Según los campesinos, las medidas serán más duras desde el lunes. La Policía aún no intervendrá la zona. Hay centenares de camiones parados en la carretera.
Iván Canelas Alurralde y Fernando Cartagena
Enviado al Chapare
En la carretera nueva de Cochabamba a Santa Cruz por poco y no pasa ni un alfiler. Hay árboles sobre el camino que son imposibles de levantar. Sólo las grúas podrían hacerlo. También hay piedras y llantas quemadas por donde ni las bicicletas circulan.
Los bloqueos en el trópico cochabambino recrudecen cada día que pasa y será peor desde el lunes, según anunció el dirigente Asterio Romero. La nueva ruta de Cochabamba hacia Santa Cruz está totalmente bloqueada.
La medida de presión comenzó el lunes y continuará hasta que se apruebe el 50 por ciento de regalías en la ley de Hidrocarburos, amenazaron los campesinos consultados por este medio.
Desde la región de Tutimayu, a 10 kilómetros de la ciudad de Cochabamba, en la ruta nueva, comienzan los cortes de vías. Pero es en Chocolatal donde los grandes troncos paran a cualquier vehículo que intente pasar.
El carro de La Razón logró llegar, con ayuda de los campesinos, hasta más allá, a Campo Vía, a 125 km de la urbe cochabambina.
Entre este sector y Colorado, que está a
145 km, sólo se pudo caminar, subiendo o pasando por debajo de troncos con bichos. Cosa que se muestra peligrosa para la gente que no es del lugar.
Siete horas dura esa caminata, que fue corta, comparada con aquellos jóvenes que andaron tres días desde Bulo Bulo, en la frontera con Santa Cruz, y que aún continuaban su camino hacia la ciudad de Cochabamba.
En la vía, cortada por árboles caídos, se pudo observar a varios cocaleros haciendo una permanente vigilia. Sus alimentos: coca, frutas del lugar y cigarrillos.
Los comunarios amenazaron que si los efectivos policiales o militares intervienen esa ruta, para desbloquearla, ellos están listos para luchar: con piedras, hondas, palos y otras cosas más.
El comandante de la Policía, general David Aramayo, dijo que no tiene ningún instructivo de intervenir la zona. “Dada la magnitud del bloqueo que se tiene en el Chapare, (donde hay más de 20 puntos cortados) y la cantidad de campesinos, de troncos y piedras en toda la carretera, no es un simple desbloqueo”.
La mano justa que anunció Carlos Mesa para los bloqueadores aún no se ejecuta. El viceministro de Justicia, Carlos Alarcón, indicó que se hicieron las gestiones para que el Fiscal General emita las instrucciones a todos los fiscales de distrito,
para que promuevan acciones de amparo constitucional y, en el caso que corresponda, las acciones penales si se afectan bienes jurídicos.
“El Fiscal hará conocer las medidas operativas que dispuso para el cumplimiento de su deber constitucional relacionado con la protección de la sociedad”.
Mientras tanto, en lo que va de la ruta nueva, desde el kilómetro 45 hasta el 278, hay centenares de vehículos, principalmente camiones que transportan productos de exportación, que están parados por decenas de campesinos.
José Mena, comandante del Organismo Operativo de Tránsito de Cochabamba, informó que la carretera antigua hacia Santa Cruz está habilitada a la circulación vehicular desde las 15.00 de ayer. El diálogo primó en el levantamiento de ese bloqueo.
Sin embargo, según Aramayo, se hace un patrullaje continuo del lugar y se detiene a las personas que quieren bloquear. Fuentes del Ministerio de Gobierno informaron que en esa vía aún se producen cortes esporádicos, luego de que pasa la Policía.
El comandante de Tránsito también dijo que a las 8.30 de ayer se levantó el bloqueo en la carretera que conduce de Cochabamba hacia Oruro y La Paz.
En la ruta cortada mucha gente reclama por las medidas de presión de los campesinos.
Villa Tunari
es un ejemplo. Allá, en la residencial El Pilunchi, que tiene 50 camas para los turistas que llegan de paseo a ese lugar, sólo tiene un cuarto ocupado por una víctima de los bloqueos, contó a La Razón, José Ponce, que a fin de mes debe pagar un alquiler por esa residencial.
Los mercados de Villa Tunari están casi vacíos, relató Ponce, no hay arroz, azúcar, tomate, papa, hay poca carne de pollo y encontrar gas es toda una hazaña.
Allí, los vecinos amenazaron con denunciar a la Alcaldía si es que la garrafa de GLP subía mucho su precio. Antes costaba Bs 26 y ahora vale Bs 28.
Sin embargo, en otras poblaciones el costo de ese producto llega incluso hasta los Bs 60.
Por Tutimayu, según los efectivos policiales del puesto de Chiñata, no pasa ni un vehículo.
Por Chimoré, varios pobladores se han abastecido de productos antes de los bloqueos.
En Ivirgarzama no se ve a un solo carro transitando. En el pueblo todavía hay comida, pero hay gente a la que le está faltando, contó por teléfono doña Matilde.
Allí hay entre uno y dos centenares de bloqueadores. De allí hasta Villa Tunari hay ocho puntos de bloqueo. Varias pensiones cerraron porque ya no tienen comida para vender. La Policía del sector informó que no se registraron hechos violentos.