Festejo con vuelta y champán

Lunes, 22 / Dic / 2003
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
La emoción estalló al finalizar el partido. Los jugadores, cuerpo técnico y dirigentes, además de varios hinchas, invadieron el campo de juego y se dio rienda suelta a la alegría.

Luego de los abrazos y congratulaciones entre sí, todo el plantel dio la vuelta olímpica ovacionado por la gente, que no dejaba de gritar "dale campeón... dale campeón.. dale campeón".
álex da Rosa se puso un gorro de Papá Noel. Nicolás Sartori quedó en calzoncillos, ya que su indumentaria deportiva fue prácticamente quitada por los aficionados. Otros como Marcelo Carballo y Ronald Gutiérrez se pusieron poleras con fotos y mensajes para sus seres queridos.

El éxtasis se vivió cuando el equipo se dirigió al sector de la curva sur, donde se ubica la barra brava. Todos comenzaron a saltar, cantar y repetir "Tigre...Tigre... Tigre" o el "somos campeones otra vez".

De pronto aparecieron botellas de champán y cerveza, y comenzó la mojadera entre jugadores y dirigentes. El presidente Sergio Asbún prácticamente fue bañado en champán, lo mismo ocurrió con los vicepresidentes Jorge Pacheco y José Bustillos, que se mojaron entre sí. Un grupo de mariachis le puso la nota musical al festejo gualdinegro.
Néstor Clausen, quien al principio no se sumó a la celebración, fue llevado en andas por Sartori cerca de la hinchada y de pronto comenzó a contagiarse de la alegría. También fue bañado en champán. Varios hinchas se acercaron a felicitarlo y agradecerle por el bicampeonato. No faltó uno que hasta le dio un beso en la mejilla.

Entre los más emocionados se encontraban Nicolás Sartori, Diego Villalba y Darío Gigena. El trío de argentinos tuvo un festejo particular. Se subieron al arco que da a la curva sur y comenzaron a cantar con la hinchada. También se sumó al festejo Mauricio Soria. Villalba se puso un sombrero de charro. Luego un grupo de jugadores se reunió en el centro del campo y realizó el festejo que se ha hecho popular en el fútbol internacional. Todos agarrados de la mano corrieron hacia el arco y se lanzaron al piso. Ya en el vestuario, la fiesta continuó. Da Rosa hizo de entrevistador para un canal televisivo. Todo en un ambiente de alegría, bromas y mariachis. Por la noche, todos los atigrados se reunieron en una discoteca-restaurant ubicada cerca del estadio Hernando Siles. Y el festejo duró hasta las primeras horas de hoy.
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