Accidente aéreo en 1987, causa polémica en Perú

Miércoles, 11 / Oct / 2006
 
(Lima - Peru.com)

Bolivia.com
La falta de experiencia de los pilotos en vuelos nocturnos, una mala lectura del manual de procedimientos para situaciones de emergencia, pero también las malas condiciones de la aeronave, habrían sido las causas que provocaron la caída al mar del avión Fokker F-27 en el que murieron los integrantes del club Alianza Lima en 1987, reveló un informe exclusivo de la 'La Ventana Indiscreta'.

Según el programa televisivo, el informe recoge las conclusiones de la comisión de la Aviación Naval que investigó este caso, el cual permaneció guardado por 16 años en la caja fuerte de un banco en Estados Unidos, a fin de evitar que sea conocido en el Perú.

El documento revela que el piloto de la aeronave teniente Edilberto Villar, el único sobreviviente del accidente, tenía como record 5.3 horas de vuelo nocturno en los últimos 90 días; 3.3 horas en los últimos 60 días; pero ninguna hora de vuelo nocturno en los últimos 30 días antes del accidente.

Una situación similar mostraba su copiloto teniente primero César Morales, quien tampoco tenía ninguna hora de vuelo nocturno en los 30 días; apenas media hora en 60 días, y solo una hora en los últimos 90 días.

Pero lo más grave de todo es que ya sobre el mar de Ventanilla la tripulación detectó una falsa falla en el tren de aterrizaje delantero. Los tableros reportaban que el tren no había bajado, pero en realidad sí lo había hecho, y así lo comprobó Corpac con sus observadores en tierra.

Frente a esta situación, de acuerdo al informe, el piloto ordenó a su copiloto ver el manual de procedimiento para esta situación de emergencia, a fin de encontrar una salida. Sin embargo, y siempre según esta versión, los manuales por ese entonces estaban en inglés y el copiloto César Morales sólo dominaba el 40 por ciento de este idioma, por lo que al momento de la lectura, leyó por error la instrucción 1.3.1.7 rojo, por la 1.4.3 naranja, que era la correcta.

"El mal funcionamiento del indicador de cabina sobre la condición del tren de aterrizaje es una situación manejable, siempre y cuando se ejecuten a cabalidad las listas de verificación naranja-rojo del manual de procedimiento (…) la tripulación (…) no consideró ante su incertidumbre sobre su posición del tren de nariz la comunicación que le hacía la torre de control de CORPAC de que personal de tierra le había observado los tres trenes de aterrizaje abajo", es una de las conclusiones del informe.

Sin embargo, se indica también que el cuaderno de bitácora del Fokker F-27 que se le entregó al piloto antes de despegar, mostraba una serie de deficiencias mecánicas, que según algunos testigos, provocaron que en principio el teniente Edilberto Villar se negara a volar en esas condiciones.

Por ejemplo, se lee el avión no tiene navegador inercial; el equipo de comunicaciones UHF tiene baja recepción; el VOR número uno tiene baja sensibilidad; el radio altímetro oscila, lo que impide ver exactamente la altitud en la que se encuentra; y por último, el actuador del tren de nariz presenta un desgaste.

"Todo esto se lo entregaron al piloto, sin embargo el informe concluye que la causa principal del accidente fue un error humano, no cumplir con los procedimientos de vuelo y con la ejecución de la lista de chequeo. Esto es una infamia, un piloto militar obedece órdenes", comentó la directora del programa Cecilia Valenzuela. Según la periodista, el jefe de equipo de Alianza Lima, Alex Berrocal, escuchó discutir al piloto para no volar la nave en ese estado.

Valenzuela también mostró una carta de la firma Fokker fechada 16 de octubre de 1986, en la que la empresa fabricante señala que el piloto Edilberto Villar, no había superado en un entrenamiento "su predisposición a desorientarse cuando operaba bajo presión, como resultado del exceso de demanda de trabajo en cabina", pero pese a ello fue mantenido como piloto.

Por su parte, el copiloto del avión, César Morales, nunca pasó por un entrenamiento de la firma Fokker. Para este martes 'La Ventana Indiscreta' ha prometido revelar los nombres de los oficiales que habrían decidido esconder este informe, para que no sea conocido por los deudos de las víctimas.

CULPAN AL CLUB

Las especulaciones en torno a la caída del Fokker que trasladaba al primer equipo de Alianza Lima vuelven a tomar fuerza y es que a pesar de que han pasado ya 19 años, la verdad sobre esta tragedia aún no termina por salir a la luz.

Y es que cuando se había culpado a la inexperiencia del piloto como la causante de la caída del avión aliancista, el Instituto Peruano de Derecho Aéreo salió al frente para responsabilizar al club Alianza Lima, indicando que los victorianos tomaron un vuelo de forma ilegal.

“Existe responsabilidad de Alianza Lima porque ellos contrataron una aeronave del estado ilegalmente. Esta aeronave no tenía permiso de la Dirección General de Aeronáutica Civil. Esa nave no podía jurídica ni técnicamente transportar pasajeros civiles y menos Alianza Lima podía hacer un contrato charter con La Marina”, declaró el presidente del Instituto Peruano de Derecho Aéreo, Julián Palacín, a radioemisora RPP.

Asimismo, dio a conocer que el piloto, Edilberto Villar, que conducía el Fokker no contaba con la licencia para conducir el mencionado aparato. “El piloto no tenía licencia expedida para desempeñarse como piloto del Fockker F-27. Es más, recuerdo que en la época tuvimos pleno conocimiento, que tenía pocas horas al mando y no tenía experiencia en vuelos nocturnos”, explicó Julián Palacín.

El titular del Instituto Peruano de Derecho Aéreo también se refirió al reportaje de investigación que ha vuelto a traer a la luz la tragedia de 1987. “El informe de Cecilia Valenzuela no descubre nada nuevo de lo que sabíamos en la época y está incompleto porque lo que se debió precisar es que en el Perú y dentro de la ley 15720, Ley Aeronáutica Civil del Perú, permitía que el estado opere ilegalmente en actividades de aeronáutica civil, sin que sus pilotos cumplan con los estándares internacionales”, apuntó.
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