El boliviano David Castro triunfa con la cumbia villera

Carnaval 2005 - Jueves, 03 / Feb / 2005
 
(La Paz - La Razón)
Bolivia.com
El carnaval para David Castro se prolongará por más de una semana. Ayer, La Razón lo acompañó a una presentación en Copacabana. Ahora le esperan contratos en Tupiza, Villazón, Tarija, Challapata, Oruro...

“Un problema mío, y a la vez una virtud, es que soy muy osado. A veces, como hoy (ayer), acepto contratos para presentarme en algún lugar y correr a otro. Después de la fiesta de la Candelaria en Copacabana, me espera un bus en La Paz para irme a Villazón”, comentaba David Castro mientras recorría el altiplano, rumbo al Santuario, junto a un equipo periodístico de La Razón.

Castro es el intérprete de cumbia villera más solicitado del país, como lo demuestra el número de contratos que tiene para este carnaval. Ayer, el sindicato de transportistas 6 de Junio, de Copacabana, lo contrató para la fiesta de la Candelaria.

Por la noche abordó otro bus hacia Villazón. Allí estará todo el jueves, para después viajar a Tupiza, donde se presentará el viernes. El fin de semana partirá a Tarija, donde le esperan por lo menos ocho contratos, desde el sábado hasta el martes.

“Para el grupo y para mí el carnaval no son sólo esos cuatro días. Después del Martes de Ch'alla nos dirigimos a Challapata, el jueves será el turno de Curahuara de Carangas; el viernes nos presentaremos en La Paz y de ahí otra vez a la carretera rumbo a Oruro. Allí cerraremos con conciertos el sábado y el Domingo de Tentación... así nomás es”.

Pese a todo, trata de estar el mayor tiempo posible con su familia y sus amigos. “David Castro es un tipo como cualquier otro. Cariñoso, amigable, que gusta del deporte, especialmente el fútbol, como todos”, asegura.

Y la música, no puede negar que esa es su principal pasión. “De niño bailaba y cantaba frente a un espejo utilizando un cepillo como micrófono”, revela.

Comenzó desde abajo. “Yo era, al principio, el chico de los recados. Tocaba la guitarra, pero también traía y llevaba cosas, ya que era el más chango en el mariachi que me inicié. Cuando este grupo se desintegró, mi hermano y otros jóvenes formamos el mariachi Gavilán. Era una voz más, hasta que un día me probaron para cantar algunas composiciones de Leo Dan, ahí comenzaron a cambiar las cosas”.

Poco tiempo después fue invitado a formar parte de la agrupación tropical Los Brothers. Fue en esta etapa, alrededor de 1995 y 1996, cuando su fama incrementó. También fue el tiempo en el que nacieron los pasos de baile que le ganarían la admiración y la imitación de los más pequeños.

“Te diré un secreto, yo no me inventé esos pasos, simplemente mantuve abiertos mis ojos. Cuando voy a una fiesta siempre observo a los bailarines. Uno de ellos, al menos, se destaca en los pasos, más que los demás, si ese estilo me agrada y es novedoso, lo adapto y lo añado a mi repertorio”, confesó el artista.

Después de la disolución de la banda, volvió la época de vacas flacas. Trató de recuperar vuelo con dos grupos, pero ninguno de esos proyectos logró triunfar. El 2004, Castro organizó una alianza con el grupo American Brass.

En uno de sus pocos contratos en Tarija descubrió que la gente no participaba en su concierto con tanto entusiasmo como con la amplificación de la cumbia villera de Argentina.

“Entonces, me dije, el problema no soy yo, es el ritmo. Y estamos hablando de una movida que nació en las villas más pobres de Argentina. Fue popularizado por las barras bravas, por lo que al principio estaban llenas de insultos y vulgaridades. Grupos como Supermer K2 cambiaron la temática y la letra de las canciones”. Adaptó sus viejas canciones al ritmo, compuso temas como Luna y No me olvidarás, las promocionó, pegaron muy bien, y ahora a David Castro le llueven nuevamente los contratos. Sin embargo, está consciente de que las vacas flacas pueden volver cualquier momento.

Una fiesta llena de devoción

La festividad de la Candelaria, que se celebra el 2 de febrero, es una de las actividades más importantes de Copacabana.
Jaime Suxo, dueño de una pensión, corresponsal de radio Panamericana, aseguró que es una fecha en la que “aunque no viene tanta gente como antes, sigue siendo un evento donde se luce el folklore boliviano”.

La festividad comenzó con una misa protocolar, la cual se realiza cada año en la iglesia de la Candelaria. Tras esta ceremonia comenzó la procesión. Ciudadanos destacados cargaron la figura de la Virgen de Copacabana.

Esta caminata, que recorrió las principales calles de la población, fue encabezada este año por monseñor Jesús Juárez, obispo de El Alto, quien también realizó la misa y la posterior bendición a los feligreses que participaron en ella.

La comitiva fue acompañada por los habitantes y las fraternidades. Una de las más importantes es la Cultural Social Kullawada Antigua 2 de Febrero.

Cuando terminaron los oficios religiosos comenzó la entrada folklórica. Ayer destacaron la morenada, interpretada por el Sindicato de Transportistas 6 de Junio, y la kullawada antigua también del mismo sindicato. Cristina, una visitante chilena, aseguró que quedó fascinada por los trajes de los bailarines de kullawada.

Después fue el turno de la presentación de David Castro. Sin embargo, a esas alturas, cuando eran las 14.30, se observaba que buena parte de los asistentes estaban más concentrados en los brindis.
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