Carnaval: se derrochó alegría y se desnudó nuevos desafíos

Carnaval 2004 - Miércoles, 25 / Feb / 2004
 
(Santa Cruz - El Nuevo Día)

Bolivia.com
La Policía y los comparseros califican de positivo los tres días de fiesta carnavalera en Santa Cruz. Hubieron hechos aislados que frenaron la diversión, pero todo siguió su curso. La Policía tuvo buena actuación.

El derroche de alegría, mojazón y borrachera, marcaron los tres días de carnaval en la capital cruceña. La gente dejó a un lado los problemas y las penas para dedicarse a la diversión, pues quien no quiso sumarse al juego, por lo menos tuvo tiempo para descansar.

El tradicional churrasco, la cerveza, las espumas y las vejigas no faltaron en cada una de las fiestas, fue el pretexto perfecto para reencontrarse entre amigos y sacar el estrés. Además no se registraron mayores inconvenientes, solamente algunos hechos aislados como el de un joven que desenfundó su arma y lanzó seis disparos al aire causando temor en la plaza principal 24 de Septiembre, ante más de 10 mil carnavaleros que se encontraban divirtiendo en ese paseo público a las 20.00 horas del día lunes.

La fiesta grande de los cruceños empezó el sábado pasado con el tradicional corso, que este año, estrenó su nuevo recorrido por la doble vía a La Guardia. Los comparseros y los espectadores se mostraron complacidos con esta nueva ruta, pues estuvo mejor iluminada y con mucho más espacio para que las comparsas puedan mostrar un buen espectáculo, pero estuvo empañado por el retraso en el inicio del corso.

La Reina del Carnaval 2004, Olivia I, inició su recorrido a las 21.00, pero al igual que todas las comparsas tardó tres horas hasta llegar al otro extremo y en su paso se encontraron con personas y vendedores que, en muchas ocasiones, se adueñaron de las vías que fueron habilitadas.

Muchos comparseros pasaron, como de costumbre, bebiendo y caminando sin mostrar alegría, pues se conformaban con pasarla bien y no en brindar un buen espectáculo al público que se dio modos para no perderse el corso.

Sin embargo, es importante rescatar el folclore que mostraron durante el corso los grupos de ballets, que fueron los únicos que se esmeraron al máximo por mostrar buena coreografía y ponerle ritmo oriental y nacional a la noche.

El domingo y lunes, el centro de la ciudad estuvo completamente lleno, pues los carnavaleros se reunieron para disfrutar la fiesta entre amigos. Hubo mucha cerveza, agua, pintura y espuma, las paredes de los edificios que están ubicados en la avenida Ballivián, y todo el tramo desde la plaza del Cementerio hasta la Plaza Principal, quedaron pintarrajeados porque la gente no se midió a la hora de divertirse.

Sin embargo, el último día tuvo un matiz diferente, ya que estuvo presente la duda de lo que era o no permitido. Esto a raíz de la determinación del prefecto del departamento, Carlos Hugo Molina, de no permitir venta de bebidas alcohólicas, colocación de tarimas y mucha aglomeración dentro del primer anillo, como medida de seguridad, ya que habían rumores de que era posible un enfrentamiento violento entre comparsas.

Esta medida fue aceptada por algunas personas, pero los vecinos y los comparseros la rechazaron rotundamente.

“Ese Prefecto debe ser cristiano (evangélico) por eso quiere fregarnos el carnaval, además, nadie puede prohibirnos que bebamos y disfrutemos esta fiesta porque así lo hemos hecho siempre”, protestaban los vecinos de la calle Ballivián, incluso insultaban a los policías que intentaban explicarles las razones.

Ante todos los hechos que se presentaron, las autoridades y los mismos comparseros vieron la necesidad de replantear la organización de esta fiesta.

El alcalde municipal, Roberto Fernández, dijo que en el transcurso de esta semana se reunirá con la Asociación de Comparsas de Santa Cruz para que juntos revisen las listas de los integrantes de cada uno de los grupos, pues entre ellos se deben conocer quiénes son los problemáticos. Además, se tiene que revisar el uso de armas en estos días, ya que está totalmente prohibido.

Rafael Paz, presidente de la comparsa “Mamarrachos”, reconoció que hay que estudiar la colocación de más vallas en el nuevo recorrido del corso para que la gente y los vendedores ambulantes no entorpezcan el paso.

Las comparsas también deben esmerarse en mostrar mejor coreografía, aunque señaló que el carnaval de los cruceños es así, les gusta ser más espontáneos.

Por su parte, Nino Gandarilla, vicepresidente del Comité Cívico, calificó de positivo el carnaval, pero que es importante que para el próximo año, las comparsas estudien la posibilidad de contar con un ballet que muestre espectáculo para hacer el corso más turístico.

El país despierta después de cuatro días de farra y vuelve otra vez a la realidad para encontrarse con los problemas de tierra, de los carburantes, de los impuestos, de salud y educación, entre otros.
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