Un brazo fue mantenido con vida durante 9 días
Viernes, 05 / Mar / 2004
(La Paz - La Razón)
La extremidad superior de un hombre fue amputada e injertada en la ingle.
Los médicos de un hospital español injertaron un brazo amputado a la ingle del paciente durante nueve días para mantener a la extremidad con vida y después reimplantarla, se informó ayer.
Israel Sarrió, un transportista valenciano de 25 años, sufrió un accidente de tráfico el 31 de enero en el que su brazo izquierdo resultó seccionado por debajo del codo. El herido fue trasladado al Centro de Rehabilitación del Levante, en Valencia, donde se le reimplantó el brazo en una operación de más de cinco horas.
Sin embargo, dos días después se detectó una infección que ponía en peligro la extremidad.
El doctor Pedro Cavadas tuvo que separar de nuevo el miembro para curar la infección del muñón. Para mantener el brazo "con vida" y poder reimplantarlo posteriormente, el especialista decidió unirlo a la femoral a la altura de la ingle izquierda.
"Se ha utilizado la pierna como una niñera del brazo", explicó Cavadas. El brazo fue situado con la palma extendida sobre el muslo y se cosieron las uñas a la piel de la pierna para asegurar su inmovilidad. Durante nueve días, el paciente se sometió a curas de desinfección del muñón, tras lo cual se le volvió a implantar el brazo.
La extremidad superior de un hombre fue amputada e injertada en la ingle.
Los médicos de un hospital español injertaron un brazo amputado a la ingle del paciente durante nueve días para mantener a la extremidad con vida y después reimplantarla, se informó ayer.
Israel Sarrió, un transportista valenciano de 25 años, sufrió un accidente de tráfico el 31 de enero en el que su brazo izquierdo resultó seccionado por debajo del codo. El herido fue trasladado al Centro de Rehabilitación del Levante, en Valencia, donde se le reimplantó el brazo en una operación de más de cinco horas.
Sin embargo, dos días después se detectó una infección que ponía en peligro la extremidad.
El doctor Pedro Cavadas tuvo que separar de nuevo el miembro para curar la infección del muñón. Para mantener el brazo "con vida" y poder reimplantarlo posteriormente, el especialista decidió unirlo a la femoral a la altura de la ingle izquierda.
"Se ha utilizado la pierna como una niñera del brazo", explicó Cavadas. El brazo fue situado con la palma extendida sobre el muslo y se cosieron las uñas a la piel de la pierna para asegurar su inmovilidad. Durante nueve días, el paciente se sometió a curas de desinfección del muñón, tras lo cual se le volvió a implantar el brazo.
SÍGUENOS EN:
