Este joven comenzó su camino en el teatro en 1998. Después de Extaciones, este año presentará Chicadera: una crónica de queso.
Eduardo Calla es un joven talento del teatro. Dio sus primeros pasos por el año 1998, cuando participó en unos talleres junto a Martha Monzón. Estudiante de la carrera de Comunicación Social en la Universidad Católica, este joven dice que el amor por el teatro y la escritura lo sintió siempre: “Está dentro de uno cuando nace, es muy difícil negarlo. Cuando comencé en el teatro sólo quería actuar, pero ahora estoy encaminado hacia la dramaturgia
y la dirección”.
Es un artista completo, actúa, dirige y escribe. De especialidad: dramaturgo. El año pasado presentó exitosamente lo que es capaz su talento, con la puesta en escena de su obra Extaciones. Esta no es la única producción en la que ha participado, conformó varios grupos representando obras de distinta índole. Por ejemplo, con el grupo de teatro Zig Zag y Nueva Ola.
Él dice que su trabajo en el teatro no tiene descanso. A fines de enero presentó al público dos proyectos, uno de los cuales lo hizo con Antonio Peredo.
Dentro de sus
planes se encuentra la presentación de uno de esos proyectos, el que lleva por título Chicadera, crónica de un secreto de queso. Para la producción de esta obra piensa trabajar con tres jóvenes actrices.
Cuando Eduardo se refiere a su trabajo y la presencia que quiere tender dentro del ámbito teatral nacional, dice: “Yo creo que el camino lo marca uno. Si yo no creyera en mi trabajo ya hubiera parado hace mucho tiempo ... siempre hay que trabajar en el ahora, no viviendo en el pasado ni en el futuro”.
“Es una persona que se entrega”
“Creo que Eduardo
está comenzando, primero, sobre una definición para llegar a ser un profesional. Me parece que ha iniciado un camino para lograrlo. Él tiene talento y ciertas cualidades. Cuando se trata de teatro es una persona que se entrega por completo. Tiene constancia y disciplina, cosas muy importantes en este arte. El teatro no es un producto, es un proceso por el que se llega a tener un producto, no puedo hablar de una trascendencia, sería hablar de manera adivinatoria. Es el proceso de formación lo que hace que alguien se convierta en trascendente, y eso toma años”.
