El equipo de Manizales sacó una igualdad sin goles con tinte de victoria contra Boca Juniors en el estadio de La Bombonera. El resultado incrementa la ilusión colombiana, que para el partido de vuelta el próximo jueves 1° de julio, espera contar con el fútbol y la suerte que lo acompañó en este empate horizontal.
Horizontal porque ese fue el palo que salvó a la visita en Buenos Aires de caer en el marcador al minuto 24 de la primera parte. Tiro de esquina para Boca, doble cabezazo en el área, el delantero Barijho fue el último en tocar el balón...y palo. Dientes tronaron en la hinchada blanca. Gritos se ahogaron en las gargantas locales.
Once aguantaba los ataques desde la banda izquierda del actual campeón continental. El portero Henao comandaba la resistencia. El capitán Vanegas ordenaba la zaga, y todos los colombianos en las gradas y a través de los televisores hacían fuerza para enviar la pelota al otro lado de la cancha.
Siete minutos después otra vez el horizontal tembló y cerró el arco del Once. Henao fue vencido tras un centro atrás de Clemente Rodríguez quien ganó la raya, rechazo defectuoso del defensa Cataño al centro del área, disparo de Villareal, y la suerte otra vez de parte colombiana.
Sin goles terminó el primer tiempo. Boca encerró a la visita con fuerza, empuje, pero sin talento o claridad. Once conseguía el resultado.
Arrancó la segunda mitad. El dueño de casa se fue encima con Guillermo Barros Schelotto volcado a la banda izquierda. Barijho en el área a la espera de centros. Y fue él, Barijho, quien a los 11’ cabeceó solo, de frente al arco, a siete metros de Henao, y el balón se perdió en la raya final al pasar cerca del palo derecho.
La presión de Boca aumentó, la solidez defensiva de Once también. Con carácter, personalidad y orden destruyó los ataques argentinos. El tiempo empezó a correr, igual de rápido pero con más angustia, y la desesperación se apoderó de las filas “xeneixes”, quienes eran apoyados por 57.000 voces en las tribunas.
Minuto 33. Los dirigidos por Luis Fernando Montoya por fin salían de su campo y respiraban a fondo. Falta cerca al área local contra el volante de marca Viáfara, quien jugó su mejor partido en la Libertadores. Sin Valentierra en la cancha (salió por lesión) pateó Soto.
La pelota se elevó, cruzó la barrera argentina, buscó el ángulo del segundo palo, el guardameta Abbondanzieri se estiró y con la punta del guante la tocó... otra vez el horizontal fue el responsable de la igualdad.
Once soportó los últimos enviones de Boca. Provocó faltas, aprovechó la ansiedad del campeón y exprimió el reloj. Pitazo final. Empate sin goles en Buenos Aires. El local bajó la cabeza. La visita celebró con mesura, porque en Manizales queda otro partido.
Formaciones
BOCA JUNIORS: Roberto Abbondanzieri, Pablo Alvarez, Rolando Schiavi, Nicolás Burdisso, Clemente Rodríguez, Pablo Ledesma, Javier Villarreal, Diego Cagna (Franco Cángele, 78'), Pedro Iarley, Guillermo Barros Schelotto y Antonio Barijho.
ONCE CALDAS: Juan Carlos Henao, Miguel Rojas, Samuel Vanegas, Edgar Cataño, Edwin García, John Viáfara, Rubén Darío Velásquez, Diego Arango, Elkin Soto, Arnulfo Valentierra (Javier Araujo, 38', Wilmer Ortegón, 75')) y Jorge Agudelo (Herly Alcázar, 65').
