Proponen combatir al dengue de manera ecológica

Publicidad (Enlared Municipal) Frente a la presencia masiva del dengue en siete de los nueve departamentos del país, con 33 municipios con alto riesgo de desarrollar de forma permanente el dengue en su territorio, la Asociación de Productores Ecológicos de Bolivia (Aopeb), propone utilizar insecticidas ecológicos, trampas de luz y otros recursos “amigables con la naturaleza” para frenar la propagación del mosquito transmisor del mal.

En declaración a Enlared-Onda Local, el presidente de Aopeb, Francisco Mollo, propuso que una de las acciones contra el mosquito transmisor del dengue consista, por ejemplo, en el uso de las denominadas “trampas de luz”.

Las “trampas de luz” son aparatos de probada efectividad para el control de plagas que comúnmente se expanden en áreas urbanas, como moscas, abejas, libélulas o mosquitos, entre otras, señala Mollo.

Tres son las trampas de luz más conocidas, destaca el directivo ecológico: la trampa electrocutora, que atrae a los insectos con luz ultravioleta y los electrocuta al contacto; la trampa de luz equipada con una plancha adhesiva, una plancha con pegamento que atrapa al insecto; y la trampa de luz electro-adhesiva, que tiene un disparador eléctrico que paraliza al insecto y, cuando éste cae, queda atrapado en el pegamento.

Mollo añadió que otra forma de combatir el dengue es aplicar sustancias atrayentes como el dióxido de carbono (gas incoloro, denso y poco reactivo) para concentrar a los mosquitos en determinado lugar, y recién proceder a fumigar el área.

Lo importante, destaca el dirigente, es la aplicación cada vez más extendida de los denominados bio-plaguicidas, aquellos que son elaborados en base a plantas.

Otra forma es la identificación de algunas variedades de peces, por ejemplo, que sean predadores biológicos de los mosquitos del dengue: “si queremos una Bolivia ecológica necesariamente tenemos que usar insecticidas alternativos que no dañen al ser humano”, insiste Mollo.

También se puede recurrir al uso de “trampas electroacústicas”, que en lo básico atacan al mosquito vector con diversidad de sonidos.

Mollo insistió en que para el control del mal en zonas endémicas (que tienen la enfermedad de forma permanente), no se utilice solamente la fumigación con insecticida, sino más bien que se investigue y experimente formas de control biológico.

“Tenemos que empezar a prevenir desde diciembre, no es tan fácil, es un trabajo de meses, pero nuestros productores tienen grandes experiencias que nadie valora y no hay que dormirse”, enfatizó.

La Asociación de productores ecológicos también propone que el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria y Forestal (INIAF) y otras instancias del gobierno central, creen las respectivas líneas de investigación y de laboratorio del control biológico y la producción ecológica.