Febrero negro y una creciente ola delincuencial marcaron la gestión de Pardo

(Red ATB y Agencias)

El comandante General de la Policía, Edgar Pardo fue relevado del cargo por orden del presidente Gonzalo Sánchez de Lozada a casi siete meses de los lamentables sucesos de febrero negro y la creciente ola delictiva que azota al eje troncal del país,
y que no pudo ser controlada en su gestión, debido a la "pobreza franciscana" en que se encuentra la institución verde olivo.

Pardo estuvo al frente del Comando General de la Policía durante nueve meses, tiempo en el que 17 policías murieron como consecuencia de los enfrentamientos armados del 12 de febrero, la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado, pero, no pudo cumplir con el objetivo principal encomendado por el Presidente, de reformar y fortalecer la institución verde olivo.

"Ustedes son los que tienen que decir cómo ha sido la gestión que llevé adelante, ustedes conocen todos las situaciones que se tuvo que afrontar (...) Yo he cumplido con mi trabajo y el Presidente está consciente de eso", dijo el ex comandante al abandonar las instalaciones del Palacio.

Pardo, después del motín policial y los hechos de sangre de febrero negro, no pudo superar el malestar y la indisciplina en las filas verde olivo, toda vez, que tuvo que sofocar varios intentos de amotinamiento en la Unidad Operativa de Tránsito y en el Distrito Policía número 1, en abril pasado.

"Por Bolivia, por mi institución del orden que está de luto porque nuevamente tenemos mártires, camaradas, nunca hubiese deseado esta situación, este dolor (...) Este Gobierno masacrador, renunció a esto", dijo entre sollozos la ex autoridad el 12 de febrero, cuando se sacó su chaqueta de estrellas doradas para cubrir con ella los
cadáveres de dos policías del GES que murieron a causa impactos de
balas de guerra y a los que abrazó.

DELINCUENCIA Y CRIMINALIDAD

La alarmante ola delictiva, proliferación de grupos del crimen organizado en Santa Cruz, Cochabamba y La Paz, obligaron a Pardo a justificar la insuficiente labor policial, argumentando que la institución no contaba con el adecuado equipo logístico, operativo y de comunicación para cumplir una mejor trabajo, a pesar de los esfuerzos extraordinarios que realizan los 22.000 policías.

"Nosotros hemos trabajado con los medios que tenemos, pero si proporcionan más medios a la Policía con toda seguridad que nuestro trabajo va ser más eficiente y más aún si la sociedad, en su conjunto, como lo hizo Cochabamba, contribuye económicamente (...) La delincuencia no es sólo responsabilidad de la Policía sino de muchos factores entre ellos económicos", dijo el general Pardo en días pasados.