El ajedrez de antaño y hoy frente a frente

Deportes - Lunes, 31 / May / 2004
 
(La Paz - La Razón)

Bolivia.com
Don Magín tiene 77 años y Rolando cumplió 13 en enero. Uno es ingeniero jubilado y el otro, estudiante de colegio. Los 64 años de diferencia pasaron inadvertidos frente al tablero de ajedrez el pasado miércoles.

Don Magín Zubieta, uno de los eximios del deporte ciencia, en los años 50, en los que brilló junto a Cídar Humérez y Percy Ramírez, decidió volver a tomar un trebejo entre las manos para jugar en el torneo de Primera categoría de la Asociación Paceña.

Si algo tenían en común era la concentración y el respeto mutuo. Don Magín no perdió la calidad humana que aprendió en las aulas universitarias donde educó a centenares de estudiantes de ingeniería. El adolescente Rolando Contreras no dejó escapar la ocasión para mostrar su talento y mirar con respeto a su oponente, pues le hablaron maravillas de él.

“Cuando uno está frente a su rival se olvida de todo lo que ocurre alrededor, no interesa frente a quién se juega, sino planificar la estrategia”, dice Zubieta.

Ingresa en el campo de las comparaciones para afirmar que las oportunidades de mejorar en el juego son mayores hoy que en su época, ya que ahora existen incluso programas de computadora que ayudan a subir el nivel y el acceso a los libros.

Se inició en el ajedrez en 1944 apoyado por el subcampeón orureño Mario Pacheco, a quien tenía como compañero de curso en el colegio Bolívar. Éste sólo le enseñó los movimientos básicos de las fichas. “En ese tiempo sólo jugaba por afición”, recuerda.

Tres años más tarde incursionó en campeonatos importantes. El primero lo jugó en Cochabamba donde ocupó el quinto lugar entre 14 jugadores.

La primera vez que se le dio la posibilidad de jugar un certamen nacional fue en 1950. Ese año había retornado a La Paz, compitió en un torneo local y ocupó la tercera posición.

“Entonces sólo asistían a los certámenes nacionales el campeón y subcampeón, pero no recuerdo qué pasó con el segundo clasificado y me dieron la oportunidad de disputar el torneo en Santa Cruz”, recuerda.

No desaprovechó la oportunidad y se quedó con el título nacional dejando en el camino a figuras como Benjamín Arce, de Sucre, y Jorge Rodríguez, de Santa Cruz, quienes se perfilaban como favoritos del torneo.

En aquellos años el ajedrez era un deporte de casa, "no había contactos con el exterior; ahora los ajedrecistas tienen más opciones, tal el caso de Oswaldo Zambrana y Johnny Cueto, quienes juegan en torneos del exterior y reciben respaldo”.

En dos ocasiones tuvo la oportunidad de representar al país, la primera en 1956 en Uruguay y en 1960 en Alemania, con resultados poco halagadores.

Zubieta estuvo activo hasta 1960; dejó el deporte por 31 años hasta 1991, cuando jugó en La Paz, pero por falta de tiempo se alejó una vez más.

Hasta que el 2003 compitió en otros eventos en la Asociación y desde entonces está activo.

La historia de Rolando Contreras es distinta, breve, fulgurante y de magnífica proyección. Aprendió los movimientos básicos hace cuatro años junto a su padre y luego se inscribió en la escuela de la Asociación.

El deportista no conoce mucho de la trayectoria de don Magín, “sólo sé que fue campeón nacional”, asegura.

Enfrentarse a una figura de estas características fue algo muy especial para él. Se esmeró en la planificación de la partida, aunque admite que estuvo consciente de que este momento llegaría tarde o temprano.

"Estaba tranquilo. Sabía que sería un jugador duro, me leí las partidas de los grandes maestros y ante todo las aperturas”, dice.

Para ambos fue una partida especial y digna de ser recordada.

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