Lauca, Quetena, Caquena, Irpa; el agua que Chile utiliza sin pagar

Actualidad - Lunes, 06 / Sep / 2004
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com

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Lagos dice que el proyecto de extracción de aguas subterráneas del Lauca no está desestimado. Sólo quedó en suspenso hasta concertar el proyecto con los campesinos. En 1962 se produjo el desvío del caudal de ese río que es también boliviano.

Sin duda, el gas es el recurso natural más importante de Bolivia; sin embargo, para Chile el agua boliviana tiene mayor importancia que los recursos hidrocarburíferos y, de facto, empezó a usarla desde el siglo XIX.
Fuentes de la Cancillería boliviana saben que el potencial económico le permite a Chile proveerse de gas desde cualquier parte del mundo, pero agua —indispensable para el desarrollo del norte de ese país— sólo puede obtener de su frontera con Bolivia.

El ingeniero ambientalista Antonio Bazoberry (boliviano) señala al menos cuatro ríos compartidos entre Bolivia y Chile, de los que ese país extrae agua sin informar ni solicitar ningún permiso a Bolivia. Y, por supuesto, sin pagar por ello. Se refiere a los ríos Lauca, Caquena, Isluga y Cancosa (Irpa). Estos casos están al margen de las aguas que ese país canalizó de las vertientes del Quetena, a las que llama río internacional Silala. Todos esos recursos hídricos se ubican en el departamento de Potosí.

La semana que acaba, el Gobierno chileno decidió suspender temporalmente —hasta llegar a un acuerdo con los campesinos— un proyecto de extracción de aguas subterráneas de las márgenes del río Lauca, en la frontera con Bolivia. Tomó esa decisión ante la protesta de los campesinos chilenos y gracias a un informe de la Comisión Nacional Forestal de Chile que señaló los riesgos ecológicos de continuar con el proyecto.

Sin embargo, el presidente chileno, Ricardo Lagos, confirmó el viernes que el proyecto no fue desestimado. “Debemos ser capaces de construir caminos de entendimiento donde el progreso sea percibido como tal por todos”, señaló el Mandatario.
El cónsul de Bolivia en Santiago, Víctor Rico, presentó una nota a la cancillería chilena solicitando información sobre ese proyecto, pero hasta el martes pasado no obtuvo respuesta.
Sin embargo, lo que el país no reclamó —así lo confirmó el cónsul Víctor Rico a este medio— es el desvío de las aguas del río Lauca, sucedido el 14 de abril de 1962, cuando Bolivia rompió relaciones diplomáticas con Chile, con un intervalo entre 1975 y 1978.

El ingeniero Bazoberry señala que “la controversia con Chile sobre el aprovechamiento unilateral de aguas bolivianas data del año 1920, cuando Chile se apoderó de Tacna y Arica y empresarios de ese país se apropiaron de los afluentes del río Mauri, que los peruanos utilizaban para regar áreas de cultivo en Tacna”.
En 1939 Chile inició los estudios para regar, con aguas del río Lauca —que nace en Chile y desemboca en Bolivia, por lo que se llama de cauce sucesivo—, unas 2.000 hectáreas del valle de Azapa, lo que se consumó en 1962, cuando se abrieron las presas construidas para el desvío.

Las versiones sobre las consecuencias varían. Fuentes de la Cancillería afirman que, tras el desvío de las aguas del río Lauca, la corriente disminuyó a tal nivel que el salar de Coipasa, donde desemboca el río, se habría secado. Bazoberry tiene una opinión diferente. Dice que el caudal de agua disminuyó tanto que los aymaras de la zona tuvieron que migrar a la puna de Atacama, es decir, al nuevo territorio chileno, donde nace el Lauca. Sin embargo, en la década del 70, el Gobierno chileno dispuso el traslado de esos campesinos al valle de Azapa, como mano de obra. Allá viven ahora y, según Bazoberry, son los que protestaron por la perforación de pozos que Chile tuvo que suspender.

El ingeniero señala que el río Lauca, cuando ingresa a territorio boliviano, se nutre de varios afluentes, por lo que llega al salar de Coipasa con un buen cauce.
La Cancillería boliviana sostiene que, según la Declaración de Montevideo (1933), antes de desviar las aguas del Lauca, Chile debió verificar si no causaba daño a Bolivia y consultar por ello. Como no lo hizo, el país debió reclamar basado en ese argumento jurídico. Hizo el reclamo, sí, pero puso énfasis en el daño y no en los aspectos legales. Bazoberry también considera que éste es un asunto jurídico.

Y si de números se trata, fuentes diplomáticas señalan que el litro de agua por segundo cuesta 1,40 centavos de dólar. Y, Chile desvía unos 3.000 litros por segundo, por lo que, según la lógica de la fuente diplomática, debe pagar al menos por la mitad tratándose de un río internacional.
Pero, los reclamos bolivianos quedaron en sólo eso. Chile nunca los escuchó siquiera.

Y, el diferendo por aguas abarca otros casos. Sin duda, el más importante es el de los bofedales del Quetena, a los que Bazoberry llama “el mito del Silala” porque sostiene que el río internacional de curso sucesivo del que habla Chile no existe. Y lo demuestra en un libro. De hecho, esta es la posición oficial del Gobierno de Bolivia.
La historia de este caso se remonta a 1886, cuando los dueños del ferrocarril Antofagasta–Huanchaca construyeron una serie de canales que, a manera de un esqueleto de pescado, confluyen en un único canal que lleva las aguas, desde el territorio boliviano hacia el norte Chileno, donde se usa para actividades industriales, sin que nadie pague.

Otros ríos transfronterizos

Caquena • Se origina en los nevados Payachatas de Chile. Antes de ser desviado por Chile al valle de Lluta (en los años 50), servía de límite entre Bolivia y Chile. Es decir, era un río internacional de curso contiguo. En territorio boliviano se llama Cosapa o Cosapilla, para unirse a los afluentes del río Mauri. El caudal fue desviado en los años 50 en Chile y el lecho del río quedó sin cauce a lo largo de la frontera con Bolivia.

Cancosa o Irpa y río Isluga • También se utilizan estas aguas internacionales en Chile. El Cancosa o Irpa se origina en Chile, en las estribaciones de la cordillera. En la parte baja, en Bolivia, forma importantes bofedales. Hace poco, campesinos de la zona denunciaron un supuesto intento chileno por usar esas aguas. El caso no fue confirmado. El Isluga nace en el nevado del mismo nombre en Chile.
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