Cruz, anunció el embajador de Bolivia ante la ONU, Sacha Llorenti.

"(El documento) reconoce que la pobreza es una afrenta para la dignidad humana y destacamos conjuntamente que la erradicación de la pobreza es el mayor problema que afronta el mundo en la actualidad. Consideramos que la máxima prioridad es la erradicación de la pobreza en la agenda de desarrollo de las Naciones Unidas para después de 2015", explicó a la plenaria.

En la plenaria que alumbrará la declaración de Santa Cruz, un documento de 242 puntos, consensuado previamente en Nueva York, se escucharon, asimismo, pedidos para combatir la exclusión, las prácticas industriales desestabilizadoras del ecosistema, el sistema de comercio vigente y el monopolio impuesto por los ricos.

Lo mismo, para la adopción de nuevas formas culturales contrarias al consumismo y despilfarro capitalistas y un nuevo orden financiero internacional, según el presidente uruguayo José Mujica.

También para la instauración de un mundo pluripolar, planteado por el líder venezolano Nicolás Maduro, que garantice la paz, la autodeterminación y el desarrollo sostenible en base del respeto a la Madre Tierra.

Presa de un bloqueo económico de más de medio siglo, Cuba exigió la creación de un nuevo orden financiero y monetario internacional y condiciones comerciales justas "para productores e importadores a los guardianes del capital centrados en el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, a los defensores del neoliberalismo agrupados en la Organización Mundial de Comercio que intentan dividirnos", dijo su presidente Raúl Castro.

Su homólogo de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, planteó romper con el monopolio impuesto por los países desarrollados a los que demandó "orientar sus políticas hacia una mayor equidad de distribución de las riquezas".

El G77 más China exporta anualmente 6,7 billones de dólares (6.724.208 millones de millones) e importa 6,5 billones de la misma moneda (6.544.216 millones de millones).

En la misma línea de Castro, la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, denunció que un grupo de "fondos buitres" pone en riesgo el sistema financiero y económico internacional, frente a lo que pidió un pronunciamiento del G77 más China.

Por su parte el presidente de El Salvador, Salvador Sánchez, planteó que el centro de las políticas y las acciones de los países del bloque se oriente a la consolidación de un nuevo orden mundial fundado en la reducción de la pobreza y "donde la gente viva bien".

El presidente de la República de Fiji, Epeli Nailatikau, planteó, a su turno, mejorar la capacidad de negociación conjunta sobre los principales temas económicos internacionales.

Su colega de Sri Lanka, Mahinda Rajapaksa, subrayó, en esa perspectiva y en alusión al mundo industrializado, tomar en cuenta que el 40% de la producción del mundo proviene de los países miembros del bloque que reúne a 133 de los 190 países de la ONU.

A su vez, el presidente de la República de Fiji, Epeli Nailatikau, planteó "abordar" una nueva agenda económica mundial que contemple una fórmula para resolver "las grandes preocupaciones" por la vía de "procesos multilaterales y negociaciones".

El vicepresidente de Irán, Eshaq Jahangiri, que representó asimismo a los Países No Alineados, propugnó actuar "de manera integrada para proceder hacia el diálogo, la libertad, la justicia  y el desarrollo".

La Cumbre del G77 + China abrió la víspera con proclamas para el establecimiento de una nueva relación hombre-naturaleza, la erradicación de la miseria y una sinergia entre ricos y pobres en pro de un acuerdo norte-sur para la generación de un nuevo paradigma global del Vivir Bien.

El boliviano Evo Morales, presidente anfitrión de la Cumbre del G77, que celebra 50 años de vida institucional, invocó la necesidad de salvar a la humanidad y la Madre Tierra, mientras que Ban Ki-moon, secretario general de la ONU, pidió una sinergia entre el norte globalizado y el sur emergente para institución un nuevo modo de vida.

La Cumbre del G77 + China busca en Bolivia proyectar la agenda del desarrollo global desde 2015 y una nueva relación más equilibrada con las potencias industrializadas. ABI