Juana Espinoza, la cholita ajedrecista

Deportes - Viernes, 14 / Feb / 2003
 
(La Paz - La Razón)

Bolivia.com
Cada noche le dedica 30 minutos a la práctica del ajedrez. Se entrena a diario con Sergio Mendoza, el hijo de la familia que atiende, y sigue el programa de computación Chees.

La afición de Juana Espinoza por el ajedrez nació hace dos meses, cuando llevó por primera vez a Sergio Mendoza, hijo del hogar donde trabaja, a sus clases de este deporte en el estadio Hernando Siles. Se vio atraída por las características de este deporte, sobre todo por la concentración que exige. Desde entonces lucha por aprender nuevas jugadas y ser una campeona. Sin embargo, la novedad es que Juana le puso un matiz diferente a los torneos, porque metió sus trenzas, pollera y manta al deporte ciencia en la Asociación departamental de La Paz.

El primer movimiento que aprendió la cholita paceña fue el jaque mate pastor. Lo aprendió en una semana. No desaprovechó la oportunidad que tenía para ver a otros niños en acción y además le sirvió las clases que impartió David Salazar, uno de los profesores de la escuela, lo que complementó con la ayuda de Sergio, con quien se entrena todas las noches.

Poco a poco comenzó a jugar con otros alumnos de la Asociación y subió su nivel de juego, aunque por su labor como trabajadora del hogar no pudo asistir con mucha frecuencia a la Asociación para medirse ante otros rivales.
La ajedrecista gusta jugar con las fichas negras, ya que afirma que son de buena suerte.

El respaldo que recibe de la familia Mendoza, con la que trabaja, es de los mejores, ya que incluso le enseñaron a manejar la computadora, la que tiene varios programas de ajedrez, como el Chees Master 8.000 y el Frist 6,0, programas que le ayudan a mejorar su juego.

“Nosotros somos como su familia y si es que tiene interés por el deporte y sale adelante, estamos dispuestos a colaborarle en lo que sea necesario”, dice Eduardo Mendoza, el jefe de Juana Espinoza.

La semana pasada, Espinoza participó de su primer torneo departamental en la Sub-16, donde ganó tres partidas, perdió dos y estuvo cerca de clasificar al torneo nacional que se realizará en Sucre, pero terminó en el sexto puesto y sólo asistirán al evento cuatro ajedrecistas en la rama femenina.

En la quinta partida que disputó en el certamen perdió por tiempo, de lo contrario pudo hacer tablas y sumar los puntos que necesitaba para conformar el equipo paceño.
“Me atrae mucho el ajedrez, porque uno piensa y analiza. Por eso quiero participar en todos los torneos que sean posibles”, afirma.

Luego de terminar con sus labores en la casa donde trabaja, por la noche le dedica al ajedrez 30 minutos aproximadamente, donde tiene el reto de vencer a la computadora.

“Jugué cinco veces con el campeón Chees Masters y me ganó en todas las partidas, pero tengo que mejorar porque don Eduardo me dijo que si clasifico a un campeonato nacional podré viajar”, señala.

Dentro la Asociación se ganó la admiración de los deportistas, por la capacidad de aprendizaje que demostró.
El siguiente paso que desea dar en su carrera de ajedrecista es enfrentarse a los niños de su categoría.


La pollera y la manta juegan en la asociación

El presidente de la Asociación de Ajedrez de La Paz, Raúl Sánchez, aseguró que es la primera vez, en 30 años, que una cholita participa de la disciplina, lo que les llena de mucho orgullo.

Lo que llamó la atención de los dirigentes es que Juana Espinoza aprendió los movimientos de las fichas sólo al ver jugar a los otros niños de la escuela y logró superar el nivel de varias deportistas.

Prueba de ello es que en el torneo selectivo Sub-16 que se disputó la semana pasada jugó en el tablero tres, dos puestos abajo de la campeona, Mabel Aguilar.

“Es una jugadora nueva y es su primera participación en torneos de la Asociación, demuestra interés y estamos seguros de que dará que hablar”, dice Sánchez.

Para los dirigentes, el hecho de que una cholita participe en los torneos departamentales es un incentivo para que otras niñas compitan en los eventos, ya que la asistencia en esa rama es mínima.

Como una colaboración de la Asociación para que Juana Espinoza siga adelante, están dispuestos a no cobrarle una mensualidad por su asistencia a la escuela.
“En el ajedrez no hay discriminación, está abierta para todos, quienes tienen derecho a venir”, agregó Sánchez.

Para los siguientes torneos, los dirigentes esperan la participación de la jugadora, aunque están convencidos de que pasará mucho tiempo para que se la observe nuevamente en acción, ya que tiene que atender sus actividades antes que dedicarse de lleno al deporte ciencia.
“La Asociación no puede hacer mucho al respecto, pero seguiremos motivándola para que se entrene”, afirmó el dirigente.


Luchadora

Nombre completo: Juana Espinoza Alanoca.

Lugar y fecha de nacimiento: Pucarani, La Paz, 14 de septiembre de 1987.

Familia: Pascual Feliciano y Martha (padres), Óscar y Freddy (hermanos).

Estudios: terminó el quinto básico en la escuela Ingavi de Pucarani.

No conoce a ningún campeón de ajedrez nacional ni internacional, pero su objetivo es conseguir un título en la disciplina que practica y le gusta.


Los caballos son su arma

Isabel Frías, una de las representantes de La Paz que participará en el torneo nacional Sub-16 en Sucre, destaca que la jugada que Juana Espinoza prefiere en las partidas es la defensa con caballos, aunque en algunas oportunidades sigue el juego de su rival.

“Luego de sacar los peones sigue con los caballos, es una jugada complicada, pero es su preferida y logró buenos resultados”, observa Frías.

En la única partida que les tocó disputar a ambas deportistas, Frías salió vencedora, aunque fue por un error de Espinoza.

“Analiza bien las jugadas, a pesar de que está poco tiempo. Jugué en el selectivo al Sub-16 estuvo dura, pero se equivocó”, destaca Isabel.
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