La Casa Dorada, símbolo arquitectónico de Tarija

Viernes, 10 / May / 2002
 
(Bolivia.com)

Bolivia.com
Escribe: Juan Manuel Miranda.

A lomo de mula y por caminos de herradura. Así es como los esposos Moisés Navajas Ichazo y Esperanza Morales Serrano traían diversos productos desde Europa para abastecer la botica que tenían en su casa, inmueble que hoy por hoy responde al nombre de Casa Dorada.

Moisés y Esperanza eran unos acaudalados comerciantes tarijeños que decidieron construir una casa sin par allá por el año 1887 en pleno centro de la ciudad. Su trabajo les permitió realizar viajes permanentes a Europa, continente del cual copiaron el estilo Art Nouveau, o modernismo para edificar su mansión, la cual se encuentra ubicada en la esquina de las calles Ingavi y General Trigo.

Los esposos traían material agrícola, cristalería, telas, material de ferretería, alimentos y golosinas que comercializaban en ciudades argentinas como Salta, Tucumán y Córdoba. Una vez realizados sus negocios por esas regiones emprendían camino hacia su Tarija natal vía Potosí y Sucre, ciudades donde también vendían sus artículos.

Carmen Verdun, secretaria de la Casa Dorada, que en la actualidad funciona como la Casa de la Cultura de Tarija, rememora cómo se procedió a la construcción del inmueble, el cual está considerado como Monumento Nacional por la Ley 1321 del mes de abril de 1992.

“La casa fue construida a lo largo de 16 años. Fue inaugurada el 1 de enero de 1903 gracias al trabajo desarrollado por los hermanos Miguel y Antonio Camponovo, arquitectos suizos de origen italiano quienes se encargaron de edificar la casa, tal como lo hicieron con el castillo de la Glorieta en Sucre”, explica Verdun, quien acota que el color del inmueble responde a una tonalidad naranja de carácter intenso que se asemeja al color dorado.

Materiales y refacción

Para llevar a buen puerto la conclusión de la obra se requirió de materiales propios de la región, vale decir piedra, ladrillo, adobe, cal, yeso, barro, madera rolliza y tejido de caña hueca, entre otros. En la actualidad los interiores del edificio de dos pisos se encuentran en pleno proceso de refacción ya que los años han merado las estructuras del mismo.

Para viabilizar los trabajos de refacción del entrepiso y las tejas del techo, autoridades de la Prefectura del Departamento de Tarija y de la Universidad Juan Misael Saracho lograron el aporte económico del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Ambas instituciones son las tutoras del edificio.

La fachada y los interiores

La fachada de la Casa Dorada se destaca por las columnas edificadas a manera de jambas en la planta baja. Las puertas son repujadas y en la planta superior se advierte la presencia de balcones con barandas de hierro forjado que adquieren mayor tono y distinción por la presencia de estatuas de mujeres sosteniendo las columnas.

De igual manera, en la corniza de la mansión se observa una serie de estatuas de mujeres victoriosas que adornan el inmueble. Los arcos de la edificación están ajimezados.

Ya en el interior de la construcción la planta baja consta de un corredor de acceso a la planta alta. También consta de unas columnas decoradas y gradas con huellas de mármol blanco de Carrara. Un patio central salta a la vista con un piso de piedras estilo mudéjar.

“La planta baja sirve como estancia del club social de la asociación cultural, cuyo propósito es el de promover el panorama artístico. Esta asociación trabaja sin fines de lucro, tiene personería jurídica y depende de la Alcaldía Municipal, por eso la Casa de la Cultura funciona acá”, señala Verdun.

Ambientes por doquier

La historia señala que desde su inauguración la planta baja de la casa se dispuso para la utilización de ambientes comerciales entre las que se destacan una farmacia, una tienda de cristalerías, una tienda de modas para damas y caballeros, ferretería, y casa de préstamos, entre otras actividades. Todas estas estancias tenían comunicación entre sí.

Esta situación permitió que sus propietarios amasaran una fortuna sin igual ya que nunca tuvieron descendientes. En tanto, la planta alta consta de un salón de recepciones, un gran comedor y un oratorio privado donde se puede apreciar muebles y objetos de calidad inigualable como ser: Espejos con lunas venecianas, arañas de finos cristales, cortinas de damasco y gobelino, un piano de cedro rojo, esculturas de bronce, un centro de mesa de ópalo y finos muebles de estilo europeo, entre otros.

Al margen de estos ambientes, la casa dispone en la actualidad de una sala de conciertos, una galería de arte y una sala de música. Verdun afirma que existe la proyección de convertir en museo parte de las habitaciones superiores ya que existen innumerables objetos de valor que pertenecieron a los esposos Moisés y Esperanza.

En el reciente aniversario de Tarija el mes de abril, esta casa sirvió de escenario para una serie de actividades de tinte cultural que le permitió al pueblo tarijeño disfrutar de la música, el canto y el baile típicos de la región.

Como símbolo de la tarijeñidad, la Casa Dorada se constituye en uno de los orgullos del ciudadano chapaco.

Fuente y fotos: Casa de la Cultura de Tarija.
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