La filatelia boliviana está llena de impresos y de negociados

Cultura - Lunes, 02 / Dic / 2002
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
Los primeros sellos fueron emitidos en el gobierno de Mariano Melgarejo. Con el tiempo se sumaron los negocios legales, ilegales y las falsificaciones.

Desde la emisión de los primeros sellos postales, denominados Cóndores, que datan del gobierno de Mariano Melgarejo (1867-1868) hasta el presente, la filatelia boliviana se llenó de historias y de negocios legales e ilegales.

Un ejemplo de los negociados es el caso de las ofertas que hacen los filatelistas del exterior para la emisión de sellos postales, según el presidente de la Federación Filatélica Boliviana (FFB), Eugenio von Boeck.

“Cada cambio de gobierno y de presidente de Correos llegan lo que nosotros llamamos los delincuentes de la filatelia. Sus promesas se parecen a las electorales y al final son unos negociados muy sucios”. De este tipo de propuestas no está exenta la administración de Ecobol del actual gobierno, que asumió funciones el 6 de agosto del 2002. Un caso concreto fue de una ex Primera Dama de la Nación que accedió a este tipo de contratos en favor de los niños, pero no se sabe si ese sector recibió algún beneficio. En el mismo rubro de los negocios filatélicos está el caso de la subasta realizada el 31 de diciembre del 2001 en Bahía Blanca, Argentina, de tres transparencias alusivas al cometa Halley (1983), al Congreso Mundial de Ajedrez (1985) y en memoria del transbordador Challenger (1986), que fueron emitidas por la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol). La venta de transparencias está prohibida por normas nacionales e internacionales, según los propios filatelistas. Sin embargo, reconocen que este tipo de variedades enriquecen sus colecciones.

En esta misma línea está la falsificación de sellos postales que se registró en septiembre del 2001 en Correos de Santa Cruz. Los sellos “América UPAEP 1997” y “Cerámica Cochabamba” sirvieron para el franqueo de cartas y paquetes destinados sólo al exterior. Luego de las investigaciones, hasta la fecha sólo hay un detenido. No se pudo establecer con exactitud qué imprenta hizo el trabajo fraudulento. Unos señalaron que estaba en El Alto, otros en Cochabamba.



Un similar hecho se registró en 1976. La FFB denunció la venta en el exterior de sellos enviados por la Unión Postal Universal a Ecobol. La investigación del caso fue encomendada a un capitán de la Policía, quien años después, según la FFB, fue enjuiciado como cómplice y encubridor por haber recibido parte del botín. Respecto a los primeros sellos postales emitidos por el Estado boliviano, la obra Los Cóndores del ya fallecido Manuel Barrau Peláez indica que durante un lapso de tiempo se designó a estos sellos con el nombre de “águilas” por la inexactitud en la reproducción del cóndor. Los Cóndores, emitidos en diferentes tonalidades, cumplieron una doble función de “estampillas postales” y de “timbres fiscales”. La emisión de las series denominadas Escudos de 1894 y de la Puerta del Sol en 1925, causó controversias entre el Legislativo y Ejecutivo.

Reseña del sello que no circuló

Licitación • El decreto supremo que instruyó el uso de estampillas de correo fue promulgado, según un boletín de la Federación Filatélica Boliviana, el 21 de febrero de 1863 por el entonces presidente José María Achá. En esa fecha el oficial de Gobierno y Correos, Lucas Mercado, invitó a la población para que en el término de 20 días formulen sus propuestas. Se presentaron dos personas: Justiniano García e Hipólito Cárdenas, habiendo sido adjudicado el trabajo al primero por el precio de 16.000 pesos.

Challas • Hay varias versiones sobre el origen de este nombre. En aimara challar significa inaugurar o estrenar y precisamente estos sellos “challaban” el uso de las estampillas en Bolivia.

Las estampillas que no circularon debían ser diseñadas en un cuadrilátero; al centro debía estar las armas de la República y llevar en el contorno las siguientes inscripciones: Correos de Bolivia, Porte Franco. Aparentemente las planchas fueron confeccionadas antes de la adjudicación, por lo que el diseño resultó diferente.

Tres placas se perdieron de Ecobol y fueron subastadas

Estampillas • Nadie supo en 20 años dónde estaban. El 2001 apareció en Bahía Blanca, Argentina en una subasta internacional.

Tres transparencias (negativos para la impresión de bloques filatélicos) emitidas entre 1983 y 1986 por la Empresa de Correos de Bolivia (Ecobol) desaparecieron misteriosamente durante casi 20 años. En diciembre de 2001 un filatelista de Bahía Blanca, Argentina, ofreció este material en una subasta internacional a un precio base de 250 dólares la unidad. Un coleccionista estadounidense es ahora el dueño de las codiciadas piezas.

Según la Convención de la Unión Postal, de la que es signataria Bolivia, este tipo de material debe ser destruido por el emisor, bajo estrictas medidas de seguridad una vez concluida la impresión del bloque, norma que fue incumplida por Ecobol.

La historia de las transparencias alusiva al cometa Halley (1983), al Congreso Mundial de Ajedrez (1985) y al transbordador Challenger (1986), comienza hace tres años cuando el propietario de una casa de subasta internacional en Bahía Blanca, Guillermo Jalil, adquiere en Buenos Aires tres grandes lotes del filatelista internacional ya fallecido, Mario Alcalá, en cuyo contenido encontró las transparencias emitidas por Ecobol.

“Nunca había visto esas transparencias y francamente pensé en nunca ofrecerlas ya que no me parecieron interesantes desde el punto de vista filatélico”, afirmó Jalil en una comunicación vía correo electrónico con La Razón.

Sin embargo, pronto cambió de opinión, desde junio estuvo en oferta. La subasta se realizó el lunes 31 de diciembre de 2001.

El catálogo de las ofertas que distribuyó Jalil, llegó a manos del filatelista boliviano Mauricio Maraza. Sorprendido por la oferta, envió una carta a los ejecutivos de Ecobol para solicitar una investigación sobre el tema.

El ex presidente de la Empresa de Correos, Edgar Prudencio Velasco, instruyó en febrero del 2002 una investigación con la intención de esclarecer el asunto. Las indagaciones no prosperaron por el cambio de gobierno.

La nueva administración, dirigida por Helmut Salinas, no tomó cartas en el asunto por considerar “una cuestión entre filatelistas”. Sin embargo, la jefa de la Unidad de Desarrollo Filatélico de Ecobol, María Elena Gutiérrez, admitió que la salida del material es irregular. “Si fuera un material reciente nos preocuparía mucho”, afirmó.

Para el presidente de la Federación Filatélica Boliviana, Eugenio von Boeck, “no tiene mucha importancia” porque se trata sólo de separaciones de colores. “Qué podemos hacer con un comerciante que vende variedades de todo el mundo, se van a reír”, dijo Eugenio von Boeck.

LOS BLOQUES VENDIDOS A UN COLECCIONISTA

Halley • La oferta del material en Bahía Blanca señala: Cometa Halley y satélites, bloque emitido en 1983, separación de colores, cuatro transparencias utilizadas para imprimirlo. Muy bueno. Raro material.

Ajedrez • Congreso Mundial de Ajedrez, bloque emitido en 1985, separación de colores, cuatro transparencias utilizadas para imprimirlo, excelente calidad y rarísimo material.

Varios • Bloque emitido en 1986 en memoria del transbordador Challenger, separación de colores, 4 transparencias utilizadas para imprimirlo, excelente calidad, rarísimo material.

Según el argentino, Guillermo Jalil la venta de material similar es común, las grandes impresoras y algunos correos venden las pruebas de artistas, ensayos y bocetos utilizados para una emisión. Este material es ávidamente coleccionado por los filatelistas.
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