El pedalista cruceño retornó anoche a esta capital luego de sumar su quinto título mundial en Perth, Australia. Fue recibido en el aeropuerto como toda una gran estrella.
Su retorno fue de ensueño y envidiable por el ambiente festivo que se vivió luego de su desembarco del avión que lo trajo desde Perth, Australia.
Paulo Víctor Aguilera fue recibido anoche en el aeropuerto Viru Viru como toda una estrella, de aquellas que despiertan orgullo entre sus hinchas.
Esto tiene su historia. El pasado sábado en Perth, Australia, logró otra hazaña con la consecución de su quinto título mundial en bicicross y con apenas 13 años lleva consigo una rica carrera deportiva que la empezó a los seis, cuando en Inglaterra subió
por primera vez al podio como campeón mundial.
Desde aquel primer episodio feliz para Aguilera, han pasado siete años y todos de notable éxito para este joven deportista cruceño que ayer recibió mucho cariño y felicitaciones de un centenar de personas que se hicieron presente en la principal terminal aérea de Santa Cruz.
El momento fue grato y el ambiente festivo lo dio una banda de música que contrató la empresa cervecera Ducal, con su producto Maltín, que auspicia al corredor.
La expectativa también fue grande y eso originó que casi toda la prensa cruceña se diera cita al aeropuerto. La espera, aunque no fue prolongada, valió la pena por la banda de música que durante más de 10 minutos tocó sin cesar el
Viva Santa Cruz, ritmo contagiante que hasta los extranjeros que estaban de paso no pudieron sustraerse de semejante acontecimiento. ¿Quién llega? preguntó más de uno y con orgullo no faltó quien responda: un campeón mundial boliviano.
Ya con los micrófonos en frente, Aguilera se desató y estuvo a punto de llorar, sobre todo luego del abrazo que recibió de su madre (Gloria Moreno), quien no pudo contener las lágrimas por la emoción. “Me siento feliz por este nuevo título; lo dedico a mis padres, a todo el país y a todos mis auspiciadores. Este no será el último, ya que mi meta es sumar varios más y si son ocho, mejor”, sostuvo el pentacampeón que para sumar su quinto título tuvo que lidiar fuerte con el estadounidense
Dustin Vogley al que superó por 4 metros de distancia en un circuito de 340 metros.
“Como nunca se lo vio tranquilo y seguro. Ganó bien y sacarle 4 metros al segundo es demasiado en este tipo de competencias”, explicó Mario Aguilera, su hermano, quien lo acompañó en la travesía y además es su entrenador. Después de tanto acoso periodístico y felicitaciones, Aguile- ra tuvo que subirse a un vagoneta de Ducal que lo llevó a dar vueltas por la plaza 24 de Septiembre. Subir a esa movilidad fue un tormento para el deportista, ya que tuvo que lidiar en primera instancia con periodistas de los dos canales más vistos en Santa Cruz, quienes pretendían llevárselo a sus respectivos estudios para conseguir la primicia.
