La Corte de Apelaciones de Santiago revocó ayer el juicio que enfrentaba el ex dictador chileno Augusto Pinochet por los crímenes de la “Operación Cóndor”, informó el tribunal.
La cuarta sala de la Corte, en un veredicto unánime de sus tres jueces, dejó sin efecto el proceso que inició contra el general Pinochet el juez Juan Guzmán Tapia, el pasado 13 de diciembre, por los asesinatos y desapariciones que dejó ese plan represivo.
El fallo indica que el ex dictador padece de afecciones neurológicas que le impiden asumir defensa en un proceso penal.
La decisión se conoció el mismo día en que el pleno de la Corte, conformado por 25 jueces, aprobó el desafuero de
Pinochet para enjuiciarlo bajo la acusación de fraude, tras el descubrimiento de cuentas secretas en EEUU.
El abogado Eduardo Contreras, representante de familiares de las víctimas de la dictadura (1973-1990), consideró “extraordinariamente grave” el cierre del proceso por la “Operación Cóndor” el mismo día en que se aprobó el desafuero de Pinochet.
“A los jueces no les parece permisible que Pinochet sea un ladrón pero no les importa que sea un asesino”, dijo Contreras en alusión a los cientos de desaparecidos que dejó el plan que aplicaron las dictaduras militares de los años 70 en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. El jurista anunció que
estudiará una apelación para que el proceso continúe. El juez Guzmán había inculpado a Pinochet por su responsabilidad en un asesinato y nueve secuestros atribuidos a la “Operación Cóndor”, que coordinó en los años 70 a las dictaduras sudamericanas para eliminar a sus opositores.
El magistrado, que se retiró hace cinco semanas del Poder Judicial, mantuvo bajo arresto a Pinochet durante nueve días, en enero pasado, después que la Corte Suprema lo privó de su fuero y autorizó la apertura del juicio el 26 de agosto del 2004.
Fue la segunda vez que Pinochet, de 89 años, cumplió arresto domiciliario, después de que entre febrero y marzo del 2001 el mismo Guzmán
ordenara su detención durante seis semanas, por los asesinatos de una comitiva militar conocida como la “Caravana de la Muerte”. El juicio concluyó en julio del 2002, cuando la Suprema determinó que el ex dictador sufre una demencia moderada que le impide defenderse ante los tribunales.
En el caso de las cuentas secretas en el estadounidense banco Riggs, se abrió el camino para procesar a Pinochet por fraude fiscal, corrupción y falsificación de pasaportes. Se estableció que entre 1980 y 2004 cometió fraudes tributarios por más de 8,6 millones de dólares, y se determinó que su fortuna no explicada asciende a unos 17 millones de dólares. Santiago de Chile, AFP
