El retroceso de las nieves afecta a Chacaltaya

Viernes, 22 / Oct / 2004
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com

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El volumen de hielo y nieve del pequeño glaciar disminuyó en más del 80% desde 1963. Un equipo científico controla minuciosamente el proceso que sufre esta montaña que, se estima, podría desaparecer hasta el año 2015.

Las leyendas ancestrales cuentan que hace muchos años el blanquecino manto de hielo y nieve de las cordilleras andinas acentuaba más el azul sempiterno del cielo infinito.

Gélidos inviernos regalaban al hombre ese contraste impresionante de los dos bellos colores, contraste apenas pigmentado con el marrón y gris del suelo y de las serranías del altiplano.

Eran otros tiempos. Tiempos que se pierden en la tenue memoria de las gentes, pero que arrastran consigo los lentos cambios de la Madre Tierra. Los cambios ya se sienten en el nevado del Chacaltaya. Una investigación científica que empezó en 1991 estima que este glaciar podría desaparecer en 10 años si persiste el calentamiento del globo terráqueo.

“Si continúa ese cambio climático se estima que esa pista de esquí, ese atractivo turístico de La Paz, desaparecerá en una década”, dice el investigador del Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), Javier Mendoza Rodríguez.

Desde la Antártida, otro grupo científico ha advertido a la revista Ciencia que este glaciar desaparecería antes del 2015. El Chacaltaya está al norte de La Paz, en la cordillera Real. Es un atractivo turístico-deportivo.

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diferentes causas naturales y humanas, la temperatura de la tierra aumentó en un promedio global de 0,5 grados en los últimos 20 años, lo que se agrava con el fenómeno El Niño, que eleva el calentamiento de la tierra en dos y tres grados.

Una persona puede ser indiferente a este ascenso del calor, pero los nevados pequeños son sumamente sensibles y muy vulnerables a este tipo de variaciones, explica el investigador.

Tal fenómeno natural está afectando a todos los nevados menores ubicados en la zona del Trópico de Cáncer, que se ensancha de -30 grados Latitud Sur a +30º grados Latitud Norte de la línea del Ecuador.

Mendoza agrega que el deshielo del Chacaltaya se ha acelerado dramáticamente desde la década de los 80 y hace 13 años el Instituto Hidráulico de la Universidad Mayor de San Andrés, el Instituto para el Desarrollo de la República de Francia y el Senamhi estudian este nevado menor.

La indagación en detalle del deshielo de Los Andes se realiza en dos glaciares: el Antizana, ubicado entre los 5.670 y los 4.800 metros, en Ecuador; y el Chacaltaya, con hielos entre los 5.375 y los 5.134 metros, en Bolivia.

Entre los años 1963 y 1983 el volumen del glaciar se ha reducido en 58 por ciento, es decir de 5,5 millones a 2,3 millones de metros cúbicos. Y de 1983 al año 2003, el volumen bajó el 98 por ciento, de 2,3 millones a 119 mil metros cúbicos. La

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pérdida de masa de hielo se ha acelerado en los últimos 20 años de manera sostenida y dramática.

Siempre según los resultados de la investigación científica, el mayor deshielo del Chacaltaya ocurrió en los años 1997-1998 durante el fenómeno de El Niño. Hasta ahora ese proceso parece ser irreversible.

Ello porque desde 1991 hasta el 2003 el pequeño glaciar ha recibido escasas recargas de nevadas en 1993, observándose el deshielo y achicamiento continuos en los otros años. Según balances mensuales de las precipitaciones pluviales, el nevado recibe mínimas recargas en noviembre y diciembre, pero el calor de estos meses impide el congelamiento de la nieve. La investigación en la que Mendoza trabaja también estudia la evolución de los glaciares de Zongo (1991) y Charquina desde el año 2000, cuyo deshielo es de menor magnitud y riesgo que el de Chacaltaya.

Investigación

Científicos controlan día a día lo que ocurre en el Chacaltaya

Una moderna estación meteorológica

Desde 1991, un grupo de científicos de cuatro instituciones controla diariamente y en forma minuciosa los fenómenos climatológicos en el glaciar del Chacaltaya.
Para tal efecto, trabaja con equipos modernos para controlar la temperatura, la velocidad y fuerza de los vientos, precipitaciones pluviales y otros. El ingeniero Javier Mendoza dice que existen 15 balizas para medir la altura de

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la nieve. Además cuentan con cuatro pluviómetros para medir las precipitaciones pluviales, una estación hidrométrica que mide el caudal de agua que baja del glaciar y un polígono para medir bordes y superficie.

Una investigación científica internacional

Cuatro instituciones participan en la investigación del deshielo de la cuenca del Chacaltaya que se realiza desde el 1991.
El programa se denomina Galciere Ressources en Eau des Tropicales Indicateurs Climatiques et Enviromementaux (GreatIce).

En este programa trabajan el Servicio Nacional de Metereología e Hidrología, el Instituto Hidráulico de la Universidad Mayor de San Andrés y el Instituto de Investigación para el Desarrollo de la República de Francia. También investigan la evolución de los glaciares de Zongo y de Charquini.

Como un huevo en una sartén
La superficie de 0,52 kilómetros cuadrados de hielo y nieve que se encuentra en la falda del Chacaltaya está expuesta a calurosos rayos solares que aumentan la temperatura por efecto del color rojizo del cerro .

“Es como un huevo sometido al calor de una sartén sobre el fuego”, dijo Javier Mendoza Rodríguez.
El investigador recuerda que en 1997 y 1998, debido al fenómeno de El Niño, el hielo del Chacaltaya se redujo a una pequeña lengueta blanca que casi desaparece. En realidad, este fenómeno es el mayor enemigo del pequeño y atractivo glaciar.
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